La inteligencia artificial puede predecir riesgos en embarazos futuros

Investigadores de la Universidad Carnegie Mellon (CMU) han desarrollado una técnica de machine learning que, utilizando una muestra de placenta, puede predecir si existirán riesgos para la salud en los embarazos futuros de una persona determinada. El sistema puede así ayudar al análisis humano, que es conducido generalmente por un equipo de médicos.

Tenga en cuenta que hay ciertos rastros en la placenta de una mujer que acaba de dar a luz, que pueden indicar la existencia de algunas complicaciones de salud. Estas tienden a empeorar con el tiempo, lo que ayuda a los equipos médicos a diseñar un cuadro clínico que les ayuda a predecir posibles problemas en un futuro embarazo.

Uno de los signos más preocupantes es la existencia de vasos sanguíneos lesionados. La presencia de estos aumenta el riesgo de preeclampsia que, a su vez, puede ser fatal para la madre y el bebé, ya sea durante el embarazo o durante el parto. Si estos signos se detectan prematuramente, la afección puede tratarse antes de que aparezcan los síntomas. Sin embargo, el análisis rara vez se realiza, ya que en la fecha de hoy todavía requiere bastantes recursos y tiempo.

El enfoque de CMU pasa por automatizar el proceso, ya que la inteligencia artificial logra buscar pistas, identificarlas y catalogarlas de forma autónoma. El investigador Daniel Clymer aclara que el sistema fue desarrollado para encontrar rastros de vasos sanguíneos lesionados y que, a medida que los va detectando con éxito, va consiguiendo identificar patrones que le permitieron ser aún más eficaz en los análisis siguientes.

El sistema fue entrenado con imágenes de placentas, algunas de las cuales estaban perfectamente sanas y otras padecían la condición mencionada anteriormente. La tecnología trata de identificar todos los vasos sanguíneos presentes en las imágenes, analizándolos luego uno por uno para determinar si están sanos o no.

Durante la fase de prueba, el algoritmo logró identificar las lesiones con más éxito que los médicos.

El equipo responsable de esta tecnología no cree que la IA deba sustituir a profesionales humanos, sino complementar su trabajo, identificando anomalías que luego pueden ser confirmadas, o no, por los médicos. En última instancia, esta es una forma de reducir el precio del examen y, en consecuencia, de hacerlo llegar a más y más personas.