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El contravertido Henry Kissinger no pudo engañar a la parca
Exsecretario de Estado, hombre de doble cara: Nobel de la Paz, aliado de dictaduras y acusado de crímenes de guerra: alabado y cuestionado.
Henry Kissinger fue uno de los estrategas en política exterior más influyentes. Fue la mano derecha de Nixon y Ford y asesoró a doce presidentes estadounidenses, pero su figura tiene más sombras que luces. Tuvo un papel clave en el deshielo de la relación entre China comunistas y Estados Unidos. Convocó a la Unión Soviética a un diálogo que se conoció como “distensión” y que condujo a los primeros grandes tratados de control de armas nucleares entre ambas naciones. Con su diplomacia itinerante, consiguió que Moscú dejara de ser una gran potencia en Medio Oriente, pero no logró negociar una paz más amplia en la región.
Después de varios años de reuniones en París, y su buena «muñeca» negoció los acuerdos de paz que pusieron fin a la participación de EEUU en la guerra de Vietnam, un logro por el que compartió el Premio Nobel de la Paz en 1973. La llamó “paz con honor”, pero la guerra estaba lejos de terminar, y los críticos argumentaron que podría haber logrado el mismo acuerdo años antes, salvando miles de vidas. Ya en dos años, Vietnam del Norte había arrollado al Sur, con apoyo de Estados Unidos. Fue un final humillante para un conflicto que, desde el principio, Kissinger había dudado que Estados Unidos pudiera ganar.
Para todos sus detractores, la victoria comunista fue la cereza en la torta de una política cínica que pretendía crear cierto espacio entre la retirada norteameticana de Vietnam y lo que viniera después. De hecho, en los márgenes de la notas de su viaje secreto a China en 1971, Kissinger garabato: “Queremos un intervalo decente”, sugiriendo que solo pretendía posponer la caída de Saigón: esto llegó a su fin cuando los norteamericanos habían abandonado el proyecto de Vietnam, estaban convencidos que perdían la guerra y que los intereses estratégicos de Estados Unidos estuvieran vinculados al destino de Vietnam.
De que se le acusa:
Derrocamiento del gobierno de Chile: apoyo de EEUU a la dictadura de Pinochet.
Bombardeo en Camboya,: 500,000 muertos.
Apoyo a la invasión de Timor Oriental: 200,000 muertos.
Terrorismo de Estado en Argentina: 30,000 muertos.
Bombardeo a Laos: 200,000 muertos.
Costo humano de la guerra en Vietnam: más de 2.5 millones de muertos.
La trayectoria de Kissinger está plagada de decisiones polémicas que siguen pesando en el orden geopolítico actual. Una de ellas, por ejemplo, la represión del 68 en México, la secuela de la guerra sucia junto a los PRIANISTAS.
«En un documento desclasificado de EE.UU. muestran que Henry Kissinger, furioso por la decisión del entonces presidente cubano Fidel Castro de enviar tropas a Angola, esbozó en 1976 planes para “aplastar a Cuba” con ataques aéreos, los cuales nunca llegaron a concretarse».