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A 65 AÑOS DICTADURA CUBANA A BORDE DE ESTALLAR

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El pueblo cubano no resiste más, la dictadura lleva 65 años diciendo lo mismo y por 65 años el resultado ha sido el mismo: sus opresores siguen ahí.
«La realidad de la Cuba que los turistas no ven. Esto es vivir en EstadoTerrorista. El pueblo carece de todo lo que les abunda a los tiranos»
Nada dura para siempre, la dictadura castrista, al borde del colapso, muestra su desesperación. La imposición de un «Código de Ética» a todos los cuadros revela el temor a la disidencia interna en medio del descontento por el ajuste económico. La nueva orden obliga a todos los dirigentes a firmar un código de lealtad al Partido Comunista y a Fidel Castro ¿Qué hace un régimen al borde del abismo? Aferrarse al control. La bomba de tiempo está por estallar.
La nueva orden del régimen cubano es una afrenta a la libertad y la diversidad de pensamiento. Mientras el país enfrenta problemas económicos, el gobierno busca mantener su dominio a través de la imposición de lealtades. Es hora de alzar la voz contra esta violación a los derechos fundamentales.
El Código establece pautas de conducta desde «posiciones marxistas, leninistas, martianas y fidelistas.» Exige patriotismo, antimperialismo, lealtad al Partido Comunista, y defensa de la Revolución. Una medida que ahoga la disidencia interna y busca consolidar el control del régimen. La norma obliga a los cuadros a «trabajar incesante y conscientemente para proteger la Revolución de cualquier riesgo o amenaza.» El régimen justifica la medida culpando al embargo estadounidense y a la «guerra ideológica imperialista» por la crisis económica.
Según expertos, este código refuerza la irrevocabilidad del socialismo en Cuba. La medida refleja el temor del régimen a divisiones internas y descontento. En un momento de crisis, el régimen aprieta su control, ignorando las necesidades y deseos del pueblo. Un escenario que nos propone preguntar: ¿Dictadura en riesgo o fortalecida?

 

La revolución cubana, impulsada por Fidel Castro, es la gran mentira de la historia de Cuba. Con la excusa de derrocar a la dictadura de Batista, el Comandante puso en marcha una guerrilla que terminó tomando el poder en 1959 y que se ha perpetuado en el Gobierno hasta nuestros días. Un negocio para la familia Castro y sus correligionarios en el que hasta hace muy poco no han dejado entrar a los negros ni a las mujeres y en el que -por supuesto- no había lugar para los homosexuales, perseguidos por el régimen comunista desde sus inicios:
1. Fidel Castro, fue un traidor de siete suelas,  expulsó a trotskistas que lo acompañaron en la revolución. Después traicionó al Che Guevara, un 3 de octubre de 1965 Fidel Castro leyó -en un estrado y frente a miles de personas- una emotiva misiva en la que su amigo, Ernesto Che Guevara, se despedía de Cuba y anunciaba que se marchaba a hacer la revolución a países lejanos. «Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos (…) En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes; luchar contra el imperialismo dondequiera que esté».
2. Ese día presentó al Comité Central del recién formado Partido Comunista de Cuba, y de su boca salían las palabras escritas por el Che, el dictador (vestido con su clásica guerrera militar) se mostró, de cara a la palestra, apesadumbrado: «La ausencia es de quien posee todos los méritos y todas las virtudes necesarias en el grado más alto para pertenecer a él». El pendejo mostraba su cara de cojudo ante el pueblo por la marcha del Che Guevara, su hermano, pilar fundamental de la revolución. Cuando la verdad era otra, Fidel Castro no le dió la gana de rendir honores a un compañero que se había marchado. Le «cerro la puerta» a un posible regreso a Cuba (lo señaló en una entrevista posterior el general Gary Prado Salmón).
3. El Che Guevara se había convertido en «una pulga en la oreja» por sus continuos ataques hacia la Unión Soviética que en un aliado. El militar, que contaba ochenta años cuando concedió aquellas declaraciones, insistió en que esa puñalada fue «jugada maestra» de Fidel Castro. El movimiento no sentó demasiado bien a un Guevara (así lo afirmó un combatiente que le acompañó en el Congo – Benigno), «tuvo un ataque de furia» cuando se enteró de lo que había ocurrido. Es que, según sus instrucciones, sólo debía leerse aquel mensaje si moría o era capturado.
4. Esta traición culminó en un extenso proceso de desarraigo entre ambos : lleno de traiciones,  venganza y movimientos ocultos en el que Fidel Castro hizo todo lo posible por apartar del país al Che Guevara. Las tensiones existentes entre ambos quedaron más patentes cuando el Centro de Estudios Ernesto Che Guevara hizo pública otra misiva que el comandante entregó a Fidel en secreto y en la que cargaba contra un sin fin de sus decisiones. Desde las económicas hasta las que hacían referencia a las funciones del partido. La frase con la que cerraba el extensísimo texto se explica por sí sola: «Son críticas que hago amparado en la vieja amistad y en el aprecio, la admiración y lealtad sin límites que te profeso».

