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A 26 AÑOS DEL CONFLICTO DEL CENEPA
Escrito por: El General de División EP(r) Roberto Chiabra Leon
Hace 26 años, un hecho historio sin precedente en la Historia del Perú, y hoy casi una generación después, se está dando por olvidado, esta fue el Conflicto del Cenepa , un remoto lugar e inhóspito terreno, ubicado en la frontera de la zona no demarcada de la Cordillera el Cóndor, entre la frontera del Perú y Ecuador, A fines del mes de Enero se dio el inicio de hostilidades en dicha zona.
EL Tratado de RIO E JANEIRO se firmó el 29 de Enero de 1942, con el aval de 4 países garantes, debió significar el fin de años de desencuentros, pero al abandonar Ecuador en forma unilateral la Comisión Mixta Demarcadora en 1951 quedó pendiente de demarcar un sector de 78 kms en la zona de la Cordillera del Cóndor que se convirtió en el escenario de conflictos e incidentes militares de diversa intensidad provocados en forma sistemática por Ecuador.
Antecedentes del conflicto del Falso Paquicha
El ataque en 1978 al PV Jiménez Banda fue superado por los jefes de Estado Mayor de los ejércitos quienes convinieron en replegar los PPVV a fin de evitar futuros incidentes y establecer una “Cartilla con Normas de Comportamiento” de uso obligatorio por los jefes de las unidades de frontera para solucionar incidentes fronterizos, proporcionarse apoyo mutuo y estrechar los lazos de amistad. Incumpliendo con lo acordado infiltran tropas en la zona no demarcada, en el sector del Comaina, ocupando las instalaciones que se habían dejado amparándose en su histórico recurso de la ‘doble toponimia’. Al ser detectados fueron expulsados en forma rápida mediante una Operación Aeromóvil en enero de 1981, pero faltó la decisión política de convocar a los garantes y exigir a Ecuador con terminar la demarcación faltante. Se solucionó el incidente, pero no el problema.
Como reconocen, después de esta decepcionante experiencia se armaron, escogieron y prepararon el terreno durante 14 años, esta vez en un sector no demarcado de la Cordillera del Cóndor de mayor dificultad y de difícil acceso para nosotros tal como lo señala el jefe del CCFFAA de Ecuador, general Víctor Bayas, “Fue un sentimiento de responsabilidad y un análisis a futuro, las FFAA tuvimos el acierto de hacer una visualización de lo que sería el escenario del futuro y comenzamos a preparar el elemento humano y nuestros medios materiales para ser garantes de la soberanía nacional”. Quito, 21 feb 95 (AP).
Inicio del Conflicto del CENEPA
Los incidentes generados por Ecuador en la zona sin demarcar se solucionaban aplicando la Cartilla de normas de Comportamiento, pero el 26 de enero de 1995 atacan en forma sorpresiva y traicionera a la patrulla “Roosevelt” del Tte William Guzmán Espinoza que cumplía una misión de reconocimiento a la altura de la quebrada Fachín, en nuestro territorio. Este traicionero ataque es la causa que da origen al conflicto del Cenepa en 1995. El Tte Guzmán dio cuenta del inesperado ataque, solicitó apoyo y se estableció en Cota 1400. El mal tiempo en la zona que impedía la llegada de refuerzos fue aprovechado por el enemigo para hostigarlo falleciendo el Tte Guzmán junto con el SO3 Segundo Michan Infantes, al caer una granada de mortero en la posición donde se encontraban. Ante lo sucedido, el sgto 1º Segundo Soto Paz cumple con el principio de que “el comando nunca muere” toma el comando de la patrulla, adopta una posición defensiva y dispone el entierro temporal de los fallecidos. A pesar de su superioridad numérica el enemigo no intentó desalojar a la patrulla de la altura que ocupaban. Al enterarse del ataque a la patrulla “Roosevelt”, al día siguiente, 27 de enero, las patrullas del BIS 25 y del RCB 113 de la 5ta DIS ubicadas frente a una patrulla ecuatoriana que estaba en “cueva de los tayos” atacan la posición originando la huida de los soldados hacia Coangos dejando abandonado tres cadáveres, armamento, munición y abastecimientos. Al mejorar el tiempo en la zona, sale el 29 de enero una escuadrilla de cuatro helicópteros, encabezada en forma voluntaria por el Cap EP Luis García Rojas en un MI-8, para apoyar a la patrulla “Roosevelt”. A la altura del helipuerto Tormenta la escuadrilla es sorprendida por la defensa antiaérea del enemigo -por primera vez abría fuego en el conflicto- que impacta el helicóptero del Cap García y lo convierte en una bola de fuego. En la persecución de las tropas que escapaban de “cueva de los tayos” hacia el PV Coangos fallece por disparos de tiradores emboscados el Cap Marco Jara Schenone, que fiel a su costumbre marchaba a la cabeza de su patrulla. Las patrullas ocupan Cota 1240 (“base sur”) el 02 de febrero. Por esta fecha, la situación aérea no nos era favorable. Habíamos sufrido la pérdida de 4 aviones y 2 helicópteros, con el fallecimiento de 6 pilotos FAP.
