Volviendo a las andadas: ¿Ron Zapaca o Pisco Tacama?

¿Ron Zacapa o Pisco Tacama? Un desenlace final anunciado.

Luego de un breve receso, obligado por Pedrito Gálvez, volvemos a las andadas, a esas andadas llenas de cariño por lo nuestro. En estos últimos días la he pasado analizando los mensajes en la televisión ensimismado y preguntándome, insistentemente, lo siguiente: ¿Cuál será, finalmente, el desenlace de la pelea de pulpos en la que se ha metido nuestro Presidente, Martín Vizcarra Cornejo?.

La reunión solicitada, a boca de jarro por Pedro Olaechea, el titular del Congreso, para un primer round (quizás sea el último) entre él y Vizcarrita, y luego ratificada mediante oficio, es una tremenda mecida. Ya sabemos, todos nosotros, menos Olaechea, que es una crónica de una muerte anunciada: Vizcarra ha dicho en mil idiomas, de distintas maneras y en diversos foros que NO HAY OTRA SALIDA que las elecciones adelantadas.

Por su parte, el dueño de Tacama, va corriendo en las apuestas que la única vía de escape es gobernar al 2021; es decir, que el Presidente termine su mandato y ellos como congresistas. Pero, Vizcarrita, quien suele brindar con Ron Zacapa, no lo aceptará. Primero porque desconfía de los fujimoristas y sus aliados. Sabe muy bien y de acuerdo a nuestra Carta Magna, que el último año de mandato legislativo ya no podrá hacer cuestión de confianza y cerrar el Congreso, y en ese año, su cabeza rodará en bandeja de plata a los pies de sus enemigos vía vacancia presidencial, quizás utilizando ese viejo, manoseable y perverso rótulo de PERMANENTE INCAPACIDAD MORAL.

Por eso, Vizcarra Cornejo no cederá. Estamos segurísimos que antes de fin del mes de septiembre, el inquilino de la Casa de Pizarro exigirá el debate de su proyecto de Ley de adelanto de elecciones vía CUESTIÓN DE CONFIANZA, en los únicos términos en que está expuesta la pre norma presentada al Parlamento, todo es cuestión de tiempo. Cerrado el Congreso, en 8 meses habrán nuevas elecciones y tendremos nuevas autoridades. Y el país habrá retomado su rumbo. ES IMPOSIBLE, INCOMPATIBLE E INGOBERNABLE un Perú con una mayoría aplastante, intransigente y petulante en el hemiciclo. Y, por el otro lado, un  gobierno débil, cansado y mediocre. Lleno de ministros que no saben hacia dónde marchar. Con un presidente sin ganas de gobernar. El único ganador será el país al librarse de este siniestro pasado. DIOS SALVE AL PAÍS. VIVA EL PERÚ.