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Hildebrandt: el “enano” venenoso y el APRA

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Hildebrandt: el “enano” venenoso y el APRA

¿Por qué tantas ojerizas contra Alan?

El 15 de marzo del 2009, «en pocas palabras Jauri»  me hacía esa pregunta ¿Porqué tantas ojerizas de Hildebrandt  contra Alan? Y no tenía ninguna duda al leer las distintas notas de Hildebrandt que aparecen en el diario La Primeraperiódico chavista, que dirige César Lévano- , y sobre todo “El García que conocí”.

«El presidente Alan García una vez más es blanco de su ira. De levantador de pesas, orador inigualable –que lo deslumbraba- y compartía la idea que el mundo debía de cambiar para hacerse más vivible. ¿En qué debía de cambiar el mundo? Pues, fundamentalmente, en la naturaleza de su comercio, en las condiciones del endeudamiento, en los contratos de transferencia de la tecnología, en el régimen de las patentes, en el carácter oligárquico del Consejo de Seguridad de la ONU, en las condiciones imperiales con las que solía venir la inversión extranjera. Era una agenda precisa. No se trataba de soñar vaguedades sino demandar justicia internacional. Y eso suponía despojarse del estoicismo que había emasculado al APRA y había hecho de muchos de sus viejos dirigentes parlamentarios crónicos y charlatanes sin gracia».

Ahora, escucho al doctor Alan García mentir como un vendedor de cebo de culebras, decir naderías con aire doctoral, proferir su derrota doctrinaria como si fuera un triunfo de la madurez, y se pregunta ¿Dónde está el García que entusiasmó a parte de su generación? El Dr. García dice que defiende al pueblo cuando chavistamente, le ordena al Banco de Materiales no cobrar la deuda de 270,000 propietarios morosos. El Dr. García dice que defiende al pueblo cuando chavistamente, promulga la ley que legítima la apropiación ilícita de millones de hectáreas de terrenos privados y del Estado. Dice, el “enano” que no encuentra ninguna respuesta.

«¡Para César Hildebrandt, el mundo ni el APRA han evolucionado de acuerdo espacio y tiempo! El único que ha evolucionado de acuerdo a su tamaño es César Hildebrandt, cuya reputación de feroz destructor de famas es bien conocida dentro y fuera del Perú. Todos saben que es envidioso, resentido, amargado y enano»

Al grano, desde el año 2002 el APRA inicia un proceso de reflexión en diversos plenarios y asambleas, donde se hizo una serie de autocrítica del primer periodo, la realidad mundial y la respuesta del APRA para el futuro. Toda lo que ahora se está haciendo desde el gobierno se aprobó dentro del partido. Es falso que el APRA mantenga una corriente ortodoxa apegada a los libros primigenios mientras el gobierno está siendo conducido libérrimamente y fuera de los cánones ideológicos.

El “enano” está recontra perdido en el espacio sideral en cuanto al concepto nuestra ideología, doctrina, política y practica del aprismo, todo un incomparable legado de nuestro “compañero jefe” Víctor Raúl Haya de la Torre, que jamás comprenderá»

Debo refrescarle la memoria, nuestra concepción parte del análisis marxista de la lucha de clases y que debe existir un proceso de igualdad y justicia social. Esta lucha no la tiene la derecha, menos la izquierda extrema que siguen anclados en el sueño estatista. El APRA, es el único partidos de izquierda en el país, si entendemos izquierda como cambio, lucha contra la pobreza y la justicia social, descentralización, es revolucionario, en cuanto logre los objetivos.

1.El APRA, tiene una concepción diferente del país, que el “enano” no comprende ni va a comprender nunca jamás, el Espacio-Tiempo histórico. Hegel afirmaba que “cada filosofía es la filosofía de su época; es un eslabón de toda una cadena del desenvolvimiento espiritual que puede satisfacer los intereses de su tiempo. Plantea así el principio de su propia negación.

2.Haya de la Torre al respecto dice…la filosofía de la historia, que es un inmenso movimiento procesional de pueblos y culturas hacia el progreso de la conciencia de libertad como “eslabones de una gran cadena” llega a la conclusión estática que la corta y paraliza. Hegel se detiene en la idea del súper Estado europeo y es conducido a ese epílogo por su idealismo absoluto que desviado del determinismo fluyente desemboca y se congela en la dogmática ortodoxia.