Impulso a las Operaciones
Ante la pérdida de las aeronaves y la situación sin definirse en tierra, el P-CCFFAA decide impulsar las operaciones. Para este fin me ordena constituirme en el PV1 para que conduzca directamente las operaciones. También dispone el ingreso de más tropas de FFEE y, ante mi recomendación, de tropas del Frente Huallaga “con experiencia de combate en selva, de gran facilidad de orientación, resistentes a la fatiga y sobre todo sin miedo a la muerte”. Al llegar a Ciro Alegría los pilotos me informan del peligro que representaba la ubicación del PV Cóndor Mirador en la única ruta de acceso que se tenía para llegar al PV1 por lo que dispongo que el Batallón No 32 de Huancayo de protección al flanco oeste desde el PV12. Estando en el PV1 dispuse la consolidación de “cueva de los tayos” con el Batallón No 31 de Cañete y de Cota 1240 (base sur) con el Batallón No 61 de la DIFE. La presencia en el PV1 del sgto 1º Segundo Soto Paz y 12 soldados de la patrulla “Roosevelt” con sus armas y equipos, a quiénes considerábamos como desaparecidos, nos levantó la moral, que se incrementó con el impacto a un avión A-37B por los tiradores antiaéreos de la FAP y la captura del primer Prisionero de guerra, sgto Rva Julio César Chalá Arce. Al ubicarse una posición preparada y ocupada en las alturas de Cota 1209 “La Montaña”, se planea y ejecuta el 13 de febrero una acción ofensiva con patrullas de las unidades del Frente Huallaga y fuerzas del BC 19, apoyadas con una batería de cuatro piezas Otomelara, provocando que los soldados ecuatorianos abandonen la posición dejando abandonado armamento, munición y abastecimientos. Para el jefe del CCFFAA, Gral Víctor Bayas, los momentos más difíciles del conflicto militar con Perú fueron “Los días 10, 11 y 12 de febrero cuando el dispositivo militar (local) del alto río Cenepa fue atacado con todo el impulso que tenía Perú”. Quito 21 feb (AP). La cancillería ecuatoriana pide una “momentánea tregua” con intervención de la Cruz Roja Internacional para sepultar a sus muertos, la cual fue rechazada por Perú. Sí decían que tenían dominio de la situación no necesitaban de una tregua para recoger a sus muertos; tenían toda la libertad de hacerlo. Como demostración de que teníamos la iniciativa se declara unilateralmente el cese de fuego a partir de las 1200 horas del 14 de febrero, el cual fue acatado de inmediato por el Ecuador. El periodista de la revista Vistazo, Simón Espinosa Cordero, en su artículo “Hacia un nuevo Ecuador” del libro “Tiwintsa” (1995) señala: “Un grave error de falta de sicología social en los canales fue la transmisión de la declaración unilateral del alto el fuego por parte del Perú luego de una supuesta caída de Tiwintza, Base Sur y Cueva de los Tayos, los tres destacamentos ecuatorianos objeto primordial de los ataques de las fuerzas peruanas. Fue el momento de más baja moral en la población durante todo el conflicto (…)”. Tres días después, el 17 de febrero, se firma la Declaración de Paz de Itamaraty donde se acuerda el cese de las hostilidades y el envío de una Misión de Observadores para verificar el cese de fuego. Incumpliendo lo acordado infiltran una patrulla que es emboscada en la trocha que conduce de Coangos a Cota 1061 capturándose al cabo 2º Pedro Baltazar Mayancha. Continúan hostigando la zona de combate con los lanzadores múltiples ubicados en Cóndor Mirador y Coangos -por restricción política no podíamos atacar- y aproximan tropas de Banderas a Cota 1061 para organizar esta posición que tenían fortificada. A nosotros nos costaba “un Perú” ingresar tropas al PV1 para reforzar el dispositivo porque sólo teníamos una sola vía de aproximación, la vía aérea Ciro Alegría-PV1 (45’), donde los helicópteros llegaban cuando el “mariscal tiempo” lo permitía, a veces uno o dos al día y otras veces ninguno.
