Víctor Raúl Haya de la Torre, en la historia laboral del Perú.
Los comunistas siempre trataron de contar la historia a su manera, manipulando los hechos. Especialmente César Lévano – director de ese panfleto «La Primera» – pro chavista – con mala leche ignoró el rol protagónico del joven Víctor Raúl Haya de la Torre en el paro de 1919 que condujo a la victoria obrera en la conquista de la jornada de 8 horas en el Perú.
«Son los trabajadores quienes reconocen el impulso del estudiante HAYA DE LA TORRE que plasmó esta gran reivindicación para la clase laboral, el 15 de enero de 1919, con la firma del decreto de reconocimiento por el Ministro de Fomento Doctor Manuel A. Vinelli».
César Lévano, Nelson Manrique y demás comunistas criollos, no reconocen que nuestra historia laboral tiene las ilustraciones de sacrificio con sangre y costos de vida de los trabajadores, como consecuencia y proceso de la voluntad de la fuerza obrera para alcanzar un objetivo casi imposible para esos tiempos: En Chicama sería el primer intento de agitación y rebeldía por la explotación sentida en 1906 siendo la hora laboral de 12 , 14 horas, decretándose una huelga para exigir mejoras en el salario y las 8 horas.
En 1905, ya había sido planteada por la Federación de Panaderos Estrella del Perú, inspirada por Manuel Gonzales Prada. Luego, en 1908 los trabajadores portuarios y marítimos del Callao, Chancay y Huacho, son los que se declaran también en huelga; los mineros del Centro por la jornada de 8 horas y todos fueron objetos de violentas represiones. Se realiza la huelga de los trabajadores portuarios del muelle, conducida por el gran líder Fernando Vera, que logra en 1913 la rúbrica del Presidente Guillermo Billingurst, reconociendo las 8 horas, sólo para esta organización.
Este acto, levantaría el ánimo de los trabajadores, henchidos de fortaleza y espíritu de lucha al finalizar el año 1918 – cuando en el Perú se vivía instantes decisivos políticos electorales -, hace que este ambiente del 5 al 10 de diciembre se realice en Lima el primer Congreso de la Federación Obrera Local. Esto sería el comienzo de la gran batalla de los trabajadores. El 12 de diciembre se declaran en huelga los trabajadores textiles de Lima.
El 13 de diciembre, es el gran acontecimiento histórico en el que el movimiento obrero decide luchar juntos con los estudiantes, formándose el Frente Obrero Estudiantil liderado por Víctor Raúl Haya de la Torre y que lo conforman de parte de los trabajadores Nicolás Gutarra, Adalberto Fonken y Carlos Barba.
El 13 de enero de 1919 se realiza la gran reunión obrero – estudiantil. El gobierno suspende las garantías. Se producen choques muy violentos, Haya de la Torre despliega una nutrida actividad. Apenas duerme. Se reúne con los jóvenes obreros textiles. Los consejos y las directivas van de casa en casa.
La Federación de Estudiantes consigue votos en favor de la participación universitaria en el conflicto. El 14 de enero, se realizaron muchos arrestos en la zona donde sesionaban los huelguistas. El local de la biblioteca Ricardo Palma es rodeado de tropas en un ambiente estremecido por los discursos y las canciones obreras.
Para evitar la detención de los dirigentes obreros, toma la representación Víctor Raúl Haya de la Torre, logrando la segunda entrevista con el Ministro Vinelli, que le había dicho que era una utopía el establecimiento las 8 horas laborales. El Comandante Gómez le pide a Haya que retire a los estudiantes para disparar contra los obreros.
Haya de la Torre nuevamente se escabulle entre las líneas militares camuflándose utilizando el sombrero de Gutarra. El Comandante lo confunde con el líder obrero, sorteando la situación con mucha valentía y arrojo.
Luego 36 horas de dura tensión, Víctor Raúl se entrevista nuevamente con el Ministro Vinelli, quien está mortificado por los incidentes y calculando que la situación puede desencadenar una serie crisis para el gobierno, empieza a gestionar concesiones para los obreros.
Haya hace una contrapropuesta con el objetivo fundamental: las 8 horas de trabajo. Al terminar la reunión, Vinelli lo abraza y le dice “estamos ya unidos en esta causa”.
A las 5 de la tarde, Haya recibe la señal convenida y el chofer del Ministro entrega el texto del Decreto que se discute en Palacio de Gobierno. Víctor Raúl revisa el documento para ver si es conforme a lo tratado. Se dirige al local de la asamblea.
Se abre paso entre la muchedumbre y da lectura al Decreto en medio de un silencio impresionante . Cuando pronuncia el nombre del ministro que lo refrenda, Víctor Raúl, con voz enronquecida, dice: “hemos triunfado, compañeros”.