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NUEVA CONSTITUCIÓN UNA TRASNOCHADA PROPUESTA

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MENOS INVERSION… MAS POBREZA…

Vladimir Cerrón señaló en una entrevista internacional a BBC de Londres «que el cambio de Constitución es una aspiración del pueblo peruano hace más de 15 años, y que, de no cambiarla, el país va a seguir enfrascado en la pobreza, corrupción y en todos los males que lo han aquejado.

Rojos de Porquería

Estos rojos de porquería deben reconocer que antes de llegar al gobierno, el Perú no era un país pobre. Pre pandemia covid -19 la pobreza frisaba la quinta parte, con la pandemia pésimamente manejada por las izquierdas caviares con «el lagarto» Vizcarra y Sagasti se elevó a tercera parte. Que ahora con Castillo y los impresentables marxistas, maoístas, leninistas, mariateguistas, chavistas la pobreza se acerca a la mitad del país. Hay mas desigualdad y miseria, más hambre, menos viviendas, salud, educación.

LOS ÚNICOS QUE HAN SALIDO DE LA POBREZA Y SE HAN ENRIQUECIDO COMO LA PUTA MADRE SON LOS MILITANTES DE PERÚ LIBRE, LOS FAMILIARES, AMIGOS Y PAISANOS DE CASTILLO Y SU CORTE DE PODER.

A los comunistas hay que combatirlos con argumentos sólidos y se van a correr, por ejemplo decirles que  en el los últimos cien años ha habido más de dos docenas de intentos de construir una sociedad socialista en el mundo. Todos estos intentos han terminado en diversos grados de fracaso. ¿Cómo puede una idea, que ha fallado tantas veces, en tantas variantes diferentes y tantos entornos radicalmente diferentes, seguir siendo tan popular?

Más aún cuando en distribución de las riqueza, el socialismo no supera al capitalismo. Y en reducción de la pobreza, sale perdiendo la apuesta. En el capitalismo, el hombre explota al hombre, mientras que en el socialismo es justo lo contrario? Los comunistas o socialistas lo único que saben es atacar el liberalismo económico echarle culpa de todos los males, y contra las libertades sociales. Sin embargo, a pesar que el índice de democracia de la Unidad de Inteligencia Económica, que clasifica 167 países, muestra unos datos interesantes.

En ese ranking, 19 países se clasifican como “democracias plenas”. La mayoría de ellos se encuentran entre los 30 países con mayor libertad económica, según el Índice del Instituto Fraser. Mientras, la mayoría de los países autoritarios carecen de libertad económica. Entonces, una mayor libertad económica se asocia con más libertades civiles.

¿Cuál es la razón? No puede haber libertad política sin libertad económica. El argumento es del propio León Trotski. El líder bolchevique escribió en su libro La revolución traicionada, publicado en 1936: “En un país donde el único empleador es el Estado, la oposición tiene una muerte lenta por hambre. El antiguo principio de quien no trabaja no come, ha sido reemplazado por uno nuevo: quien no obedece no come”.

Kristian Niemietz, del Instituto de Asuntos Económicos, lo explica en su libro Socialismo: la idea fallida que nunca muere. Concluye que los socialistas han tenido éxito al argumentar, una y otra vez, que estos distintos fracasos no fueron el «socialismo real». Sin embargo, no explican qué es exactamente lo que harían de manera diferente. «Generalmente, los socialistas se refugian en conceptos abstractos, pero no presentan propuestas tangibles. Esas aspiraciones (por ejemplo, «democratizar la economía») no son nada nuevo ni concreto», dice Niemietz.
Además de explicar cómo el socialismo sigue siendo popular, también destaca cómo sigue siendo económicamente fracasado y políticamente opresivo.

Venezuela es un claro ejemplo del fracaso socialista. Una de las principales razones del fracaso económico del socialismo es que no se tiene en cuenta la naturaleza humana. En Venezuela, por ejemplo, Hugo Chávez hizo “intentos genuinos de crear modelos alternativos de propiedad colectiva y participación democrática en la vida económica». Con su «Nueva Constitución» se promovió fuertemente la formación de cooperativas de trabajadores y diversas formas de empresas sociales. El Gobierno creía que trabajar en un entorno económico caracterizado por cooperación, intercambio y toma de decisiones democrática conjunta les inculcaría valores y hábitos socialistas. Que bastaba la intención, la simple voluntad.

Quedó claro que muchas cooperativas se comportaban como empresas capitalistas, buscando maximizar sus ingresos netos, en lugar de suministrar sus productos a los mercados locales, prefirieron exportarlos a otros países y venderlos a precios más altos. Chávez se vio obligado a admitir que el cooperativismo no garantiza el socialismo porque una cooperativa es propiedad privada colectiva. No le quedó más que aceptar que una empresa solo es «socialista» o de «propiedad social» si está controlada por la sociedad, satisfaciendo, así, las necesidades sociales. Entonces, el Estado tomó el control de las cooperativas en nombre de la «sociedad». A pesar de su promesa de que “no podemos recurrir al capitalismo de Estado, que sería la misma perversión de la Unión Soviética”. Fue ahí exactamente donde terminó el socialismo venezolano. Como todos los anteriores.

Lo que resulta más contradictorio en el caso de Venezuela es que, dadas la riqueza de su materia prima (petroleo) debería situarse como una de las economías más prósperas del mundo. Cuenta con las mayores reservas de crudo (326.000 millones de barriles). Pero ni siquiera puede abastecerse de gasolina, gas doméstico o lubricantes, entre otros derivados de los hidrocarburos.

Hoy con Nicolás Maduro, los controles monetarios y la financiación del déficit con la emisión de dinero inorgánico se ha traducido en una hiperinflación que ha destrozado el poder adquisitivo de su población, golpeando su capacidad de compra, y ha enviado a más de 7 millones de venezolanos al éxodo.

 

Castillo y Cerrón con su Nueva Constitución, sólo van a generan menos inversión, menos trabajo y más pobreza tarde o temprano. En realidad no estamos para nuevos ensayos cada día que pasa con estos incapaces e inmorales el país y los peruanos nos vamos al barranco. Hay más insatisfacción de necesidades básicas y menos calidad de vida, además la vergüenza diaria de ser gobernados por delincuentes.

Lo peor de todo es que hay hueveras como Gustavo Gorriti, que pregunta: porque comparan a Castillo con Maduro, y no con  Mujica, Bachillet? No es una torpeza, lo hace con cálculo político, cuanto quisiera que al menos Cerrón y Verónika tuvieran esas cualidades de Mujica y Bachellet. Pero no, hay que ser realistas, no le llegan ni a la punta del pie. Ahora en cuanto al prosor es torpe y títere, sus adversarios igual, ninguno logró más del 13%  Mujica y Bachellet  jamás dividieron  a su país. Da vergüenza ajena que Gorriti y toda la caviarada, ONGs, progress sigan sacando cara por Castillo, para no perder privilegios, así se joda el Perú y los peruanos.

ESTAMOS FRENTE A UNA GUERRA POLÍTICA DECLARADA Y TENEMOS QUE GANARLA.
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Jaime Uribe Rocha Periodista y columnista en medios escritos, experto en marketing político

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