MISION DE HONOR
Según lo acordado en Itamaraty la Misión de Avanzada de Observadores de los Países Garantes, al mando del general de Brasil Ariel Pereira de Fonseca, visitaría el día 21 Patuca y Coangos (Ecuador) y luego Piura y el PV1 (Perú) para verificar el cese de fuego. Al tomar conocimiento que pretendían llevarlos desde el PV Coangos a Cota 1061 (su tiwinza) ubicada en nuestro territorio, se organiza una patrulla con los RPG (arma antitanque) y decide ejecutar una acción ofensiva sobre Cota 1061 con todas las fuerzas disponibles. Se emiten las órdenes por escrito (Misión de Honor) para las unidades. La ofensiva lanzada el 21 de febrero encontró fuerte resistencia porque las fuerzas que la ocupaban disponían de armas colectivas y tenían minadas la quebrada delante de la posición y las trochas de acceso. Pero el accionar de los soldados del Huallaga por el frente y los flancos, y la caída por retaguardia de los comandos del BC 19 los hizo abandonar la posición alcanzándose el objetivo al final del día 21. Conociendo lo que sucedía en la zona de combate el comando ecuatoriano decide infiltrar a la zona una patrulla de reclutas y reservistas la cual es sorprendida el 22 de febrero por la patrulla de los RPG en “El Maizal”, zona despejada al norte de Cota 1061, ocasionándoles ese “miércoles negro” 14 muertos y 20 heridos. Como reconocen en una hora tuvieron un número de bajas similar a las sufridas en todo el conflicto.
RELACIONES CON ECUADOR
Al conocer la situación de sus fuerzas en la zona de combate el presidente Sixto Durán-Ballén le envía una carta al presidente Bill Clinton pidiéndole “un enérgico y decisivo involucramiento de Estados Unidos para asegurar el cese de fuego”. El canciller Edgar Terán pide a los países garantes “es urgente” que envíen observadores a la zona porque “toda demora tendrá por resultado envalentonar a los militares peruanos”. (Washington, febrero 24 AFP). El Congreso le sugiere al presidente Sixto Durán-Ballén “que solicite con carácter urgente la presencia de la Fuerza de Paz de las Naciones Unidas” (Quito 24 (AFP). La cancillería ecuatoriana reclama y obliga que retiren del cargo al general Ariel Pereira de Fonseca porque en conferencia de prensa elogió la bravura de los soldados peruanos “en defensa de su territorio en condiciones tan adversas”. Según el canciller ecuatoriano “Posiblemente el general no comprendió que al elogiar la defensa del territorio peruano implicaba insinuar que el Ecuador había atacado, cosa que no era verdad y, además prejuzgaba a qué país pertenecía el lugar en que se había dado la lucha”. La Asociación de Generales y Almirantes en Servicio Pasivo expresa su preocupación por lo que estaba sucediendo en la zona de combate “da la sensación qué existe una inclinación simpática de parte de los garantes hacia Perú, ya que sabiendo cómo está la situación (en el campo de batalla) afirman que después de diez días recién llegará el grupo de observadores militares, para materializar el acuerdo de alto el fuego”. “Más que irresponsabilidad, los países garantes brindan poca importancia a lo que está sufriendo un país pequeño (Ecuador), dándole la oportunidad a Perú para que consolide posiciones (militares) y refuerce su sistema ofensivo y mejore su táctica”. 24 feb (EFE).
