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5 cosas que puedes hacer para contaminar menos al viajar en avión
Cada vez que subes a un avión, estás contribuyendo a la emisión de gases de efecto invernadero y al empeoramiento del cambio climático.
Lo mejor, según la reportera ambiental de la BBC News, Laura Foster, es no volar directamente y elegir medios alternativos de transporte.
Al viajar en tren, por ejemplo, un pasajero responde de la emisión de 14 gramos de dióxido de carbono (CO2) por km, en comparación con los 285 emitidos «por pasajero» si el medio elegido es el aéreo.
En el caso de los aviones más grandes, el número de pasajeros disminuye, ya que el total se diluye con un número mayor de pasajeros y la media se sitúa en algo más de 170 gramos de CO2 por kilómetro, según un informe de la London School of Economics (LSE).
Pero uno de los mayores problemas de la aviación es que no solo emite CO2.
Cuando los aviones queman combustible, también liberan vapor de agua y óxido nitroso, otros gases de efecto invernadero.
Y esas emisiones ocurren en grandes altitudes en la atmósfera, donde el impacto es mayor debido a una serie de reacciones químicas.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) estima que el impacto de la aviación sobre el cambio climático es de dos a cuatro veces mayor que el efecto de sus emisiones de CO2.
Pero si decides volar, hay factores que puedes tener en cuenta para reducir tu emisión de carbono.
1) Ligero equipaje
Cada objeto cargado en un avión lo hace más pesado. Y cuanto más pesado sea el avión, más combustible se necesitará.
Así que cuando vayas a empacar, averigua si es posible dejar algo de ropa o accesorios en casa.
También puede considerar si es posible pagar demasiado para compensar algunas de sus emisiones. El dinero extra se usa en proyectos que absorben las emisiones de la atmósfera, como la plantación de árboles.
Sin embargo, un estudio de la BBC señaló que menos de la mitad de las 28 principales compañías aéreas consultadas ofrecen esta posibilidad a los clientes.
Incluso cuando las compañías aéreas ofrecen la opción de que el pasajero pague más para reducir la emisión de carbono, menos del 1% de ellos optan por hacerlo.
2) Vuele directo
Los aviones usan la mayor parte de su combustible cuando despegan y cuando aterrizan.
Si puedes volar sin escalas hasta tu destino, tu emisión de carbono será menor.
Un Boeing 747 usa aproximadamente cuatro litros de combustible por segundo. Durante un vuelo de 10 horas, el avión puede consumir unos 150 mil litros.
3) Elija los asientos más baratos
Un estudio del Banco Mundial de 2013, realizado por Heinrich Bofinger y Jon Strand, muestra que si vuelas en clase ejecutiva o en primera clase, respondes por al menos tres veces más emisiones de gases de efecto invernadero que las que «emitirías» si viajaras en clase económica.
En la Sección Económica hay más asientos, así que más pasajeros pueden ser transportados con el mismo combustible.
El estudio destaca que el espacio ocupado por un asiento de primera clase puede ser hasta cuatro veces el de un asiento económico.
4) Elija con cuidado su compañía aérea
Algunas compañías aéreas producen más emisiones que otras.
Un estudio de la LSE publicado en marzo comparó las emisiones de CO2 de las distintas compañías aéreas y encontró diferencias importantes.
EasyJet, por ejemplo, emite 75 gramos de CO2 por km por pasajero, frente a los 172 de Korean Air.
Sin embargo, algunos críticos señalan que, aunque empresas como EasyJet pueden producir menos emisiones, al ofrecer pasajes más baratos, están alentando a más personas a optar por el transporte aéreo.
La aviación mundial contribuye en su conjunto con aproximadamente el 2% de las emisiones de CO2, pero el impacto de este sector aumentará entre el 200% y el 360%, debido a pasajes más baratos, según estimaciones citadas por el sitio Británico Carbon Brief, que cubre ámbitos como la ciencia climática, la política climática y la política energética.
5) Use su aeropuerto local
Si vas al aeropuerto en coche emite más gases de efecto invernadero quemando más combustibles fósiles que en tren, por ejemplo, o si usas una terminal más cercana.
Viajar en un coche de cuatro personas emite 42 gramos de CO2 por pasajero por km, según la EEA. Las cifras varían considerablemente en función de la eficiencia energética del vehículo.
Los coches eléctricos emiten menos CO2, pero es importante determinar la fuente de generación de electricidad utilizada para cargar la batería del vehículo.
En Noruega, por ejemplo, la mayor fuente de electricidad es la hidroeléctrica, mientras que en el Reino Unido son la combustión de combustibles fósiles y algunas fuentes renovables.
En países como la India, las emisiones de un coche eléctrico pueden ser cuatro veces mayores que en otros países, porque la fuente de energía es principalmente la red de plantas generadoras basadas en la combustión de carbón.