El mayor acelerador de partículas del mundo en parada técnica hasta 2021

El mayor acelerador de partículas del mundo, en la frontera franco-suiza, entró hoy en una nueva parada técnica que se prolongará hasta la primavera de 2021, fecha en la que volverá a chocar protones después de trabajos de acondicionamiento, se ha anunciado.

El acelerador se apaga a las 6h00 en Ginebra, con los operadores de la sala de control del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) a que den «por completo» el segundo período (2015-2018) de funcionamiento de la máquina, informó en un comunicado el Laboratorio de Instrumentación y Física Experimental de Partículas (LIP), que representa científicamente Portugal en el CERN.

Durante la parada técnica del Gran Colisionador de Hadrões (Large Hadron Collider, LHC), los científicos portugueses «estarán ocupados con el análisis de la enorme cantidad de datos recogidos y en mejoras en los detectores de los que son responsables», adelanta el LABIO.

Los equipos de investigadores portugueses participan en dos experiencias que involucran dos detectores de partículas del acelerador (ATLAS y CMS).

Concluido el ‘upgrade’ del acelerador, que incluye la instalación de los componentes más potentes, la máquina será capaz de chocar más partículas subatómicas, a una energía ligeramente superior a la actual, a la espera de los físicos profundizar en el conocimiento de las propiedades del bosón de Higgs, la partícula elemental descubierta en 2012 en los experimentos realizados con el acelerador.

Al mismo tiempo que se produce la nueva parada técnica, continúan las obras de construcción civil, iniciadas en junio y que tienen por objeto mejorar el funcionamiento del acelerador a partir de 2026, momento en el que la máquina comenzará a producir aún más golpes y más datos, en modo de alta luminosidad.

En el acelerador, un túnel circular de 27 kilómetros, se generan las colisiones de protones (que son hadrões) e iones pesados a altas energías para comprender mejor la composición del Universo.

La máquina, que tenía 10 años en septiembre, tiene una ‘esperanza de vida’ hasta 2040. En 2025, las decisiones deberán ser tomadas en cuanto a la construcción de un nuevo acelerador de partículas, para el cual fueron diseñadas las dos soluciones.

Una sugiere un acelerador circular de 100 kilómetros (más de 73 kilómetros del perímetro del LHC), que puede hacer las colisiones de protones a una energía ocho veces más alta que la del LHC y entre electrones y positrones (antipartículas de los electrones).

El segundo escenario apunta a la construcción de un acelerador recto con la longitud inicial de 11 kilómetros (pudiendo llegar al final de los 50 kilómetros) para chocar electrones y positrones.