3. Aquí, Marx niega en este punto a Hegel. Construye con los elementos objetivos de su época y sobre la estructura de la dialéctica, despojada de todo idealismo, una revolucionaria y universal “concepción del mundo” que es el Materialismo Histórico, pero para él, el Espacio -Tiempo hsitórico son valores desligados, absolutos y permanece quieto en su nuevo punto de observación. Descubre otras leyes del desenvolvimiento social concebido como un solo y grandioso proceso que comienza en la primitiva antigüedad y culmina en la era del proletariado.

4.Tanto Marx como Hegel, están así, desde ángulos y momentos diferentes. La filosofía de cada uno de ellos es la “filosofía de su época”.

Hildebrandt, como todos nuestros enemigos olvidan que en el mundo del siglo XIX la expansión cultural, política y económica de los grandes escenarios mundiales hacia otros ejes de latitud, el concepto filosófico del universo, del espacio, del tiempo y su movimiento aplicados a la historia, no logran ascender hasta cuando sí lo hace el relativismo contemporáneo sobre la base de una nueva geometría y una nueva física. Aunque la teoría marxista no puede ser una “verdad eterna” su imperativo de continuidad es su negación dialéctica, que no es negar simplistamente. Es a la vez conservar y superar. De allí que la validez universal de todos los principios y doctrinas devienen relativizadas por las modificaciones que le impone cada espacio tiempo.

5.Tampoco considera que, el mundo sigue su marcha. “…lo universal y eterno es el devenir, y la historia no detiene su proceso dialéctico. Los escenarios políticos sociales se expanden y nuevos ángulos de observación se abren ante la conciencia de los hombres…” decía Haya de la Torre. Como vemos este concepto no lo entiende el “enano”, ni jamás lo va a comprender, entonces la historia, ya no puede centralizarse en determinados polos europeos y su movimiento que es universal tiene varias velocidades y varias vías. Todo se mueve, todo deviene.

  1. A este concepto, Haya de la Torre, agrega: las realidades históricas no forman ya eslabones de una sola y gran cadena. Son varias, tendidas hacia el futuro ilimitado. Puede haber y de hecho hay, entre ellas, puntos de contacto y proximidad ya que el paralelismo es sólo relativo. Pero su dirección y longitud no pueden ser idénticas. Por eso, tiempo, espacio y movimiento devienen en inseparables en cada realidad observada. Y así como hay un espacio tiempo histórico europeo, lo hay en Indoamérica…

El aprismo basa su filosofía en ese principio general: el devenir social es relativo y su relatividad está determinada por el “espacio histórico” en el que se desarrolla la vida de los pueblos y, por el “tiempo histórico” que marca el grado de evolución económica, política y cultural, determinado por las formas de producción y por el desarrollo. El grado de evolución de un pueblo es dado por su velocidad y dirección, están determinados por los alcances de su proceso de desarrollo. Se hallan vinculados a las formas de producción, vale decir a su economía; la que está determinada e influida por el medio geográfico, la capacidad biológica, étnica, aptitud y grado de dominio de la naturaleza que accionan y reaccionan en el devenir histórico de los grupos sociales y en la conciencia de ese devenir.

  1. Haya de la Torre sostiene, que el proceso de evolución de la naturaleza, el cosmos, de la sociedad, del pensamiento, de la historia, continúa fluyendo inconteniblemente. Y este siglo que vivimos, es el eslabón que pasa de una cadena móvil de milenios en perpetuo avance. Por ello, por más grandioso que sea el pensamiento de los hombres egregios, por más extraordinario e influyente que sea su genio y su evidencia, siempre pasan. Y como pasó Heráclito el descubridor del devenir, como pasaron Tales de Mileto, Pitágoras y Demócrito, Platón y Aristóteles, Santo Tomás, Descartes, Spinoza, Bacon, Enmanuel Kant y Hegel, como pasaron todos los grandes espíritus que contribuyeron a descubrir las misteriosas claves del universo, así pasará Marx y será también negado. Este necesario devenir no es desmedro de su gloria. Antes bien, es su afirmación, pero afirmación en su espacio y en su tiempo, como continuidad histórica de su pensamiento y su obra. Así se afirma también la autoridad y la contribución de cada genio de la ciencia, del arte y de la ciencia, de la filosofía y de la política…

¿Podrá el “enano” comprender esta filosofía? No. Las ojerizas contra  Alan no se lo permiten: lo ciegan.

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