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El Perú una vez más se juega su partido aparte este lunes 9 en el Congreso, cuando Vizcarra afronte su 2do. proceso de vacancia. Nos hemos preguntado, cuanto puede afectar esta decisión a la estabilidad democrática y economía del país, como la amenaza de sacar a las FFAA y cierre del Congreso para felicidad de los corruptos y crimen organizado, mientras el país es sacudido por la epidemia del Covid-19?
Con todos los hechos, es momento que los ciudadanos honestos aprendan a detectar a los políticos y funcionarios corruptos tanto de la empresa pública como privada y no se dejen sorprender por la prensa mermelera, que manipularon a los electarados a favor del “Cholo Sagrado», “la pareja presidencial”, “La Tía Vaga”, “PPK» y «Pinocho» Vizcarra, que dictaban cátedras de moral, honradez y lucha contra la corrupción, y todos los electarados se la creyeron.
De una u otra forma los corruptos cambiaron su forma de vida, status, residencia y eso los delató, al caer en las redes de su propia conciencia lasa y relajada, “la dolce vita”, compra de carros lujosos, viajes y departamentos con todas las extravagancias de quienes se levantaron de la nada, gracias a la oportunidad que les dio el Estado, y de la noche a la mañana aparecen como seres intocables gracias a su gruesa chequera.
Después salieron con el cuento que se sacaron la Tinka, la polla, herencia de su abuela, etc. no se dan cuenta que con su comportamiento y forma de actuar han construido un falso ideario, recatados ante la sociedad que dejan la mínima huella o sospecha de sus saqueos, negociados, a donde llegan son la majestad divina, ignorando con su mirada y rasgos faciales están trazados con signos de criminalidad. Son incapaces de mirar a los ojos escrutadores de sus posibles detractores y el pueblo que los señala.
La Lealtad con el pueblo se tiene cuando se piensa en ellos y no se delinque, porque tarde o temprano tendrán que acudir a los estrados judiciales a responder por sus delitos, y seguramente terminarán en las cárceles para vergüenza de sus familias y amigos. Los últimos escándalos de corrupción nos muestran un país y sus instituciones podridas, con personajes que se las ingenian, para que sus procesos judiciales sean engavetados y empiecen a dormir el sueño de los justos, producto de una inyección económica al juez o fiscal, los que también caerán en las redes de la justicia como está ocurriendo últimamente.