Siria: EE.UU. ataca dos bases controladas por fuerzas iraníes

Esta operación marca la primera acción militar de la presidencia de Joe Biden y surge en respuesta a ataques dirigidos contra el ejército estadounidense durante las últimas dos semanas.

Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos atacaron este jueves con misiles dos bases identificadas como controladas por milicias chiítas.

Esta operación marca la primera acción militar de la presidencia de Joe Biden y surge en respuesta a los ataques dirigidos contra el ejército estadounidense durante las últimas dos semanas.

El lugar no está específicamente relacionado con los ataques con cohetes, pero se cree que es utilizado por milicias chiítas apoyadas por Irán que operan en la región, indica la prensa estadounidense.

Statement from @PentagonPresSec on airstrikes conducted tonight by U.S. military forces against infrastructure utilized by Iranian-backed militant groups in eastern Syria.? pic.twitter.com/dMdsMmpuAO

— Brett McGurk (@brett_mcgurk) February 26, 2021

Según un comunicado del Pentágono, «las fuerzas militares estadounidenses han llevado a cabo ataques aéreos contra la infraestructura utilizada por grupos respaldados por Irán en el Este de Siria».

Al mismo tiempo, actuamos de manera deliberada con el objetivo de desacelerar la situación general en el Este de Siria e Irak», dijo El Pentágono, quien agregó que los ataques destruyeron varias instalaciones de un punto de control utilizado por varios grupos militares, incluidos Hezbollah (Kh) y Kata’ib Sayyid al-Shuhada (KSS).

También se cree que el lugar es utilizado como parte de una operación de contrabando de armas por las milicias. Los ataques se llevaron a cabo para disminuir la capacidad de los grupos para llevar a cabo ataques futuros y para enviar un mensaje sobre los ataques recientes, confirmó el Pentágono.

La decisión de disparar misiles contra las bases en Siria se tomó «de arriba hacia abajo», dijo un oficial de defensa a CNN, y no debido a una recomendación específica de los militares.

Los ataques ocurren en el momento en que Washington y Teherán negocian sobre el programa nuclear del país, siendo que esta operación militar puede complicar un proceso ya frágil.