Al gobierno de Vizcarra le gustan las guaripoleras

El presidente Martín Vizcarra, ignora que es deber de un periodista velar por los intereses de la sociedad, es nuestro único compromiso y responsabilidad innegociable; y a ello nos ceñimos. No tenemos la pluma en alquiler, ni el vicio de chupar la teta al estado, ni arrendar nuestra conciencia, como los ganapanes oficiosos que reciben fondos fiscales dizque para “brindar asesoría”, cuando en realidad lo hacen es ocultar las mentiras, los atropellos y cuchipandas del poder.

Sin embargo, es necesario corregir muchas cosas, entre ellas la conducta de quienes ejercen esta “profesión ingrata, difícil y mal pensada”. Ya que el principal riesgo de la libertad de expresión son los mismos dueños de los medios de comunicación, periodistas, comunicadores y la corrupción imperante en aquellos que se acomodan ante el poder por un pedazo de la torta publicitaria del estado y mermeladas.

El 1ro. de octubre, no es un día para felicitar a los colegas periodistas, sino para recordarnos a los hacedores de opinión pública que nuestro deber no es con el poder, sino con los menos favorecidos, aquellos cuya voz no siempre es escuchada. Que no es un día para felicitar, sino para demandar que nuestro trabajo sea respetado por muchos que no desearían conocer la pus que brota donde se pone el dedo.