Pedro Marmaja más «Terco y Ciego» que Oblitas

TODOS LOS CAMINOS DE LA CORRUPCIÓN CONDUCEN A VACANCIA PRESIDENCIAL

«El juicio primero que se forma de un soberano y de su entendimiento se apoya en el examen de los hombres que le rodean»

(N. Maquiavelo, El Príncipe pág. 134).

A Pedro Marmaja se le ocurrió convocar a  Palacio de Gobierno a las 5.30 pm sin saber a donde va, balbuceante lleno de motocidad inentendible a líderes de izquierda radical de Perú Libre como Guido Bellido, Waldemar Cerrón y de la «izquierda trasnochada y achorada» de Verónika Mendoza y el «cura» Arana. Se plantearon concensos, pactaron acuerdos, repartijas?  O una pantomima para ganar tiempo y distraer?

En esta cita de emergencia palaciega asistió la presidenta del Partido Político Magisterial y Popular, Mery Coila,  representantes de diversas bancadas del Congreso, como la presidenta de Somos Perú, Patricia Li; el presidente de Podemos, José Luna Gálvez; el secretario general de Avanza País, Edwin de la Cruz; el vocero de Acción Popular, Elvis Vergara; el presidente de Juntos por el Perú, Roberto Sánchez.

El congresista Waldemar Cerrón en declaraciones a los periodistas al término de una reunión con representantes de agrupaciones políticas con participación en el Congreso:

“Quienes están aquí son partidos políticos que han abierto las puertas, no han venido a presionar a nadie, han venido a sumar. Invito a las demás fuerzas políticas para que puedan sumarse”.

“Estamos dando la cara a nuestro país y nos estamos poniendo a disposición del pueblo. El pueblo nos ha elegido y por el pueblo es que tenemos que trabajar”, sentenció el parlamentario.

Alguien le cree a Waldemar Cerrón? Una evidencia que el gobierno de Perú Libre esta convulsionado por la corrupción y la pérdida de valores, sin respeto a la Constitución, la verdadera esencia de la democracia y gobernabilidad? Un gobierno desacreditado que recurre otra vez  a la «suma politica» para asegurar blindaje del jefe del Estado, atrapado sin salida, contra las cuerdas por la fiscalía.

En este escenario, nadie da puntada sin hilo, tan fácil no pueden caer líderes políticos «mañosos» que den apoyo al presidente sin pedir nada a cambio. Podrán desarrollar todo su potencial político  “todos valen para algo” y en ese algo ESTA LA REPARTIJA. “Todos quieren su parte y dejan pasar todo»?  Queda claro que el “arte” de gobernar no es cosa que se improvise y que pueda ejercer cualquiera sino que exige formación, experiencia política y capacidades concretas, las que carece el presidente Pedro Castillo.

De poco o nada vale plantear grandes reformas administrativas o crear una categoría de directivos públicos profesionales si los máximos responsables de los distintas organismos públicos viven al margen de cualquier exigencia de formación y excelencia?

Qué estaremos pagando como para tener impresentables, delincuentes, aventureros, proterrucos  infiltrados en todo el aparato del Estado? Hay muchas formas de clasificar a los políticos, según ponderemos su ideología, su agresividad, su carisma, su preparación, su resistencia, su locuacidad o su apariencia física.

La firme que podemos etiquetarlos y los políticos mismos se encargan de lanzarse unos a los otros toda clase de calificativos. Los adjetivos que vuelan y que nosotros les arrojamos son de muy diversa índole: comunistas, caviares, derechistas, violentos o pacíficos, simpáticos o antipáticos, duros o blandos, hablantines o callados, feos o guapos.

La lista es casi infinita, y según sea nuestro punto de vista consideramos cada rasgo como positivo o negativo. Podemos hacer una apología de la dureza y la violencia o defender el izquierdismo y la simpatía. Pero hay algunos calificativos que molestan a la ciudadanía la estupidez y la corrupción.

La estupidez de Pedro Marmaja es de tal magnitud que niega el pensamiento moderno de René Descartes, por seguir el disparatado y violento pensamiento Gonzalo y el camino del «lagarto» Vizcarra.