Las exportaciones chinas retroceden debido a una disputa comercial con EE.UU.

Las exportaciones chinas retrocedieron en agosto, en comparación con el mismo período de 2018, en un momento en que la guerra comercial con Washington se agrava, con la entrada en vigor en los Estados Unidos de más aranceles sobre los productos chinos.

Según datos de las aduanas chinas, las exportaciones chinas cayeron un 1% en agosto. El excedente comercial de China se redujo a 34800 millones de dólares (31500 millones de euros), tras haberse fijado el mes pasado en 45000 millones de dólares (40800 millones de euros).

La caída homóloga acusa el impacto de las disputas comerciales con los Estados Unidos, el mayor socio comercial del país asiático.

Las exportaciones chinas a los Estados Unidos cayeron un 16%, hasta 44 400 millones de dólares (40 200 millones de euros). Las importaciones chinas de bienes estadounidenses cayeron un 22%, hasta 10 300 millones de dólares (9 300 millones de euros).

Los datos contradicen a los analistas que preveían un aumento de las exportaciones chinas a los Estados Unidos como forma de adelantar pedidos antes de la entrada en vigor, a principios de septiembre, de una nueva ronda de aranceles, del 15%, sobre un total de 112 000 millones de dólares de bienes importados de China.

Las nuevas tasas afectan por primera vez a productos acabados, como zapatos y ropa fabricados en China, afectando no sólo a los productores chinos, sino también a los consumidores estadounidenses, que dependen de la producción de la segunda economía más grande del mundo.

Washington y Beijing ya han aumentado los aranceles sobre cientos de millones de dólares de productos de ambos países en una guerra comercial que estalló hace más de un año.

El núcleo de la guerra comercial es la política de Pekín para el sector tecnológico, que pretende transformar las empresas estatales del país en actores globales importantes en sectores de alto valor agregado, como la inteligencia artificial, la energía renovable, la robótica y los coches eléctricos.

Los Estados Unidos consideraron que este plan, impulsado por el estado chino, viola los compromisos de China de abrir su mercado, en particular obligando a las empresas extranjeras a transferir tecnología y concediendo subvenciones a las empresas domésticas, mientras que las protege de la competencia exterior.

Delegaciones de ambos países se reunirán de nuevo en octubre en Washington para discutir un acuerdo que ponga fin a las disputas, pero es improbable que haya una solución a corto plazo.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ya ha anunciado que elevará las tasas, del 25% al 30%, sobre 250.000 millones de dólares de bienes importados de China, a partir del próximo mes