La Importancia de NO MENTIR en la Política Peruana

La Importancia de NO MENTIR en la Política Peruana

Las elecciones congresales extraordinarias ya culminaron, las credenciales ya fueron entregadas, las listas para postular a la mesa directiva también ya se conocen (salvo sorpresa de último momento), como también se sabe que el jueves 12 de marzo los electos congresistas tomarán juramento (espero que nadie lo haga “por la plata”), y una vez elegida la mesa directiva, se distribuirán las comisiones de trabajo y designarán a sus presidentes, para luego comenzar a debatir y elaborar la agenda país, del cual se extraerán los temas a abordar y que marcará el derrotero del tipo de congreso que vamos a tener durante el periodo complementario 2020 – 2021. ¿Será peor, igual o mejor que el anterior?, no sabemos, el tiempo lo dirá.

Es evidente que durante la campaña, los candidatos hicieron suya las propuestas señaladas en el programa de su partido, al cual agregaron otras a título personal, siendo una de las principales promesas la de impulsar los proyectos de reforma política, judicial y electoral actualmente encarpetados por la saliente comisión permanente (remanente del congreso disuelto) y principalmente eliminar la inmunidad  parlamentaria.

Si asumen la típica conducta mentirosa, traidora y vergonzante del político tradicional

Ahora,el electorado estará vigilante y pendiente del cumplimiento de las promesas electorales. En tal sentido, sí el congresista, es coherente en su discurso (durante los debates) y consecuente con su voto (en comisiones y en el pleno), aun perdiendo sus propuestas y/o iniciativas legislativas, el electorado sabrá entender que le fue leal, y lo seguirá acompañando en los futuros procesos electorales, pero si asumen la típica conducta mentirosa, traidora y vergonzante del político tradicional, entonces ellos mismos y el partido al que pertenecen, estarán cavando su propia tumba con miras a las elecciones presidenciales de abril del 2021.He aquí pues, la gran importancia de no mentir(“por sus frutos os conoceréis”).

En este escenario y por el bien de los partidos, de la nueva generación y por la salud de nuestra joven democracia, esperamos que los integrantes del flamante congreso, se comporten a la altura de la circunstancias, inaugurando nuevos hábitos en la política, actuando con la madurez que el país exige, es decir con honestidad, transparencia, consecuencia y espíritu democrático; sepultando las viejas taras y malas prácticas que tanto daño le hicieron al país a lo largo de su historia republicana, tales como:

La corrupción, los lobbys, el blindaje (otorongo no come otorongo), el  obstruccionismo, el revanchismo, la traición, la mentira y el servilismo a los grupos de poder económico etc.

Solo,si abandonamos estosmalos hábitos, podríamos decir que estamos en un punto de inflexión e iniciando un proceso de verdadero cambio, que nos permita avizorar con ciertaesperanza de cara al Bicentenario de nuestra vida republicana, el desarrollo de nuestro país; para el cual se requiere el concurso de la sociedad civil organizada, el compromiso de las instituciones públicas y privadas con el proceso de cambio y desarrollo, pero fundamentalmente el grado de participación que asuman como columnas de la democracia, los partidos políticos a través de la formación de nuevos cuadros,  el buen comportamiento de sus “líderes” o caudillos, como la participación activa de sus militantes.Hagamos el intento, total, la esperanza es lo último que se pierde…