Hipertensión: una amenaza silenciosa que aumenta con la edad

La presión arterial alta es una enfermedad y aumenta enormemente el riesgo de contraer otras enfermedades del corazón, del foro vascular o renal. Es una de las principales causas de muerte prematura.

La hipertensión es, sin embargo, una amenaza silenciosa. La gran mayoría de los pacientes no sienten ningún cambio con el aumento de la presión arterial. Por lo tanto, la medición regular de la presión arterial es la única manera de que una persona sepa si está o se ha vuelto hipertensa.

Esto significa que todos los adultos deben medir la presión arterial al menos una vez al año. Los valores siempre deben ser reportados en su totalidad respetando la combinación sistólica / diastólica. Se considera en presencia de hipertensión arterial, cuando la presión máxima (sistólica) es mayor o igual a 140 y/o la presión mínima (diastólica) es mayor o igual a 90. Si la persona sufre de diabetes o enfermedad cardíaca o renal, el valor considerado es 130/80.

Mayor riesgo con la edad

La probabilidad de sufrir de presión arterial alta aumenta con la edad. También aumenta con el consumo excesivo de sal, con el aumento de peso y con la ausencia de ejercicio físico. Estos factores de riesgo indican cuál es el programa adecuado para prevenir el aumento de la presión arterial: dieta equilibrada, con ingesta abundante de verduras y frutas, restricción de sal, mantenimiento de peso, ejercicio regular y no fumar son la receta adecuada para la salud.

Si, en una medición ocasional o en una cita con el médico, se encuentran valores de presión arterial alta, el primer paso es confirmar que incluso es hipertenso. Un valor aislado elevado puede ser desencadenado por la ansiedad o el dolor. Solo la elevación continua de los valores define a alguien como hipertenso.

No se deje engañar por la ausencia de síntomas

Cualquier persona diagnosticada no debe devaluar la hipertensión y necesitará un seguimiento médico regular. No se deje engañar por la ausencia de síntomas. Una gran parte de los pacientes cardíacos, los que sufren de accidente cerebrovascular o enfermedad renal, incluidos los que se someten a hemodiálisis, deben a la hipertensión arterial estas enfermedades profundamente perturbadoras. Con el tratamiento adecuado los riesgos se reducen en gran medida.

Hoy en día tenemos una amplia variedad de medicamentos eficaces con pocos efectos secundarios. Esto es especialmente importante porque la presión arterial alta es una enfermedad crónica. En la mayoría de los casos es relativamente fácil de tratar, pero a menos que en situaciones muy específicas, no debemos esperar ser curados. El objetivo del tratamiento es controlar la presión arterial. Si deja de tomar sus medicamentos, volverá a subir.

Una palabra final. En tiempos de pandemia, debemos ser prudentes, pero no debemos tener miedo de buscar el médico y los servicios de salud. Los centros de salud están preparados para recibir a las personas de manera segura. Evaluar su salud es la forma más efectiva de prevenir enfermedades y lograr la calidad de vida a la que todos aspiramos.