

Uncategorized
Más allá del respeto y de la identificación

Gregorio Pérez tras finalizar el triunfo de Universitario ante Alianza Lima. Foto: Alex Melgarejo.
La salida del ‘profe’ resulta ser una raya más al tigre, una demostración más de fragilidad que sigue desnudando una crisis evidente.
Se nos acababa- sin pensarlo- el campeonato, como hinchas, en aquel clásico donde el equipo había logrado mostrar su mejor versión futbolística. Habíamos estado por última vez en el año en el estadio al que siempre solemos ir para olvidar nuestros problemas y dejar de lado nuestras prioridades por simplemente tratarse de la ‘U’.
Triunfo contundente el de esa tarde a estadio repleto frente al rival de toda la vida. Veníamos de un empate en el Callao y anterior a ello habíamos sufrido una derrota como locales ante Vallejo. El equipo había iniciado el campeonato de menos a más. La temporada para los cremas iniciaba en diciembre. Llegó Gregorio, planificó, ejecutó y fue logrando el engranaje que como equipo necesitaba el plantel. Los refuerzos respondían y la jerarquía en sus líneas nos declaraban candidatos al título con solo seis fechas jugadas y una participación en Libertadores que a duras luces nos dió competencia a un ritmo distinto, internacional.
Se gestaba un nuevo proceso. Se encapsulaba al equipo alejándolo y manteniéndolo muy al margen de cualquier interés administrativo. Algo que de por sí ya cuesta y que lastimosamente es parte de un círculo vicioso que depende del ingreso de cada administración concursal. Pero la ‘U’ no está en condiciones de enfocarse en lo futbolístico, a pesar de ser un club donde lo más importante resulta ser el fútbol. Es lamentable. Cuando la preocupación de la institución debería pasar por traer refuerzos que permitan pelear el título, personajes que no entienden nada de este deporte sumergen al equipo en un terreno ajeno a lo deportivo, el dirigencial.
A tan poco del regreso a los entrenamientos, nunca hubo una consenso para su regreso, ni una llamada, ni un mensaje de texto. Más bien, todo lo contrario. Reuniones pospuestas que aludían a un interés inexistente de una administración que, en televisión nacional y pregonando un mensaje de tranquilidad al hincha, anunciaban la continuidad fija y el compromiso con los servicios del profesor al que no demoraron en comunicarle que no podría venir por un supuesto parte médico que no autorizaba su regreso. Eso es la ‘U’ de ahora y que tanto cuesta creer. Acciones inconclusas e inestabilidad entre las partes. Más de lo mismo. El club le faltó el respeto a un señor que siempre puso a la institución como prioridad. Le falló a un caballero que salió de su país y cruzó de Uruguay a Argentina en cuestión de 3 horas tras enterarse del interés por parte de Universitario en hacerse de sus servicios.
Duele la forma de cómo se le desvinculó al ‘profe’ del club. Duele que se le falte el respeto a un profesional que siempre priorizó al club por encima de una crisis sanitaria sin importarle las condiciones en las que tenga que regresar a trabajar. Duele despedirse en una circunstancia como esta tan injusta como manipulada y poco transparente desde la intención de continuar un proceso ya iniciado.