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Ciencia

Sonda europea está a punto de comenzar su viaje al Sol

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El lanzamiento de la Solar Orbiter está programado para la mañana del lunes 10 de febrero. A bordo de la sonda va tecnología portuguesa.

Si todo sale bien, a partir de las 04: 03 horas de este lunes, la sonda Solar Orbiter partirá hacia el Sol. El lanzamiento se hará desde la base del Cabo Cañaveral (en los Estados Unidos) a bordo de un cohete Atlas V. en este viaje, la sonda tendrá grandes objetivos como la caracterización de los polos del Sol.

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Las empresas portuguesas Active Space Technologies, Critical Software y Deimos Ingeniería participaron en el desarrollo de la sonda.

El lanzamiento puede ser supervisado en línea a partir de las 3.30 (hora de Lisboa). En Caso de que se aplace por ahora, el lanzamiento podría tener lugar hasta el 26 de febrero. Inicialmente, la sonda debía partir el 5 de febrero.

Con 1800 kilos y unos tres metros de altura, Solar Orbiter es una misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) con una gran participación de la NASA.

Entre los grandes objetivos figuran la observación y caracterización de las regiones polares del Sol; la medición de la atmósfera magnetizada del Sol con gran precisión; la identificación de la relación entre la actividad en la superficie del Sol y la evolución del núcleo de la estrella; y la determinación de las propiedades y dinámicas del plasma y de las partículas de la heliosfera (una burbuja gigante de partículas cargadas eléctricamente producida por el Sol).

«Poder contemplar por primera vez los polos del Sol es, sin duda, lo más importante que se hará en esta misión», estimó Yannis Zouganelis, responsable científico adjunto de la misión, en declaraciones al periódico español El País.

Satélite que va a «fotografiar» polos solares por primera vez tiene mano portuguesa
Satélite que va a «fotografiar» polos solares por primera vez tiene mano portuguesa
Para explorar todos los objetivos idealizados, viajarán con la sonda diez instrumentos científicos. «Es un vehículo espacial increíble.

Tiene diez instrumentos para estudiar el Sol, pero, en realidad, cada instrumento es un conjunto con diferentes instrumentos, lo que da a Solar Orbiter una capacidad tremenda», explica al sitio web de la BBC Ian Walters, responsable del programa de la sonda en la empresa Airbus.

A lo largo de su viaje, el punto em estará más cerca de la superficie solar a 42 millones de kilómetros. A esta distancia, la sonda fotografiará la superficie del Sol y medirá ciertas propiedades de su entorno.

Sólo la sonda Solar Parker de la NASA estuvo más cerca de nuestra estrella. Además, Solar Orbiter y Parker Solar Probe se complementan. «Parker se acerca más al Sol, pero sólo mide la temperatura y la cantidad de partículas, no tiene instrumentos ópticos capaces de ver de dónde vienen las partículas.

Con la Solar Orbiter podremos ver dónde ha estado Parker y comprender mejor cuál es el origen del viento solar», aclara Yannis Zouganelis.

Para evitar que se derrita con el calor, la sonda lleva un escudo térmico capaz de soportar temperaturas de hasta 500 grados Celsius. Aquí es donde entra la empresa portuguesa Active Space Technologies, que ha proporcionado sistemas de protección térmica que integran el escudo solar y que protegen los instrumentos científicos.

Los sistemas de protección son canales de titanio que funcionan como filtros y limitan el flujo de calor que llega a los instrumentos para que no se calienten demasiado o se derritan. «Estos canales son conjuntos de estructuras tubulares de aproximadamente medio metro de titanio con una alta precisión mecánica y óptica y una tolerancia muy elevada al calor», describe al PÚBLICO Ricardo Patricio, responsable del desarrollo de negocios en la empresa.

Active Space Technologies también participó en las pruebas del prototipo Solar Orbiter equipándolo con unos 140 modelos térmicos y estructurales que simulan la vibración y la aceleración durante el lanzamiento. La empresa también fabricó componentes de titanio para un brazo retráctil que soporta instrumentos muy sensibles a los campos magnéticos.

«Los mecanismos proporcionados por Active Space permiten a los instrumentos científicos observar el Sol cuando están en funcionamiento y protegernos de las altas temperaturas manteniendo su integridad y operatividad durante la misión», afirma Ricardo Patricio. El desarrollo de estos proyectos representa una facturación de 1,8 millones de euros. En total, la misión costó unos 1500 millones de euros.

Impactos de las tormentas solares

Una de las excursiones de la solar Orbiter será Venus. A través de la gravedad del planeta, se acercará al Sol. Critical Software participó precisamente en el desarrollo de varios sistemas de software de la sonda, como los de control y control central, detección y recuperación de fallos, así como los de gestión del comportamiento térmico.

«También soportamos la parte de aviónica, en contacto directo con el ESOC (Centro Europeo de Operaciones Espaciales)», dice Ricardo armamentos, responsable del desarrollo de negocios de Critical Software, en un comunicado de la Agencia Espacial Portuguesa.

A su vez, Mauro Gameiro, ingeniero principal de la empresa, detalla que el software desarrollado garantiza que la sonda está en el «camino correcto», «los instrumentos secundarios están funcionando correctamente» y que «todo el sistema de detección de fallos funciona correctamente».

La Deimos ingeniería ha definido y aplicado la estrategia para probar los sistemas de vuelo de la sonda. También analizó los resultados de estas pruebas. Esto fue fundamental para que la Solar Orbiter estuviera lista para el gran viaje.

«Decenas de pruebas y un número aún mayor de informes en los que participaron numerosos equipos se coordinaron perfectamente, alcanzando con éxito un hito clave del proyecto, la llamada» qualification and acceptance review», a tiempo para autorizar el lanzamiento del satélite en la fecha prevista», afirma el comunicado Nuno Silva, gestor en Deimos Ingeniería.

La NASA lanzará la primera sonda para estudiar la atmósfera del Sol.

Además de darnos más información sobre el Sol y satisfacer nuestra curiosidad, la misión podría servir para minimizar los impactos de las tormentas solares. Después de todo, la sonda observará vientos y erupciones solares.

Las erupciones solares pueden impactar en la Tierra al golpear sistemas eléctricos sensibles, interrumpir las comunicaciones por satélite y provocar la interrupción de las redes de energía.

En el comunicado se pone de manifiesto que, en 1989, una erupción solar causó un apagón en la red eléctrica de Canadá, lo que dejó a aproximadamente seis millones de personas sin energía durante nueve horas.

La ESA estima incluso que este tipo de acontecimientos podría llevar a pérdidas de 20.600 millones de euros en la economía europea en 2024. Ahora, una misión que durará al menos siete años buscará el Sol para ayudarnos a evitar esos problemas.

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