En el Perú crece la alarma Covid por falta de oxígeno

La pandemia del coronavirus está casi fuera de control en el Perú. La falta de oxígeno en las unidades de cuidados intensivos y los retrasos en la entrega de las vacunas están agravando la emergencia de contagios, como testimonió el arzobispo de Lima, Mons. Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio.

Casi 1 millón y 200 mil infectados, más de 1 millón curados, pero 41.500 muertos. Estas cifras significan que Perú, un país con casi 33 millones de habitantes, superó el límite de alerta en la actual pandemia de coronavirus.

Después de Brasil, Perú es el país más afectado por Covid – 19 en América Latina. Y los infectados continúan aumentando, en parte debido a un sistema de salud que colapsó ante la emergencia hospitalaria y también por las medidas de seguridad inadecuadas para garantizar la higiene y el distanciamiento, especialmente en los sectores más pobres de la población.

Las medidas de prevención

Los mercados de barrio, que nunca han cerrado durante los meses más difíciles, son los focos más peligrosos. Las personas, afectadas por la violenta crisis económica, con una caída del producto interno bruto en 2020, están haciendo lo que pueden Para sobrevivir, trabajando en la informalidad para enfrentar la crisis.

A las dificultades financieras también se añadieron las de salud. Se han visto colas de personas en las calles para comprar cilindros de oxígeno vendidos por ambulantes a un precio mucho más alto que en los hospitales, que estaban totalmente desprovistos. La situación de infectados es grave, también por la falta de vacunas para toda la población, dice el Arzobispo de Lima, Mons.Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio. A esto se suma la falta de alimentos para las familias, cuyos miembros no pudieron ir a trabajar durante meses.

La Iglesia en primera línea para ayudar a la población

La Diócesis de Lima, pero también todas las demás diócesis peruanas, afirma el prelado entrevistado por Radio Vaticano, están involucrando a los fieles en la realización de colectas destinadas a la compra de bienes de primera necesidad. Cáritas, en todos los niveles, se compromete a encontrar oxígeno y alimentos. La Iglesia está muy involucrada en varias partes del país, tratando de garantizar el apoyo diario especialmente para los sectores rurales, los más pobres de la población.