Congresista (AP)Jorge Luis Flores Ancachi se arrepiente de estar en el Congreso

En dos minutos les dijo su vida a todos los congresistas, especialmente a la izquierda radical como corresponsales de la violenta crisis política que sacude el Sur del país.

Aunque tarde le quedó un poco de dignidad y en el pleno,  señaló fuerte y más claro que el agua, que Perú Libre no apoyó al presidente Pedro Castillo y con sus votos lo vacaron por mezquindad e intereses políticos. Lo que el pueblo busca es que se respete sus derechos y la solución que se vayan todos.

Todo esto a raíz que en Ilave, en medio de las protestas por el cierre del Congreso y la renuncia de Dina Boluarte,  incendiaron su vivienda ubicada en la ciudad de Ilave-Puno, donde personas desconocidas prendieron fuego al inmueble, cuando se encontraba una de sus hijas, suegra y familiares, que fueron expuestas al peligro de muerte. Flores Ancachi consideró que el ataque es «una prueba más» de la existencia de personas infiltradas durante las manifestaciones «que no les importa la integridad física, ni el respeto por la vida humana». Además, mencionó que sigue recibiendo amenazas en su contra y su familia promovidas «por algunos periodistas y dirigentes que azuzan a la población».

A pesar de todo exhorto a la población en general a mantener la calma y tranquilidad, sobre todo a mis hermanos y hermanas de Ilave-Puno». Expresó su solidaridad con las familias que han perdido seres queridos tras las manifestaciones en Puno.

Lo mismo que hicieron en Ilave-Puno,  estos vándalos quisieron hacer  en Madre de Dios donde iban a quemar vivo al gobernador regional junto a su familia. Se defendió de las hordas a punta de balazos ya que los policías estaban desarmados.

Y EL CONGRESO RECHAZA ADELANTO DE ELECCIONES PARA OCTUBRE DE 2023.

Hay que saber perder con dignidad y asumir sus errores. Bien por el congresista Flores, los corruptos sólo ponen trabas porque sólo piensan en sus intereses y no piensan en el pueblo que los eligió.

No se puede nunca jamás en la vida poner en una misma balanza lo material con la vida humana, la vida no tiene precio.