Cine
¿Risa incontrolable? El Síndrome del Guasón afecta a la gente en la vida real.
Aunque no hayas visto la película Joker en los cines, debes conocer la característica más destacada del personaje: la risa incontrolada y, en algunos momentos, frente a situaciones nada graciosas. Aunque no hay confirmación de que el villano sufra ninguna enfermedad, una rara condición neurológica tiene ese comportamiento como uno de los principales síntomas.
Según el neurocirujano y neurocientífico Fernando Gomes, la condición del Guasón se conoce como síndrome pseudobulbar . «Entre las características más destacadas de la enfermedad se encuentran dificultades para hablar y tragar adecuadamente, cambios en la movilidad de los músculos de la cara y de la lengua y labilidad emocional: risa o llanto inadecuados, exagerados o desproporcionados a un acontecimiento», explica.
Es decir, además de las crisis de risa que pueden durar mucho más de lo normal – incluso más allá del límite del confortable – las personas que sufren los trastornos también pueden reaccionar con lágrimas profundas a situaciones cotidianas.
¿Qué puede causar el síndrome pseudobulbar o la labilidad emocional?
La condición por sí sola no es una enfermedad. Aparece como una reacción a otras enfermedades, como la enfermedad de Alzheimer , la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) o entre los pacientes que han sufrido un ictus.
«También existe la posibilidad de que el síndrome se desarrolle después de un trauma en el cráneo que cause lesiones en el cerebro», explica Fernando Gomes.
¿Y qué tratamientos son posibles para el síndrome del Guasón?
Desafortunadamente, la condición no tiene cura. Por otra parte, hay opciones de rehabilitación que pueden permitir que el paciente conviva con el síndrome del Guasón sin que interfiera en su vida diaria.
«¿Es importante un enfoque multidisciplinar y la rehabilitación en cada uno de los puntos afectados? Neurología, Fonoaudiología, fisioterapia, terapia ocupacional y psicología», dirige al médico. Además, los medicamentos sintomáticos, como los antidepresivos, pueden componer el tratamiento.