Diez síntomas «inocentes» que pueden indicar cáncer de páncreas.

Es la segunda neoplasia maligna más frecuente del tubo digestivo en el mundo occidental, después del cáncer de colon, y la quinta causa más frecuente de muerte por cáncer. La prevalencia se ha estabilizado en las últimas décadas. La mayoría de los casos tienen lugar entre 35 y 70 años, con una incidencia máxima en el grupo de edad entre 55 y 74 años. Los hombres y las mujeres también se ven afectados por la enfermedad.

El cáncer de páncreas sigue siendo uno de los más fatales por el hecho de tener un diagnóstico más complejo. Según la BBC, uno de cada diez pacientes diagnosticados con este tipo de tumor no vive más de cinco años.

Pero si la ciencia estudia tanto los tumores, ¿por qué lo que afecta al páncreas no se detecta más rápido? La respuesta es sencilla: los síntomas son muchos e idénticos a otras tantas patologías y son fácilmente devaluados.

Un dolor de estómago, por ejemplo, puede ser un «dolor de estómago» como muchos otros, pero también puede ser un síntoma claro de cáncer de páncreas. Y con el dolor de estómago hay otros síntomas normales e ‘inofensivos’ que, de hecho, ocultan una de las enfermedades más fatales, como alerta a la Liga Portuguesa Contra el cáncer.

Entre los síntomas más comunes (pero también más devaluados) se encuentran: el llamado dolor de estómago, el dolor de espalda, la pérdida inesperada de peso (que a menudo se asocia únicamente a problemas de tiroides), la indigestión, el desregulamiento intestinal (que casi siempre está asociado al estrés y, por tanto, se ve como algo común), la pérdida de apetito, la ictericia (aparición de un tono amarillento en la piel y los ojos), la sensación de gripe, la dificultad para tragar y la diabetes.