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CUANDO HAYA DERROTÓ A LENIN

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SIEMPRE EXISTIRÁ DISCUSIÓN SOBRE LA FILOSOFÍA APRISTA vs FILOSOFÍA MARXISTA

Los caviares de la PUCP cuando empezaron a comparan a Haya vs Lenin se fueron en dearrea, se quedaron sin argumentos y empezaron a difamar a Haya de la Torre. Uno de ellos fue NELSON MANRIQUE,  trató de sorprender una vez más con su antiaprismo furibundo en el diario La República (2009). Era necesario aclarar algunas conceptos que son producto de la vanidad marxista, de ese encono que crea nubarrones en la objetividad de aquellos que dicen ser «periodistas» ( que encuentran una fuente de ingresos fáciles, agraviando a Víctor Raúl Haya de la Torre y «tirando barro con ventilador» a todo lo que signifique APRA), trastocando la realidad de los hechos que están allí inamovibles, pero a veces «cegados por el odio»,  dejan ver la raíz de un análisis premeditado, escrito con el higado para destruir o dañar.
Nelson Manrique, al mismo estilo panfletario de Eudocio Ravines, Federico More, César Levano, César Hildebrandt, Juan Carlos Valdivia y otros «caviarones» o «rabanitos» no pierde la oportunidad para atacar al jefe fundador del APRA. En su artículo «Cuando Haya derrotó a Lenin». Afirma que el lider aprista presuntamente decrépito en 1978, sostuvo en una entrevista haber derrotado a Lenin en el Congreso Antiimperialista Mundial de Bruselas (1927).
MENTIRA ES  ¡IMPOSIBLE! proclamó Nelson Manrique, rasgándose las vestidura apóstatas, Lenin había muerto en Moscú en 1923. ¿Cómo lo iba a refutar? Lo que calla Nelson Manrique (lo oculta), es que Víctor Raúl Haya de la Torre jamás sostuvo que él hubiera tenido «un tete a tete» con Lenin. Lo que siempre sostuvo Haya de la Torre, es que «la tesis leninista del imperialismo, etapa final o superior del capitalismo, no tenía valor en el tercer mundismo indoamericano, porque el imperialismo era paradogicamente, desarrollador del capitalismo nativo. Nuestra primera etapa, antesala del socialismo democrático».
Lenin sostuvo en 1917; «El imperiamismo, etapa final del capitalismo». Pues bien, Haya de la Torre replicó en sus libros y Congresos » es la última etapa, pero sólo para los países industrializados que han cumplido todo el proceso de la negación y sucesión de las etapas anteriores, más para los países de economía primitiva o retrasada, a los que el capitalismo llega bajo la forma imperialista, esta es su primera etapa».


No nos debe sorprender para nada el odio y los furibundos artículos antiapristas del termocéfalo izquierdista Nelson Manrique, que pretende destruir la imagen de  Haya de la Torre, ya en su artículo EL ANTIMPERIALISMO Y EL APRA EN EL SIGLO XXI, publicado el día 22/09/09 en el diario La República dice » El libro de mayor importancia de V.R. Haya de la Torre es El Antimperialismo y el Apra (Santiago de Chile: Ed.Ercilla 1936), la más cabal expresión de los fundamentos doctrinarios del Apra.

Para Haya en El Antiimperialismo y el Apra, el Estado es el instrumento de opresión de una clase sobre otra, usado por las burguesías latinoamericanas para explotar a los trabajadores y dividir a sus pueblos; por eso es necesario acabar con ellas: el poder político-escribe Haya- debe ser capturado por los productores, la producción debe socializarse y América Latina debe constituir una Federación de Estados. Este es el único camino hacia la víctoria sobre el imperialismo y el objetivo político del APRA como Partido Revolucionario Internacional Antiimperialista» (El Antiimperialismo… p.37).
«La lucha contra el imperialismo es para Haya una guerra que para triunfar puede conculcar los derechos consagrados por el liberalismo: el movimiento triunfador antiimperialista organizará su defensa estableciendo un nuevo sistema de economía, científicamente planeada y un nuevo mecanismo estatal que no podrá ser de un Estado democrático libre, sino el de un Estado de guerra, en que el uso de la libertad económica debe ser limitado para que no se ejercite en beneficio del imperialismo».