RECONOCIENDO LA DERROTA MILITAR
En el fascículo la “Epopeya del Cenepa” del diario Hoy de Quito del 22 de febrero de 1995 se presenta el artículo “Sacrificio en el Maizal”: “El mando ecuatoriano ordenó la entrada a la línea del frente de una patrulla de reservistas para cuidar el maizal. A las 10 de la mañana de ese “miércoles negro”, cuando los ecuatorianos se dieron cuenta, los peruanos estaban a menos de 5 metros: echaron gases tóxicos y prácticamente “fusilaron” con lanzallamas y fuego de fusilería a los sorprendidos ecuatorianos. La emboscada fue repelida, pero el costo fue altísimo. En una hora el Ecuador tuvo más muertos que en todos los días anteriores del conflicto”. Sobre el 22 de febrero el jefe del Comando Conjunto, general Paco Moncayo, señala: “Mientras (los observadores) se encuentran en nuestro destacamento (Coangos) y con la seguridad de que nosotros no usaríamos nuestros medios aéreos y de artillería, los peruanos atacaron tiwinza, el maizal, la ‘Y’ y Base Norte. Nuestras tropas rechazan los ataques, pero sufrimos las mayores bajas de la campaña: 14 muertos y 20 heridos” (Especial multimedia “20 años de la Guerra del Cenepa” del diario El Comercio de Quito de 29/1/15).
FIN DEL PERIODO MILITAR
Las acciones del 22 de febrero marcan el fin del periodo militar del Conflicto. Seis días después se firma la Declaración de Montevideo (28 de febrero) que ratifica lo acordado en Itamaraty, llegando el 01 de marzo los agregados militares de los países garantes como observadores militares al PV1 (Perú) y Coangos (Ecuador) para supervisar el cese de hostilidades y cese de fuego; iniciándose el 12 de marzo el Momento de la MOMEP que tenía como objetivo crear las condiciones para el desarrollo del Periodo Diplomático. Como resultado de las operaciones militares desarrolladas del 26 de enero al 28 de febrero de 1995 tuvimos 77 bajas (15 oficiales, 08 suboficiales, 51 clases y soldados y 03 nativos “yachis” desaparecidos). En Ecuador reconocen que tuvieron 34 muertos y 131 heridos (44 con pérdida total o parcial de sus piernas, 02 con mutilaciones en sus brazos, 07 con serios problemas auditivos y 78 que sufren de esquizofrenia y psicosis de guerra).
REFLEXIONES DE ORDEN MILITAR
La selva es un escenario que proporciona a las operaciones militares un carácter especial donde el soldado tiene que vencer a la naturaleza y el adversario. En la selva del Cenepa tuvimos como implacables enemigos a las minas antipersonas y la doble toponimia. Estábamos obligados a abrir trochas nuevas para eludir las minas y nos “costaba un Perú” sacarlos de sus posiciones porque con el recurso de la doble toponimia seguían ocupándolas y presentándolas intactas porque estaban en su territorio, que no era la zona de combate. El ejemplo de la ‘cueva de los tayos’ es elocuente, mientras el presidente, los periodistas y los soldados se bañaban en esta cueva, ellos no la presentaban, pero aseguraban ante la opinión pública que seguía bajo su control. Como han reconocido, se prepararon desde 1981 y tenían todas las ventajas: facilidad de refuerzo en corto tiempo, posiciones preparadas con campos minados en las quebradas, minas antipersonas en las trochas y lanzadores múltiples de 12 bocas ubicados en Cóndor Mirador y en Coangos, pero nunca tuvieron la convicción de realizar una acción ofensiva. Mantuvieron una actitud netamente defensiva sin exponerse ni comprometerse, cambiando espacio por tiempo, retirándose hacia la línea de frontera para “Conservar al máximo su capacidad de combate, evitar sufrir bajas y ocasionarnos un mayor desgaste” y para evitar una nueva operación relámpago. Pero una guerra no consiste en resistir pasivamente ni en tratar de detener los ataques todo el tiempo que duren las operaciones, sino en buscar una ventaja y explotarla para realizar una acción ofensiva y lograr la victoria. Las causas de su actitud netamente defensiva las encontramos en su falta de experiencia de combate, en la influencia de la selva y en la valoración que tenían de nuestras fuerzas como lo expresa el Mindef, gral José Gallardo Román, en su artículo “La Defensa Militar del Alto Cenepa” del libro “Tiwintsa” publicado en 1995: “Lo más lógico era esperar el enfrentamiento con numerosas fuerzas muy fogueadas en la guerra en selva, que llegarían prevalidas