El papel de la alimentación, el ejercicio y el sueño en el tratamiento de la fibromialgia

Hoy, 12 de mayo, es el Día Mundial de la Fibromialgia. Este síndrome provoca dolor crónico y generalizado especialmente en el aparato locomotor, y se manifiesta a través de síntomas que van desde la fatiga persistente, el déficit de sueño, la rigidez muscular y los sentimientos ansiosos-depresivos.

La Fibromialgia afecta más a las mujeres, generalmente entre los 35 y los 50 años, e influye grave y ampliamente en el bienestar, la calidad de vida e incluso en el rendimiento profesional.

Se trata de una enfermedad incurable, por lo que es fundamental que un médico especialista la acompañe. Permitiendo que el paciente pueda controlar la enfermedad y así tener una vida más plena.

«La fibromialgia, caracterizada por el dolor crónico que causa, afecta

En cuanto a tener un sueño más descansado, la APED sugiere medidas simples y eficaces: dormir en un ambiente propicio, tener un horario adecuado para ir a la cama, abstenerse de tomar cafeína y alcohol, realizar ejercicios de relajación y utilizar colchones y almohadas cómodas.

En cuanto a la dieta, sugiere el consumo de alimentos ricos en ácido ascórbico (vitamina C) y potasio, como frutas cítricas, mango, papaya, kiwi, fresa, brócoli, plátano, salvado de avena, nueces. No dispensando alimentos ricos en calcio y magnesio, como coles, berros, productos lácteos, judías, lentejas o espinacas. Además, es recomendable ingerir productos abundantes en triptófano, que aumenta la serotonina en el organismo, un neurotransmisor que transmite la sensación de felicidad y bienestar. Entre los Alimentos ricos en triptófano se incluyen: carne, pescado, yogures delgados, leguminosas y frutas como el albaricoque y el acai.

La práctica frecuente de ejercicio es fundamental para controlar el dolor del paciente. La actividad física genera endorfinas que contribuyen a la sensación de bienestar, concentración y placer.