Esto suponia la creación de un nuevo aparato de poder de los trabajadores, el Estado antiimperialista: En el Estado antiimperialista, es indispensable también la limitación de la iniciativa privada y el contralor progresivo de la producción y de la circulación de la riqueza. El Estado antiimperialista que debe dirigir la economía nacional tendrá que negar derechos individuales o colectivos de orden económico cuyo uso implique un peligro imperialista») pp.138-139).
Nelson Manrique olvida que los verdaderos aprista-fiel seguidores de Haya de la Torre- jamás hemos claudicado de nuestras ideas y nuestra doctrina, menos abandonado los postulados de El Antiimperialismo y el Apra -hay quienes se inclinan por Treinta años de aprismo (Mexico: FCE,1956)-, tampoco hemos abandonado la memoria de Haya de la Torre, ni de quienes dieron su vida por el APRA.

Me parece insultante decir que «Haya de la Torre no rechazó los capitales imperialistas, porque el imperialismo tiene un lado bueno (trae los capitales y la tecnología necesarios para el desarrollo) y un lado malo (oprime y explota alos pueblos).
De lo que se trata es de construir un Estado antiimperialista, que tenga la fuerza suficiente para negociar con el imperialismo en condiciones de igualdad neutralizando su lado expansivo y explotador y aprovechando el positivo. Después de todo, empieza con las comparaciones tendenciosas o trasnochadas y dice: Al empezar el Siglo XXI, ¿Quién está más cerca de Haya? ¿El Alan García de agua para todos, analfabetismo cero o Hugo Chávez, Evo Morales, Lula, Bachelet o Correa?
Es «cojonuda» esta comparación, como si el partido aprista o Alan García hubiesen aviserado la doctrina o la ideología de Haya de la Torre. Siempre, «están buscando cinco pies al gato». La ideología del APRA siempre esta presente, tal como lo hizo el jefe y fundador Víctor Raúl Haya de la Torre, en la larga y azarosa vida política que le tocó vivir en nuestro país, liderando su partido, sin perder la razón fundamental de su existencia, que es la defensa de los que menos tienen, de los ideales de Justicia Social de Pan con Libertad.
Pues bien, Nelson Manrique tiene que entender que el «ESPACIO-TIEMPO -HISTORICO» fue creada y dibulgada por Haya de la Torre, presentándola como una superación del marxismo, al que declaró congelado, Y NO, COMO UNA CLAUDICACIÓN DE PRINCIPIOS. Además, considerar que desde el punto de vista de la psicología, el comportamiento humano en los terrenos político, económico, sociológico y antropológico merece estudiarse de manera especializada definiendo sendos campos que reciben los nombre de psicología política, psicología económica, psicología sociológica y psicología antropológica.
Como respuesta a su artículo EL ANTIMPERIALISMO Y EL APRA EN EL SIGLO XXI (título chavista), reitero a Manrique que examine el pensamiento de Víctor Raúl Haya de la Torre ESPACIO-TIEMPO-HISTORICO, y su uso como una herramienta (para todos los alumnos de la Universidad Católica) de la estructuración epistemológica y metodológica de una psicología
como una ciencia puente entre las ciencias naturales y sociales. Esta ciencia puente podría ser muy conveniente como sustento de aplicaciones prácticas orientadas a optimizarel comportamiaqento humano en sociedad. ¿EL CAPITAL de Marx? YA FUE!!!
8 pruebas son suficientes: 
1. Los «caviares» como Nelson Manrique, no entienden que Haya fue un marxista «puro» (del lat. purus), libre y exento de toda mezcla de otra cosa. Sus neuronas no entienden que fue Marx quien»descartó» su teoría inicial Materialismo Histórico después de haber analizado la teoría de Hegel, que Haya de la Torre para no cometer el mismo error de Marx, analizó a Hegel como también a Einsten, creando la teoría filósofica ESPACIO-TIEMPO-HISTORICO.
2.La actitud de los seguidores de la economía «convencional» fue más despectiva: La obra de Böhm-Bawerk zanja para siempre el debate y sepulta definitivamente la teoría del valo –  trabajo. Que al margen de las cuestiones ideológicas, el «Problema de la Transformación» es la justificación básica invocada en el ámbito académico,  para que la obra del viejo  Marx, El Capital, no forme parte de la enseñanza «oficial» de la teoría económica en los países capitalistas.
3. Marx se habría convertido en una pieza de museo? Peri, para los «caviares» o pseudos economistas el «Problema de la Transformación» se convirtió en una obseción: no podía ser que un simple enredo aritmético echase por tierra una teoría consistente; una obra avalada por el laborioso proceso de investigación que cualquier lector neutral de «El Capital», facilmente puede comprobar.
3. A partir de ahi, los «caviares» y los «rojos marxistas, se han volcado en la tarea de desconocer los méritos de Haya de la Torre, y de «corregir» los problemas algebraicos que subyacen en el «Problema de la Transformación» para salvar (o enterrar definitivamente) la Teoría de la Plusvalía. Esa tarea de corrección se inicia con la obra de Bortkiewicz (1907) y se revitaliza a partir de la versión ofrecida por Sweezy (1924). Por ejemplo uno de los errores de la obra El Capital: La clave de la inconsistencia detectada en (1.6) reside en la sunción de unos supuestos erróneos por parte del propio Marx.
4. En ese constante «solapamiento» de la esfera de valores y la esfera monetaria que tiene lugar en la redacción de los sucesivos volúmenes de El Capital, se desliza un supuesto muy restrictivo que resulta fatal para el sistema «marxiano» y que, siendo un supuesto falso puede y debe ser excluido de la «Teoría de la Plusvalía». Me refiero a la igualdad intersectorial de las tasas de plusvalía, un supuesto que han asumido acríticamente tanto los defensores como los detractores de la Teoría de la Plusvalía.
5. Un supuesto, así puede ser desterrado de la Teoría de la Plusvalía sin demérito de esta: de lo contrario, incurriría en ese especie de «escolática sovietica» tan fatal para el marxismo que pusiera de manifiesto Herbert Marcuse, y lamentablemente sus discípulos «caviarones». Este supuesto, que se a tratado, indica que por acción de la competencia de los trabajadores tienden a desplazarse desde los sectores con mayores tasas de pluesvalía (tasas de explotación) hacia los de menor tasa hasta alcanzarse un nivel general.