de la fama de haber liquidado a SL uno de los movimientos guerrilleros más organizados y astutos”. Nuestra actitud fue netamente ofensiva. Maniobrando ofensivamente logramos ser superiores en los lugares escogidos y tuvimos éxito porque el conflicto se desarrolló en un terreno especial tipo selva donde las capacidades de las armas se reducen, el factor principal es el hombre y la experiencia de combate es decisiva. A diferencia del Conflicto de 1981 en esta oportunidad no había instalaciones por recuperar o conquistar. Pero tuvieron éxito en su estrategia comunicacional al imponer mediáticamente a ‘cueva de los tayos’, ‘base sur’ y ‘tiwintza’ como si fueran bases militares siendo sólo zonas de selva despejadas, como otras, cercanas a la línea de frontera dentro de nuestro territorio. Eran unos bohíos (chacras) que les servían para el abastecimiento de sus PPVV ubicados en la línea de frontera, como lo señala el jefe de operaciones, general Moncayo: “Tiwinza era una base logística sin importancia” y lo explica detalladamente el ministro de defensa, general José Gallardo, en el artículo “La Defensa Militar del Alto Cenepa” del libro Tiwinza. “(…) El ejército, desde hace muchos años ha venido patrullando las cabeceras del Cenepa, mediante Fuerzas que allí han establecido sus bases logísticas para dar mayor permanencia a su actividad (…). En la base sur y en tiwintsa se tenía tres bohíos, un helipuerto y ciertos cultivos; en la cueva de los Tayos un helipuerto y un bohío. La cueva de los tayos era el punto de encuentro y confraternización entre las patrullas ecuatorianas que provenían de base sur o tiwintsa y las peruanas provenientes de soldado Pastor (PV1), establecido en 1987”. Estos despejes de selva eran chacras y no puestos militares a conquistar o recuperar y su posesión no nos otorgaba ninguna ventaja operacional táctica ni estratégica, ni con su ocupación se daba fin al conflicto militar. En operaciones de selva no existe la ‘batalla decisiva’ ni la existencia de un ‘objetivo principal’ cuya captura y posesión otorgue una marcada ventaja estratégico-operacional que facilite el desarrollo de las acciones siguientes o que dé por finalizado el conflicto.
REFLEXIONES DE ORDEN POLÍTICO
Mientras que para Ecuador fue una Guerra con impuestos de guerra, llamamiento de reservas y movilización nacional, para nosotros sólo fue un Conflicto con participación de la 5ta DIS de Amazonas reforzada con soldados del BC 19 y del Frente Huallaga cuya participación fue vital para lograr la victoria en tierra, teatro donde se deciden las operaciones militares. Una guerra la gana el Estado que logra su objetivo político y en el campo militar la guerra la gana quien logra el objetivo estratégico que permite alcanzar el Efecto Final Deseado. Su ambicioso Objetivo Político de “tener acceso soberano al Marañón-Amazonas” exigiendo la nulidad o inejecutabilidad parcial del Protocolo de Río de Janeiro de 1942 no guardaba ninguna relación con el limitado Objetivo Militar de infiltrarse en nuestro territorio en la zona no demarcada, esta vez en el sector del Cenepa. A lo único que aspiraron fue a “cambiar espacio por tiempo” para impedir una nueva operación relámpago como sucedió en 1981. Su lema durante la guerra fue: “ni un paso atrás” porque “nunca dieron un paso adelante”. En ningún momento tuvieron la disposición ni menos la capacidad de abrir todos los teatros de operaciones y pasar del conflicto focalizado a una guerra a lo largo de toda la frontera. El periodista Alexis Valencia de la Revista 15 Días señaló en 1998: “Este esfuerzo hecho por el gobierno ecuatoriano de invertir un promedio de 500 millones de dólares anuales en la compra de armamento sofisticado dentro de su programa belicista contra el Perú desde 1981 hasta 1995 fue estéril. (…) no ha servido para avanzar un solo centímetro hacia el Amazonas y apenas para escenificar una victoria de fantasía maquinada como justificación de nuevas exacciones”. Como en toda guerra, lo real es lo que sucede en el teatro de operaciones y no en lo que se proyecta en los medios de comunicación. Su ‘histórica victoria militar’ que anualmente celebran es el traicionero ataque a la patrulla “Roosevelt” el 26 de enero. Victoria que terminó con los sucesos del 22 de febrero. Su ‘mito amazónico’ con la