Las apuestas y el juego, tercera opción de los españoles que hacen compras online

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ha publicado datos relativos al comercio electrónico en España durante 2020, un año en el que las restricciones han disparado el e-commerce hasta cifras record.

 

El comercio electrónico (e-commerce) alcanzó en España el pasado año una facturación de 51.600 millones de euros, cifra que representa un crecimiento anual de casi el 6%. De acuerdo a la CNMC (por sus siglas) los ingresos totales del comercio electrónico se dispararon un 9,1% en comparación con 2019.

En un año marcado por la crisis pandémica y las limitaciones al movimiento, sitios web de comercio electrónico de origen extranjero fueron los que se llevaron la mayor parte del negocio español, puesto que el 61% de las compras se hicieron (desde España) en webs extranjeras – mientras el 39% restante fueron en webs con sede en España.

Como se podía esperar de un país turístico, las compras turísticas absorbieron la mayor parte de las hechas por extranjeros en webs españolas: el 29%. En relación a la facturación, destaca el marcado crecimiento de las apuestas y el juego online, que con el 4,9% del total consiguen situarse en tercera posición; sólo superadas por prendas de vestir (10%) y suscripción a canales online (5,1%).

De acuerdo a los datos de la Comisión Nacional, los operadores de juego online, principalmente páginas de apuestas deportivas y casinos en línea, lideraron el ranking de compraventas en 2020 con el 7,3% del total; contribuyendo además con un 5,2% del volumen de negocio con origen en España y destino exterior.

El juego en línea, un sector regulado

La industria del juego por internet en España cuenta con reglamentación desde hace casi una década. En 2012 se aprobó la última ley de juego, que sigue vigente y pasa por haber sido la primera en regular de forma expresa las actividades de los operadores de juego y apuestas online en el país.

A partir de ese año, todas las empresas que deseen ofrecer productos para jugar y apostar en línea deben contar con una licencia de actividad. Ésta es expedida por la Dirección General de Ordenación del Juego, una entidad dependiente del Ministerio de Consumo que se originó a raíz de la citada ley.

El modelo regulatorio español es uno de los más avanzados dentro del contexto europeo, y está sirviendo además como ejemplo a seguir para otros países de habla hispana. Tal es el caso de Colombia, que cuenta desde hace un lustro con regulación sobre el juego online y la desarrolló a semejanza de la española.

En el caso colombiano, el organismo público encargado de emitir las autorizaciones/licencias para operar online a las casas de apuestas en Colombia es Coljuegos; mientras que la legislación aplicable data de mediados de 2016 y es el conocido como Reglamento de Juegos Operados por Internet.

Gracias a la regulación, el Estado Colombiano ha recaudado (por medio de Coljuegos) ingentes cantidades en impuestos a los operadores de juego, y los recaudos han sido empleados en mejorar el sistema nacional de salud. Baste decir que, hasta 2020, el juego y las apuestas reportaron al erario público 3.8 billones de pesos colombianos en tasas impositivas y derechos de explotación.

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