¿Tumbes es una coladera para venezolanos?

Todo el sólido Norte se ha visto resquebrajado por un fuerte ciclón con mal olor a delincuencia veneca, que ha lumpenizado con fornicación masoca la paz y tranquilidad en las calles. Deliciosas arengas de «arepas calenticas», tizana fresca en una esquina, despachaditas «bombas» que desfilan entre los autos detenidos por el tráfico , mientras cachapas, asado negro y pabellón criollo llegan a la mesa de comensales peruanos, todo ello ofrecido por chamas y chamos en distintas partes de nuestras regiones y en la ciudad de Lima.

Bien que entre países hermanos nos demos las manos, pero hay que lavarselas y muy bien, no cerremos los ojos esta estampa de convivencia llegó con infiltración de muchos delincuentes, rateros, secuestradores e irrespetuosos de Maduró, que tienen en zozobra a nuestra población. Ya es hora de parar esta ola del hampa venezolana, no sólo basta capturar a los delincuentes y expulsarlos. No, hay que decir BASTA. Ni uno más. Ya estamos invadidos por más de UN MILLÓN de venezolanos (supera los casi 800 mil según cifras de la Superintendencia Nacional de Migraciones), lo real es que para la mayoría de peruanos, sólo sería constatar una amenaza: el Perú de Vizcarra, de Gorriti y los «rojetes» está volviéndose una República Bolivariana.

Cuantos peruanos se han quedado sin chamba porque el empresario prefiere una mano mas barata? La pobreza se modificó, se recicló, se reacomodó, adquirió otro carácter, mas violento, sigue siendo y ha seguido siendo una condición que existe como parte de un sistema segregado. Las rutas ilegales de la migración: aumenta el ingreso irregular de extranjeros a Perú. Venezolanos que no cuentan con visa humanitaria usan pasos clandestinos en Tumbes y Piura que no están custodiados por las autoridades. En el trayecto son apoyados- previo pago- por grupos de ‘coyotes’.