pretendida soberanía sobre el Marañón-Amazonas finalizó con las “opiniones -pareceres” emitidas por los garantes el 08 de mayo de 1998. El kilómetro cuadrado de territorio cedido a título de propiedad privada, sin soberanía, es “el maizal” (que no es un símbolo de resistencia sino de derrota) y es una generosa concesión de la diplomacia presidencial, no un efecto del conflicto militar ni del trabajo de cancillería. El excandidato presidencial, alcalde de Guayaquil y diputado Jaime Nebot dijo en 1998: “Lo más triste es que se pretenda obligar al país a que se caiga en la humillación de firmar en escritura pública de propiedad privada no soberana; ello quiere decir que estamos reconociendo por nuestra propia voluntad que tiwinza es de soberanía peruana, lo que equivale a decir que en 1995 el Ecuador invadió al Perú”. Forma parte de nuestra historia pelear solos contra todo y contra todos. En este Conflicto no solo tuvimos que enfrentar a la naturaleza, el adversario, las minas antipersonas y la doble toponimia sino también a los países garantes. Estados Unidos autorizando la venta de motores para facilitarle la compra de aviones K-fir a una empresa israelí. Argentina y Chile vendiéndole armas en pleno conflicto y Brasil autorizando el uso de sus aeropuertos para el reabastecimiento de los aviones con las cargas de armamento. El valor de esta guerra está en haber alcanzado una paz permanente. ¿Qué logró el Perú? “Culminar la demarcación faltante” y solucionar en forma definitiva el problema territorial según el Protocolo de Río de Janeiro de 1942 y el fallo del árbitro Días de Aguiar que por años desconocía Ecuador. ¿Que ganó Ecuador? “conocer la verdad” y lograr como señalan una “paz con dignidad”. El cierre definitivo de la frontera terrestre ha dado paso a una etapa de relaciones basadas en la cooperación y solidaridad donde ya no existe la preocupación de cada Estado por la política y el dispositivo militar del vecino sino por la aplicación de una política conjunta de desarrollo de fronteras habiéndose establecido el mecanismo de más alto nivel el ‘Encuentro de presidentes y Reunión del Gabinete Binacional” que se celebra anualmente desde 2007 y favorece el establecimiento y seguimiento de políticas y compromisos para la atención de las poblaciones fronterizas. Este conflicto de gran trascendencia para nuestra patria no es debidamente conocido ni valorado por los peruanos. La verdad de lo sucedido en la selva del Cenepa no se ha difundido, existiendo opiniones diversas sobre los hechos sucedidos por la intromisión de juicios de orden político en consideraciones de orden militar. Se deben evaluar los textos escolares que, formulados sin control de calidad, contienen información distorsionada de los hechos, engaña a nuestros maestros e influye en forma negativa en el conocimiento de nuestra historia y sobre todo en la formación de nuestros niños. “A 26 años del conflicto del Cenepa renuevo mi respeto y reconocimiento a todos los combatientes que aplicaron los principios y valores aprendidos en nuestras escuelas, bases y cuarteles; y tienen el orgullo y la satisfacción personal, que nadie les podrá quitar, de haber defendido la integridad territorial del Perú razón de ser de todo hombre de armas”. Mi respeto y reconocimiento a soldados de valor y coraje como el sgto 1º Segundo Soto Paz del BIS 25 y mis mensajeros cabos Carlos Tolentino Glober “Pihuicho” y Héctor Santos Rojas “Sueño” del BCS 313 de Tingo María. El conflicto del Cenepa de 1995 nos dio nuevos héroes contemporáneos que dieron su vida con absoluta conciencia y libertad. Gloria y honor al mayor EP Luis Alberto García Rojas, Héroe Nacional y Patrono de la Aviación de Ejército, gran ejemplo para todas las generaciones de pilotos del Ejército y para todos los que visten y vestirán el uniforme de la patria. Gloria y honor a nuestras FFAA, institución fundamental de la República, cuya fortaleza está en la formación permanente de nuevos líderes y de jóvenes del SM presentes en todas las emergencias, hijos del pueblo que todavía no hemos aprendido a valorar y a quienes la sociedad les tiene una enorme deuda de gratitud. Gloria y honor por siempre a nuestra patria, el Perú.
General de División EP(r) Roberto Chiabra Leon
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