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Cursos de larga o corta duración: ¿Cuál es el mejor para la carrera?

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¿Cursos de larga o corta duración? El modelo de postgrado que se practica actualmente en el mundo permite a las personas elegir entre varias modalidades, de acuerdo con sus objetivos.

Y usted, ¿conoce la diferencia entre los cursos de corta o larga duración? ¿Tiene alguna pregunta sobre el propósito o la calidad de cada opción? ¿Sabe definir qué responde mejor a sus objetivos profesionales en este momento?

¡Ha llegado el momento de resolver estas cuestiones! ¿Empezamos?

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Puntos Destacados del Artículo

¿Qué lleva a los profesionales a buscar más especialización?

El primer punto que debemos destacar es que, para tener éxito en la carrera, todo profesional necesita adquirir constantemente nuevas competencias. Esta necesidad se debe a tres razones principales::

1. Hay que complementar la formación superior

Sí, eso es lo que leíste. Por muy bueno que sea un curso de Enseñanza Superior, nunca podrá, en su tiempo de duración, enseñar con profundidad todo lo que un profesional necesita saber.

Así, un graduado en Administración puede incluso haber estudiado Economía por uno o dos semestres, pero lo que la disciplina ha conseguido enseñar ha sido una base de los principales conceptos. Si actúa en el campo financiero de una organización, necesitará adquirir conocimientos más profundos.

En estos casos, el posgrado-por tanto, un curso más largo — es probablemente lo ideal. Contribuirá a profundizar las capacidades y a comprender su aplicación a la realidad del mercado.

2. Es importante desarrollar habilidades complementarias.

Sin embargo, además del conocimiento que ofrece la graduación o incluso la especialización, el profesional que desea crecimiento necesita trabajar sus lagunas.

Es parte de un plan de desarrollo individual coherente identificar los aspectos en los que necesitamos mejorar y emprender iniciativas para resolver estos déficits de rendimiento.

Por lo tanto, el profesional puede reconocer que necesita aprender a comunicarse mejor en público, ya que su función requiere presentaciones en reuniones o para grupos mayores.

En ese caso, un breve curso de oratoria podría ser suficiente para desarrollar esa habilidad. Lo mismo vale en otras situaciones relacionadas con la rutina de trabajo.

3. El mercado presenta nuevas demandas

Muchos profesionales han invertido en una buena graduación y se han especializado en algún punto de su carrera. Por un tiempo, probablemente ese conocimiento fue suficiente para obtener buenos resultados.

Sin embargo, hoy se enfrentan a situaciones inéditas, ya sea porque su carrera ha cambiado de rumbo o simplemente porque el mercado ha cambiado. El cambio en los escenarios económicos, políticos y sociales tiene implicaciones para el mundo de los negocios, por lo que es necesario desarrollar nuevas competencias.

En este contexto, también es importante recurrir a una institución que esté al día con respecto a las demandas del mercado para realizar un reciclaje profesional.

¿Cómo elegir entre cursos de larga o corta duración?

Tal vez aún no ha entendido cómo se relaciona lo que hablamos con la pregunta del título:

¿Qué es lo mejor para su carrera?

La respuesta depende precisamente de cómo su vida profesional está estructurada y qué es lo que usted entiende que necesita desarrollar. Entonces, ¿vamos a entender en qué situaciones están indicados?

Cursos de corta duración

Cuando el interesado recurre a una institución fiable, puede estar seguro de que los cursos serán de excelente calidad. Lo que cambia, sean largos o cortos, son los objetivos que proponen alcanzar.

Como ya hemos hablado, hay habilidades puntuales que deben ser adquiridas. Una buena forma de hacerlo es a través de cursos de extensión y actualización. Son rápidos y útiles, y solucionan esas lagunas de rendimiento específicas.

Algunos ejemplos excelentes son el de Oratoria y desinhibición, gestión y Liderazgo de equipos y Gestión Operativa de proyectos.

Para adquirir esas habilidades, el interesado dedica un período corto, que varía de 8 a 24 horas-clase o incluso una semana. Es decir, en poco tiempo tiene la posibilidad de obtener un conocimiento útil que potenciará su actuación en el mercado.

Aunque la institución ofrece un certificado y es válido para mejorar su currículum y destacarse en momentos de crisis, el profesional sabe que ese no es el objetivo principal del curso. Lo que realmente importa es la capacidad adquirida para llevar a cabo sus actividades de forma más eficiente y alcanzar el alto rendimiento.

Entre las ventajas de este tipo de iniciativa está el aprendizaje de habilidades que no se tienen en cuenta en situaciones de enseñanza formal. Debido a la ampliación del programa de una graduación o de un postgrado, las instituciones dejan de lado algunos conocimientos que se abordan en estos cursos rápidos.

Otro público que se beneficia de los cursos de extensión está formado por profesionales que no tienen tiempo para formaciones más largas, como muchos empresarios. Para este grupo es imposible conciliar su agenda con cursos extensos, pero es razonable dedicarse a iniciativas puntuales.

Cursos de larga duración

Los cursos de larga duración tienen ya un propósito diferente. También pretenden complementar la graduación, pero de forma más amplia.

Por ello, las especializaciones y MBAs implican un mayor seguimiento del desarrollo de Competencias, exigen la entrega de trabajos evaluativos y demandan una interacción intensa con los profesores y otros alumnos.

En muchos casos, el MBA pretende promover un equilibrio entre Formación general, especializada y práctica. Esta proporción prepara al profesional para puestos ejecutivos y de liderazgo.

La graduación en Administración, por ejemplo, ofrece una formación genérica. El alumno graduado termina el curso con una serie de conocimientos básicos sobre los diferentes aspectos de la gestión de una organización: Derecho, Economía y Finanzas, Gestión de Negocios, Gestión de personas, etc.

Sin embargo, al entrar en una organización, probablemente se asigne a algún puesto en el que no utilice ese espectro de capacidades más superficiales. Probablemente trabajará en un área específica, como en Finanzas.

El ejercicio profesional demostrará que, si bien posee una amplia base de conocimientos, debe profundizar en aquellos que se refieren a su ámbito para dominar las mejores prácticas de su sector.

En estos casos, la alternativa ideal es la especialización. Ella proveerá esas capacidades y, más que eso, mostrará cuáles son las acciones practicadas en el mercado que ofrecen los resultados más satisfactorios.

También ocurre lo contrario. Un profesional con formación específica — en Gastronomía, por ejemplo-inicia un negocio. Pronto se da cuenta de que su conocimiento no es suficiente para la dirección de la empresa. Faltan conocimientos técnicos para la gestión de personas, el marketing, la administración financiera, entre otras necesidades.

Un MBA en la gestión Empresarial complementa esta formación y proporciona las competencias para que, además de ser un excelente chef, tenga una empresa exitosa.

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