6. Este «supuesto competitivo» sería el equivalente en el ámbito del factor trabajo, al que mueve a los capitalistas en el ámbito del factor capital a desplazarse de un sector a otro en busca de la máxima rentabilidad. Pero esta analogía es falsa, al menos en los términos descritos, que los «caviares» y rojos marxistas no quieren ver. Porque, los trabajadores y capitalistas responden a las señales que perciben en la esfera monetaria. Aunque la esfera del valor-trabajo exíste, es real- ni los trabajadores ni los capitalistas tienen por qué ser conscientes de ello, ni tampoco reaccionar ante los posibles valores de las variables que respecto de ella podamos definir.
6. Para los capitalistas, dado un volumen de capital se maximiza el beneficio (medido en euros) si se maximiza la tasa de beneficio (medidad en porcentaje sobre el volumen de capital movilizado). El beneficio, en tasa o en valor absoluto, es una señal «operativa», visible, a la que los capitalistas pueden recurrir parta evualuar si están empleando su capital en el sector adecuado. Eso sucede en la esfera monetaria. Mientras tanto, en la esfera del valor-trabajo-, si se cumple que el trabajo es fuente exclusiva de creación de valor, la igualdad de tasas de beneficio intersectoriales implicaría igualdad en las tasas de ganancia.
7. Los trabajadores también se mueven entre sectores por acción e la competencia, pero no es la tasa de plusvalía (tasa de explotación) el indicador de referencia, sino el salario monetario. La tasa de plusvalía, no es una variable observable en la esfera monetaria, el salario nominal sí. Dado un nivel de precios, los trabajadores tenderán a moverse desde los sectores con menores salarios nominales a sectores con niveles salariales más elevados)los «caviares» son expertos en estos manejos).
8. Ese movimiento, provoca a igualación intersectorial de salarios nominales, no de tasas de explotación. Por tanto el supuesto de igualdad de tasas de plusvalía no es cierto. Entonces la sustitución de «el supuesto» IGUALDAD DE TASAS DE PLUSVALIA por lo de IGUALDAD DE SALARIOS NOMINALES entierra todos los mitos marxistas y cuando Nelson Manrique y todos nuestros enemigos lo comprendan, se morderan la lengua (por decir lo menos).

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