5. La relación entre ambos nunca fue así, en los años 50, cuando Fidel y Guevara se conocieron a través de Raúl Castro, trabaron una amistad que culminó cuando iniciaron la revolución y derrocaron a Fulgencio Batista. Castro, líder revolucionario afirmó: «El Che Guevara era de aquellos por quienes todo el mundo sentía inmediatamente afecto a causa de su sencillez, de su carácter, de su naturalidad, de su espíritu de camaradería, de su personalidad, de su originalidad». Los elogios del barbudo no se detuvieron en este punto, sino que -utilizando su gran elocuencia- añadió que contaba «con un gran talento, una gran inteligencia y una gran capacidad teórica». Por su parte, el guerrillero tampoco evitó los buenos adjetivos a la hora de definir a Fidel en una misiva dirigida a sus padres: «Me impresionó como un hombre extraordinario».
6. Está amistad, acabó en 1965, cuando  el Che Guevara cargó  un discurso contra la URSS en la  Conferencia Afroasiática celebrada en Argel. Y en su alocución, acusó a los soviéticos de ser «cómplices de la explotación imperial» mediante prácticas «inmorales». Para Fidel, que buscaba de forma desesperada el apoyo económico de los rusos, esto fue un verdadero tiro en el pie. Por ello, los Castro marginaron al Che de todas las decisiones políticas y, según afirmó el propio Dariel Alarcón Ramírez (Benigno) en una entrevista concedida antes de fallecer, casi le obligaron a marcharse de Cuba. Fue por ello por lo que Guevara hizo el petate y llevó su guerrilla hasta el Congo.
7. El Che Guevara se fuep hacia África, Castro completó su conjura al dar a conocer la misiva que solo debía leer en el caso de que Guevara falleciera o fuese capturado por el enemigo. No ya porque en ella confirmaba que abandonaba Cuba (que también), sino porque declaraba que, «aunque dejo un pueblo que me admitió como un hijo»,  se marchaba «renegando de mi condición de cubano». «Hago formal renuncia de mis cargos en la dirección del Partido, de mi puesto de Ministro, de mi grado de Comandante, de mi condición de Cubano. Nada legal me ata a Cuba, sólo lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos», añadió en el texto. Fidel se aprovechó así evitaba el regreso de un personaje que odiaba sobremanera a los aliados del país.
«Haciendo un recuento de mi vida pasada creo haber trabajado con suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario. Mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en tí desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente claridad tus cualidades de conductor y revolucionario. He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la crisis del Caribe. Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios».
8. El Che Guevara regresó de incógnito a Cuba, después de salir derrotado de su aventura en África. Desde allí viajó a Bolivia con el objetivo de dirigir un comando guerrillero que acabara con el poder local. Arribó a la zona el 5 de noviembre de 1966 con la promesa de recibir periódicamente ayuda de Fidel. Sin embargo, y tal y como señala Prado en la entrevista, el líder prefirió olvidarse de él y dejarle morir. De hecho, la frase que más escuchó Guevara a partir de entonces fue «Sin contactos de Manila» y «Manila» era, por entonces, el nombre en clave con el que denominaban a Cuba. Sin ayuda, él y sus hombres sufrieron hambre, mientras vagaban perdidos por la selva. «Era una guerrilla sin sentido y debilitada», señala Prado.
9. Rota toda relación con Castro, el grupo «no tenía contacto con Cuba» y durante su periplo, no recibió tampoco órdenes a las que atenerse desde la capital. Esta información se obtuvo de  Humberto Vázquez Viaña, muy cercano a Guevara por haber sido uno de sus compañeros de colegio. A su vez, se determinó que Castro  ordenó a los agentes que apoyaban a los guerrilleros en Bolivia desaparecer del teatro de operaciones. Uno de ellos fue Ariel. «Esa salida de escena de Ariel es otra instrucción». añade. Está teoría coincide con el periodista cubano  Alberto Müller, que afirmó en  otras ocasiones (una de las últimas, en una entrevista concedida en 2015) que el Che Guevara fue «traicionado» y «abandonado» en Bolivia por Castro:
«La posición del Che corría en contra de los intereses de Fidel. Se convirtió en un apestado para la revolución cubana, una piedra en el zapato». En realidad el sueño del che Guevara, que al volver del Congo, viajar hasta la Argentina para «liberarla», pero que «en La Habana le inventaron Bolivia» a pesar de que allí «no tenía condiciones para la guerrilla».

