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«Canción sin nombre», mejor película peruana de todos los tiempos

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“Canción sin nombre”, de la directora peruana Melina León,  es un ruego poético, un retrato de la cotidianidad del racismo, una desgarradora pintura de las víctimas de tráfico de menores y además, un recordatorio del rol que debería tener el periodismo para combatir a la corrupción y apoyar a las comunidades infrarrepresentadas.
Fue un debut impresionante a través del cual Melina León demostró que, a pesar del paso del tiempo, las estructuras sociales no cambian. Es la ópera prima de Melina León (hija del periodista Ismael León), que  ganó el Concurso Nacional de Proyectos de Largometraje de Ficción del Ministerio de Cultura en el 2014, y recibió el apoyo del Programa Ibermedia para la Coproducción en el año 2015. Asimismo, en 2018 recibió el premio “Cine del Mañana” en el 22° Festival de Cine de Lima PUCP y el Premio del Ministerio de Cultura a la Mejor Película Peruana en el 23° Festival de Cine de Lima PUCP. Además, fue la candidata peruana para la 93º edición de los Premios Oscar a Mejor Largometraje Internacional.
Sinopsis
Sin recursos y sin documentación, la futura madre cae en las redes de una mafia que, bajo la fachada de la atención gratuita, la asiste en el parto para luego robarle a su hija. Desesperada e ignorada por la policía, Georgina va al diario La Reforma, donde Pedro, un joven periodista, asume el caso y empieza a descubrir las pistas de una red de corrupción más grande de lo que nadie imagina.
Georgina (Pamela Mendoza Arpi) es una joven indígena que vende papas en un mercado. Un día escucha en la radio el anuncio de una clínica que ofrece servicio gratuito a las embarazadas. Al principio todo parece correcto con este lugar, pero al dar a luz, una doctora se lleva a su bebé utilizando pretextos vagos y poco convincentes. “¿Dónde está?”, grita Georgina una y otra vez. Pero no hay respuesta. Al día siguiente, la clínica ha desaparecido.
La historia transcurre en 1988, un periodo de crisis económica, violencia militar y ataques terroristas en donde miles de campesinos indígenas fueron desplazados. La protagonista Georgina es quechua y por lo tanto, sufre de discriminación. Ni siquiera puede poner una denuncia porque no tiene documentos y el gobierno no la reconoce. Para ella no existe la justicia.
Una desesperada Georgina se topa con Pedro (Tommy Párraga), un joven periodista que comienza a investigar su caso. Pedro empatiza rápidamente con Georgina porque también está familiarizado con la marginalización; aunque de clóset, es homosexual en una sociedad profundamente conservadora. De esta manera, “Canción sin nombre” alterna entre las vidas de Pedro y Georgina, ambas unidas por la investigación de una tragedia y el sentimiento de exclusión. Sin embargo, aquí la historia sufre un desbalance y el enfoque principal a Pedro provoca que el personaje de Georgina no termine de desarrollarse. 
El filme enaltece la dignidad de los pueblos indígenas. A pesar de vivir entre la niebla y en un lugar sumamente pobre, las primeras escenas nos muestran la enorme alegría en la vida de Georgina y su comunidad. La vida está ahí, luego llega el entorno, el gobierno y las autoridades para marginarla y arrebatarle esa alegría.
La fotografía en blanco y negro habla de la época, pero también de la ausencia de calor en la sociedad. Los largos recorridos de Georgina rumbo a la ciudad son enmarcados con una atmósfera audiovisual desoladora que acentúa la pobreza y desesperanza. El diseño sonoro es aplastante. Cada espacio es distinto, las canciones de la radio te transportan a otro lugar, tenemos el poder desolador del mar, la fuerza del viento y cuando es momento de escuchar a la protagonista, León y su sonidista Pablo Rivas se aseguran de que cada atormentado ruego de Georgina sea como una daga al corazón.
La prensa estadounidense ha comparado “Canción sin nombre” con “Roma” de Alfonso Cuarón por su estética en blanco y negro, así como la figura central de una madre. Sin embargo, esta comparación no debería llegar más lejos, pues, más bien, es un triste reflejo de la falta de diversidad en el cine y lo poco acostumbradas que están las audiencias, sobre todo anglosajonas, a tener a una persona indígena como protagonista.

La Película peruana «Canción sin nombre», premiada con 44 distinciones internacionales, se exhibirá a partir de hoy en el Centro Cultural de la PUCP.
FICHA
Canción sin nombre
(Song Without a Name)
Dirección: Melina León
Elenco: Pamela Mendoza Arpi, Tommy Párraga, Lucio Rojas, Ruth Armas, Maykol Hernández…
Guión: Melina León y Michael J. White
Fotografía: Inti Briones
Score: Pauchi Sasaki
Edición: Manuel Bauer, Melina León y Antolín Prieto
Diseño de producción: Gisella Ramírez
País: Perú, España, Estados Unidos, Chile
Duración: 97 minutos
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