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Haya o no Haya, Haya será: 100 años de la fundación del APRA

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100 AÑOS DE LA FUNDACION DE LA ALIANZA POPULAR REVOLUCIONARIA AMERICANA.
Víctor Raúl Haya de la Torre, fue luz que se abrió al oscurantismo y venció al oprobio… siempre decía, el APRA, es una obra de amor y no un club de amigos o amigotes.
Faltan pocos días para el 23 de febrero Mitin por  DIA DE LA FRATERNIDAD cumpleaños de nuestro «compañero jefe» Víctor Raúl Haya de la Torre, el gran precursor, visionario, filosofo y educador, considerado como el peruano más ilustre del siglo XX, que apostó por la causa, de los que menos tienen bienestar y posibilidades para su desarrollo, en el marco de la sociedad aprista de PAN CON LIBERTAD. Haya, era más que un simple líder o maestro. Era el gran «profeta de un movimiento político que se convirtió en religión»
«Y todos los apristas nos daremos un abrazo de  fraternidad en la Av de los pañuelos blancos desde el Parque de la Exposición y de la Plaza Dos de Mayo a partir de las 4:00 pm en la «GRAN MARCHA POR LOS 100 AÑOS EN EL CORAZON  DEL PUEBLO«, por encima de las diferentes tendencias que nos puedan separar como un gesto de humildad y una idea de Fe, Unión, Disciplina y Acción y un firme propósito de fortaleza».

Todos juntos estaremos celebrando el «Día de la Fraternidad», fecha que recordamos con unción los 129 años de su nacimiento, al «Rey sin Corona, al Presidente sin Banda», como llamó genialmente Luis Alberto Sánchez a
Víctor Raúl Haya de la Torre. Que dirigió -y lo sigue haciendo hoy-, a las multitudes irredentas, a campesinos que esperan aún su auténtica liberación, obreros de las fábricas que esperan un salario justo, a vendedores informales que salen todos los días con un sueño para llevar un pan a su mujer y sus hijos, un lider que gobernó y dirigió nuestras vidas no con una obra material, ni una dádiva dentro del cabestrillo oscuro del ofrecimiento innoble; sino que nos dio su obra espiritual, su ejemplo moral y ético, su desprendimiento personal durante toda su vida, sin tregua y sin mácula.
Este 23 de febrero, todas las bases apristas celebran el Día de la Fraternidad, en una verdadera concentración multitudinaria, como una manera de honrar la fecha en la que nació Haya de la Torre. Es –- si se puede decir – la versión aprista de la Navidad. Que el «Cachorro» Manuel  Seoane institucionalizó el Día de la Fraternidad el 22 de febrero de 1946, y la oficializó en su histórico discurso en el Estadio Nacional decía: “Traigo para ti, compañero Víctor Raúl, un recado que viene del corazón del pueblo. El pueblo aprista, esta vez sin consulta ni congreso, por mandato imperativo de abajo hacia arriba, ha resuelto consagrar de hoy en adelante, y hasta cuando seamos polvo en viaje a las estrellas, el 22 de febrero como el día Aprista de la Fraternidad. Tu cumpleaños debe unirnos para siempre, en las buenas y en las malas”. Bellísimo discurso que encendió fogatas de alegrías, y se grabó como RECADO DEL CORAZON DEL PUEBLO.
También, celebraremos los 100 años del APRA en el corazón del pueblo. Un gran partido que nos ha dejado Haya de la Torre y que siempre iluminará el camino de los verdaderos apristas (no de oportunistas, ayayeros o apristones), y dejó bien clarito en la Jefatura de la Casa del Pueblo en la Av. Alfonso Ugarte. Allí sobre su escritorio hay una placa humilde de un acrílico proletario con una enorme frase: «Aquí escuchaba al Pueblo».

Ojalá los jóvenes apristas que han tomado las riendas del Partido Aprista Peruano, entiendan y recojan esta profunda aserción de filosofía política, escuchen al pueblo y sobre todo a su heroica y sufrida militancia manual e intelectual hasta hoy postergada injustamente.
Recuerde que el verdadero entendimiento de lo que es el aprismo nos lo da la anécdota que tanto citaba Haya de la Torre cuando los esbirros de una de las tantas dictaduras llevaba a un “Tigre de Laredo” para torturarlo y le decía a la par que le pegaba: “¿Cómo puedes tú, ignorante ser aprista si el aprismo tiene una doctrina, una filosofía, dónde te va a entrar en la cabeza?” y el analfabeto respondía golpeándose en el pecho: “Es cierto, soy ignorante, a mí no me entra en el cerebro, me entra en el corazón».
Quien no siente eso, no es aprista, por más títulos que tenga, por más «palabreo» que lo acompañe, por más astucia e inteligencia que se le reconozca. El APRA, y Haya lo decía, es una obra de amor y no un club de amigos o amigotes.
No debemos olvidar, que  en el memorable mitin de 1962 – Día de la Fraternidad – en el Campo de Marte,  Haya dijo: “Queremos que el partido mantenga esta voz de fraternidad, le decimos a todos los peruanos que siempre visionamos y queremos un Perú nuevo. Un Perú nuevo, que siga la ruta de aquellos grandes países que han logrado sus más altas expresiones de progreso. Por el esfuerzo, por el trabajo y la decisión. No queremos un país de holgazanes, no queremos un país de burocracia dorada con alto sueldos que el país paga y no corresponde al trabajo que se hace. No queremos que el presupuesto se invierta en obras no reproductivas o es gente que se lo consume y no produce. Nosotros necesitamos movilizar al país, movilizar con esfuerzo conjunto y darle al peruano nuevas características. Un nuevo perfil psicológico”.
En un partido de trayectoria como el APRA, con 100 años de existencia es lógico que haya entredichos y ortodoxias, pero las riñas y los trapos sucios se lavan en casa, y no se ventilan en los principales noticieros, para beneplácito de nuestros enemigos que anuncian la muerte del partido del pueblo ¡PERO, NUNCA PODRAN MATARLO! La clave de nuestra existencia y fortaleza está en la historia misma del APRA, en cuyos pasajes ha sobrevivido a varias disputas, y a no pocos forcejeos. Los conflictos de ayer y ahora son absolutamente naturales dentro de la lógica de convivencia de una institución como el APRA: Su indivisibilidad es impar. Esta bien claro y seguro en la inobjetable influencia que la fraternidad aprista ha hecho de la polémica, no un rasgo menor, sino un recurso característico de Fe, Unión, disciplina y Acción.
La historia de nuestro país, dejaría de serla, si cercenamos la presencia rebelde del APRA. El magnetismo revolucionario de Haya de la Torre, magnetismo IDEOLÓGICO que atrajo a todos y que reverdece cada vez que estudiamos el pensamiento y la genialidad de nuestro Maestro y Guía, que se traduce en TRES PILARES: la Ideología SOCIALDEMÓCRATA (más vigente que nunca), la teoría del Espacio y TIEMPO HISTÓRICO para leer e interpretar la azarosa vida del Partido y la FRATERNIDAD que con su ejemplo nos legó HAYA. Un aprista no habla mal de otro aprista.
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