Cirrosis hepática
cirrosis hepática causas -cirrosis hepática tratamiento -cirrosis hepática in english -cirrosis hepática alcohólica -que es cirrosis hepática
Cirrosis hepática: qué es, síntomas, causas y relación con el alcohol
Según el médico, la cirrosis hepática “es un trastorno terminal de varias enfermedades que afectan al hígado, que primero provocan inflamación y luego fibrosis (cicatrices)”.
Es la etapa final de la enfermedad hepática crónica, un término que se refiere a cualquier forma de enfermedad hepática avanzada en la que el hígado ha estado expuesto de manera persistente a una o más formas de agresión.
En cuanto a las consecuencias, la mayor es la hipertensión portal, que se traduce en «signos y síntomas de esta entidad clínica como ascitis (líquido en el vientre), várices esofágicas (causa de hemorragia digestiva) y encefalopatía hepática, que cursa con síndrome confusional». o somnolencia». Además, según el médico, también aumenta el riesgo de cáncer de hígado.
Desgraciadamente, es, «en general, asintomática, hasta estadios muy avanzados de la enfermedad», añade. Esto significa que es importante estar alerta y acudir al médico tan pronto como algo se manifieste.
El diagnóstico suele ser clínico, basado en análisis y exámenes de imagen. A veces, es necesario recurrir a exámenes endoscópicos, explica el médico.
Cirrosis hepática
Es una enfermedad con diferentes causas, y el consumo de alcohol, en exceso, es la más conocida. Por cierto, en «Portugal es la causa más frecuente de enfermedad hepática, ya que el consumo medio de alcohol per cápita fue de 12,1 l».
El médico también destaca el último informe del Servicio de Intervención de Conductas Adictivas y Adicciones, realizado en 2020, y que informa que “hubo aproximadamente 37.000 ingresos hospitalarios relacionados con el alcohol”.
El alcohol es un factor de riesgo porque “en su metabolismo generará subproductos, que son directamente nocivos para las células del hígado, generando además inflamación y fibrosis”, añade.
Existen, sin embargo, otras causas víricas, como el virus de la hepatitis C que, en el pasado, «causaba muchos casos de cirrosis y hepatocarcinoma», pero ahora «con el tratamiento disponible desde 2014, hemos conseguido una rápida disminución de estos casos». «. Algo que demuestra la importancia de hacerse la prueba y tratarse si es positivo.
La hepatitis B es también una causa que “solo es prevenible mediante la vacunación y forma parte de nuestro programa nacional de vacunación”. Otra causa, cada vez más frecuente, es la enfermedad hepática por hígado graso que, en algunos pacientes, puede evolucionar a cirrosis, sugiere el médico.
Esta última condición “es prevenible bajando de peso y controlando la diabetes”. Cuando está relacionado con virus, hay un tratamiento específico, y cuando es causado por el consumo de alcohol, lo mejor es dejar de beber. Todos son tratamientos efectivos si se cumplen como regla.
Cuando te diagnostican esta enfermedad, suele ser necesario adaptar tu dieta. El médico recomienda «una dieta baja en sal, baja en grasas saturadas y carnes rojas, rica en verduras, pescado y frutas (dos o tres piezas al día)».