Está traición la ocultan los comunistas  que aun llevan la imagen del Che como símbolo de la revolución cubana.  Fidel Castro y su familia la pasaba lindo en Cuba, el Che Guevara viajaba hambriento y sin un objetivo concreto por la selva, los yanquis enviaron a varios «Boinas Verdes» para entrenar a un grupo de soldados bolivianos en la contraguerrilla. Los futuros «Rangers». Estos hombres fueron precisamente los que, el domingo 8 de octubre, cercaron y dieron un buen escarmiento a los guerrilleros en la posición de la quebrada del Churo. Y lo hicieron bajo las órdenes (entre otros) de  Gary Prado Salmón . Tras varias horas de lucha,  Che Guevara fue capturado cuando intentaba escapar junto a uno de sus compañeros. Sus palabras al ser «cazado» pasarían a la historia: «No disparen. Yo soy el Che Guevara. Valgo más vivo que muerto».
En el momento de su captura, era un hombre derrotado, que veía el fin de sus sueños. Estaba desmoralizado. Eso en las tres primeras horas bajo mi custodia. Le di agua, café, cigarrillos… vio que lo tratábamos bien, con respeto porque no había necesidad de hacerle nada ni de preguntarle nada. Entonces ahí empezó a cambiar, al ver el buen trato, al ver que estaba tranquilo, seguramente empezó a sentir alguna esperanza porque ya empezó a hablar con un poco más de tranquilidad», explicó el general en una entrevista concedida al diario « Los Tiempos ».
Prado le dijo al Che que iba a ser juzgado. Pero eso nunca ocurrió. El guerrillero fue entregado a Félix Ismael Rodríguez, el agente de la CIA que había trabajado durante meses en su captura. El 9 de octubre el espía recibió un mensaje en el que se le ordenaba acabar con el prisionero. Una muerte que se sucedió poco después. En palabras de Müller, Fidel podría haber evitado que el «Comandante» fuese acribillado, pero prefirió que muriera. Y es que, de esta guisa, eliminaba a un enemigo político y ganaba un mártir. Fue su última traición a un hombre que, antes de su última batalla, instó a sus soldados a morir recordando las bondades de la Cuba dirigida por Castro.
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