Salud
Cómo las elecciones de alimentos afectan el CEREBRO
No es ningún secreto para nadie que la base de una buena salud es una dieta saludable. Pero la evidencia reciente muestra que ciertos alimentos pueden afectar directamente la salud del cerebro y el bienestar mental. El último de ellos, de un estudio que se publicará en el número de noviembre de la revista científica Journal of Affective Disorders, reveló que la ingesta de hongos, por ejemplo, como el champiñón y el shitake, se asocia con la reducción del riesgo de depresión.
Efectos de setas en el cerebro
Trabajos previos ya habían asociado el consumo del hongo con una disminución del riesgo de cáncer y muerte prematura. Ahora, los investigadores de Penn State College of Medicine en los Estados Unidos han descubierto otro beneficio de las setas, después de analizar los datos sobre el régimen y la salud mental de más de 24 mil adultos estadounidenses, recopilados entre 2005 y 2016. Los resultados mostraron que aquellos que comieron estos alimentos tenían menos probabilidades de desarrollar el trastorno, en comparación con las personas que no tenían este hábito.
Los hongos contienen varios compuestos, incluida la vitamina B12, el factor de crecimiento nervioso (llamado BDNF), así como antioxidantes y agentes antiinflamatorios. Entre estas sustancias, la ergotioneína, un poderoso antioxidante que puede proteger contra el daño a las células y tejidos del cuerpo, presente en grandes cantidades en estos hongos, sería la principal responsable del efecto protector sobre la salud mental.
Los investigadores no observaron una relación entre la cantidad y los beneficios. Identificaron que aquellos que consumían hongos tenían menos riesgos en comparación con aquellos que excluían el alimento de la dieta.
Frutas, Verduras y el Cerebro
Un segundo estudio, publicado en Clinical Nutrition, llegó a conclusiones similares, pero esta vez con frutas y verduras, y en porciones cuantificadas. Las personas que comieron al menos 470 gramos diarios de estos alimentos tuvieron niveles de ansiedad un 10% más bajos que aquellos que consumieron menos de 230 gramos de estos alimentos.
Se cree que los nutrientes presentes en estos alimentos, como vitaminas, minerales, flavonoides y carotenoides, son un factor de influencia positiva. Estas sustancias, en particular los flavonoides, responsables de los colores vibrantes de los alimentos de origen vegetal, tienen un efecto antiinflamatorio y antioxidante.
Otra evidencia muestra el papel aún mayor de los flavonoides. Un equipo de la Universidad de Harvard confirmó en septiembre el poder en la reducción del deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento. El análisis, uno de los más grandes realizados hasta la fecha, encontró que el consumo de alimentos ricos en estos compuestos ayuda a contener el olvido y la confusión mental que presentan los ancianos y que a menudo preceden a un diagnóstico de demencia.
Los científicos evaluaron los datos de salud y dieta de más de 77 mil hombres y mujeres de mediana edad, recopilados durante 20 años. La información incluye la frecuencia con la que los participantes comieron alimentos ricos en flavonoides durante ese período e informes de posibles cambios cognitivos, como dificultad para recordar eventos recientes o una breve lista de artículos, problemas para comprender las instrucciones, seguir una conversación grupal o encontrar su camino por las calles familiares, cuando estaban en el recinto ferial ético dos de 70 años de edad.
Las sustancias encontradas principalmente en especias, fresas, espinacas crudas, así como frutas y verduras amarillas y anaranjadas, como la calabaza, tuvieron el efecto protector más fuerte: se asociaron con una reducción del 38% en el riesgo de deterioro cognitivo.
Hay aún más explicación para estas acciones. Estos poderosos antioxidantes pueden combatir la inflamación en el cerebro y la acumulación de beta-amiloide, una de las características distintivas del Alzheimer. Además, estas sustancias también juegan un papel importante en el mantenimiento de los vasos sanguíneos sanos, lo que ayuda a mantener el flujo de sangre al cerebro, fortalecer las conexiones y promover el crecimiento de nuevas células cerebrales y aumentar el tamaño del hipocampo, una parte del cerebro que está involucrada en el almacenamiento y recuperación de recuerdos.
Si bien la ciencia no anhela la porción óptima para el efecto en el cerebro, los expertos recomiendan «colorear el plato tanto como sea posible».