Los compañeros tomaron las calles rumbo al monumento a Haya de la Torre, para celebrar el Dia de la Fraternidad, los 128 años nacimiento de Víctor Raúl Haya de la Torre, de esta forma renovar el compromiso de defender su obra, principios y valores que nos legara, junto a su ejemplo y sus históricas propuestas, por encima de las diferentes tendencias que nos puedan separar como un gesto de humildad y una idea de Fe, Unión, Disciplina y Acción y un firme propósito de fortaleza.
Todos juntos celebramos la Navidad Aprista fecha que recordamos con unción los 128 años de su nacimiento, al «Rey sin Corona, al Presidente sin Banda», como llamó Luis Alberto Sánchez a nuestro Jefe Víctor Raúl Haya de la Torre. Que dirigió -y lo sigue haciendo -, a las multitudes irredentas, a los campesinos que esperan aún su auténtica liberación, a los obreros de las fábricas que esperan un salario justo, al vendedor informal, que sale a diario con un sueño para llevar un pan a su mujer y sus hijos.
«Haya, gobernó y dirigió nuestras vidas no con una obra material, ni una dádiva dentro del cabestrillo oscuro del ofrecimiento innoble; sino que nos legó su obra espiritual, su ejemplo moral y ético, sobre todo su honradez, su desprendimiento personal durante toda su vida, sin tregua y sin mácula».
Me recordaba el c.Eduardo Obando Lino, que uno de los ejemplos más bellos que nos dejó Haya de la Torre que siempre iluminará el camino de los verdaderos apristas, es el que se encuentra hoy en las sombras y casi oculto en la Jefatura del Partido en Alfonso Ugarte. Allí sobre su escritorio hay una placa humilde de un acrílico proletario con esta enorme frase: «Aquí escuchaba al Pueblo».
En esta trayectoria, Haya de la Torre fue acompañado por grandes personajes como Luis Alberto Sánchez, Antenor Orrego, Manuel Seoane, Manuel Arévalo, Luis Negreiros Vega, Carlos Manuel Cox, Luis Heysen, Fernando León de Vivero, Armando Villanueva, Ramiro Prialé, Manuel Barreto, Alfredo Tello Salavarría, Andres Townsend y otros destacados personajes apristas que, a pesar de las discrepancias internas, siempre miraron desde abajo al supremo líder, la máxima entidad del partido del pueblo.
Ojalá los jóvenes lideres apristas entiendan y recojan esta profunda aserción de filosofía política, escuchen al pueblo y sobre todo a su heroica y sufrida militancia, sindicatos, agrupaciones profesionales y bases, ahora que el PAP a renacido como el Ave de Fénix: que el verdadero entendimiento de lo que es el aprismo nos lo da la anécdota que tanto citaba Haya de la Torre cuando los esbirros de una de las tantas dictaduras llevaba a un “Tigre de Laredo” para torturarlo y le decía a la par que le pegaba:
“¿Cómo puedes tú, ignorante ser aprista si el aprismo tiene una doctrina, una filosofía, dónde te va a entrar en la cabeza?” y el analfabeto respondía golpeándose en el pecho: “Es cierto, soy ignorante, a mí no me entra en el cerebro, me entra en el corazón».
Quién no sienta eso, no es aprista, por más títulos y pergaminos que tenga, por más «palabreo» que lo acompañe, por más astucia e inteligencia que se le reconozca. Haya lo decía: El APRA es una obra de amor y no un club de amigos o amigotes.
SEASAP