PEDRO CASTILLO el Flautista de nuestra Hamelin Electoral

Por: Luciano Ponce Lancho

En medio de la tragedia pandémica actual, y desde el lado más terrorífico y oscuro de la peste genocida senderista, la ironía de que, en el Perú, la realidad rebasa la ficción, parece repetirse, como los embates de apocalípticos jinetes o de bíblicas plagas.

Cual juglar tenebroso, aparece un flautista encantador, en esa Hamelin que se ha convertido la contienda electoral, para seducir, con melodías, la ingenuidad del votante harto de las ratas de la corrupción y la falta de liderazgo.

Ese flautista ofrece que el Estado pagará las multas de los que hayan cometido infracciones de tránsito; que cambiando la Constitución Política, se solucionará como un simple encanto, la grave crisis económica que ahora afronta nuestra patria; y que ese lápiz en forma de flauta que lleva consigo, conducirá a las nuevas generaciones a un futuro, pero aterrador.

¿Qué les parece ?

Lo grave de ésta historia, es que no es un cuento infantil, ésta se escribió con la sangre de miles de campesinos, obreros, profesores de escuela, dirigentes sindicales, autoridades, policías y militares que ofrendaron su vida frente a los insanos intentos de destruir el Estado Peruano en los años 80, por la mal llamada Lucha Armada, genocida acción terrorista del Partido Comunista Peruano Sendero Luminoso.

Hoy se pretende hacerlo dizque con un lápiz, o una flauta?. La evidencia del señor Pedro Castillo debe motivar la más profunda reflexión y acción: el caldo de cultivo del senderismo está hirviendo y en plena cocción, y nosotros adormecidos por tantos desencantos.

Cuidado, mucho de lo avanzado se perdió: el crecimiento económico, la reducción de la pobreza; y el tiro de gracia que significa la Pandemia del Coronavirus; sin embargo, quedan en cuanto a redistribución de la riqueza, aún, las obras públicas, la infraestructura, el capital humano y la capacidad de emprendimiento de nuestro pueblo.

El pueblo derrotó al terrorismo y derrotará al coronavirus, a pesar de sus malos gobernantes.

Pero seamos conscientes, que nuestra patria sufre, la desestructuración, la inequidad, la ausencia del Estado, la falta de liderazgo y el aumento de la extrema pobreza, esa que alimenta un caldo de cultivo pernicioso y genocida.

Pedro Castillo está dándole expresión política a las carencias de la extrema pobreza, para utilizarlas en su fin proselitista y reconducir la destrucción del Estado Peruano con formas aparentemente sutiles, pero que encierran el mismo objetivo.

Cómo él lo dice, ya no es necesario el fusil, el arma de ahora es un lápiz, para escribir un amago de «texto constitucional» y desde allí destruir las libertades y valores de la sociedad peruana.

No señor Castillo, detrás de su disfraz y las melodías de su discurso, cuál flautista senderista que robó nuestros niños llevandoselos y adoctrinándolos para una guerra genocida que nos costó mucho. Hoy los peruanos que vencimos a Sendero, lo volveremos a vencer.

Usted nunca será una opción real, pero su sola presencia nos debe despertar del encanto reptiliano que hemos vivido y saber que el Perú, debe reafirmar en su bicentenario, los propósitos libertarios que inspiraron la Independencia del Perú.

La respuesta de nuestra Generación Bicentenario es construir el camino que nos lleve de ser esa república incompleta «posible» del siglo XIX, a lograr una auténtica República Democrática en nuestro Perú.

Esa construcción de nuestra ciudadanía en pleno siglo 21, requiere fortalecer las libertades constitucionales, visión económica, partidos políticos verdaderos y organizar un Estado que funcione al servicio de las mayorías, deberes y derechos. Nada más alejado de las ofertas electorales de nuestro Hamelin peruano. Estamos advertidos!