La depresión está relacionada con el exceso de grasa corporal, dice estudio

Los expertos consideran que es necesario luchar contra la obesidad sin actitudes «gordofóbicas», que pueden perjudicar más que ayudar.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Aarhus en Dinamarca relacionó la depresión con el exceso de grasa corporal en una nueva investigación. El análisis se realizó comparando la información de cerca de un millón de personas de diversos países.

Según el estudio, el exceso de 10 kilos de grasa ya aumenta un 17% el riesgo de desarrollar depresión. Y esa probabilidad puede ser aún mayor si el peso de la balanza sube. «Uno de los puntos fuertes de nuestro estudio es que podemos ampliar y observar la relación específica entre la cantidad de grasa corporal y el riesgo de depresión», afirmó uno de los autores, Søren Dinesen Østergaard, en un comunicado.

Como explicó el experto, trabajos anteriores utilizaron predominantemente el Índice de masa Corporal (IMC) para medir la obesidad, lo que es un problema: como el índice se calcula únicamente en función del peso y la altura, no tiene en cuenta, por ejemplo, los porcentajes de grasa y masa muscular.

Además, el análisis también indica que la localización de la grasa en el cuerpo no cambia el riesgo de desarrollar la enfermedad, lo que sugiere que son las consecuencias psicológicas del sobrepeso o la obesidad las que aumentan el riesgo de depresión. «Si lo contrario fuera cierto, habríamos observado que la grasa localizada en el centro del cuerpo aumenta más el riesgo, ya que tiene el efecto biológico más perjudicial», señaló Østergaard.

Para los expertos, la investigación contribuye a mejorar el índice global de obesidad, que afecta a casi el 40% de la población mundial. Sin embargo, resaltan la importancia de hacerlo sin comportamientos «gordofóbicos», que pueden perjudicar aún más a los que sufren el problema: «los esfuerzos de la sociedad para combatir la obesidad no deben estigmatizar, porque probablemente aumentará aún más el riesgo de depresión. Es importante tener esto en cuenta para que podamos evitar hacer más daño que bien en el esfuerzo por contener la epidemia de obesidad«, advirtió el investigador.

Como explicó el experto, trabajos anteriores utilizaron predominantemente el Índice de masa Corporal (IMC) para medir la obesidad, lo que es un problema: como el índice se calcula únicamente en función del peso y la altura, no tiene en cuenta, por ejemplo, los porcentajes de grasa y masa muscular.