Campañas Políticas en la Ciudad

La libertad de prensa y los chalecos ideológicos

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Campañas políticas en la ciudad

La libertad de prensa y los chalecos ideológicos

Por Jenny Zúñiga Mourao

Toledo nos había anunciado la llegada de un refuerzo a la campaña, después de la primera vuelta. Ya todos saben, por los reportes de la prensa en el 2000 que nos robaron las elecciones en la primera vuelta.

También anunció, que llegaría más dinero, ya que teníamos muchas necesidades operativas, especialmente para montar una oficina equipada para prensa.

Toledo tenía una forma peculiar de conseguir algunas herramientas que se requerían para la campaña por ejemplo, le dijo a Don Amado, (un anciano militante, muy noble de 80 años que nos acompañó desde los inicios en las oficinas de ESAN, cuatro años antes que explosione la campaña). Don Amado o el inolvidable “Papa Noel” que siempre estaba cerca a Toledo, le compro un Fax para su uso personal y Papa Noel, lo trajo en Navidad coincidentemente.

Un cholo peruano al poder y la llegada de extraños

Al comienzo todos nos habíamos comprado el sueño, de un Cholo peruano en el poder, y él nos lo había hecho creer, al menos yo me lo creí. Y así como a Papa Noel, el candidato solicitó a más de uno donar alguna herramienta para la campaña y todos accedieron.

Un día inesperado, después de la primera vuelta, llegaron al local de campaña, tres personajes que ingresaron al local y empezaron a abrir las puertas de las oficinas sin tocar o avisar antes, ingresando como Pedro a su casa, como que buscaban algo abrían y cerraban puertas sin saludar, eran unos hombres mayores de 60 años. Todos con chaleco.

Entre ellos reconocí a un fotógrafo decían que había trabajado en un partido político, con barba, traía chaleco beige, pero este sí era fotógrafo y creo que fungía de asesor, como muchos para variar. Un flaco que sin duda lo recordaba de un canal de tv en donde yo había trabajado y uno más viejo, un poco regordete con un chaleco verde, ¿si era fotógrafo?, jamás lo había visto en la arena reporteril. Nunca.  Era quien daba las órdenes.

Esperamos con paciencia que lleguen a nuestra oficina de prensa, así que entraron, como en todas sin saludar.  Nosotros saludamos por respeto y preguntamos que buscaban o en qué podíamos ayudar y dijeron que estaban conociendo el local.  Antes de irse, el más viejo que traía un chaleco verde dijo:

…”De aquí todos se van, pero tú, me dijo, te quedas, he investigado que tú si eres periodista” …

Me llamo tanto la atención que este desconocido viniera explícitamente a disolver en ese instante al equipo de prensa que llevó a Toledo al poder en primera vuelta.

El mismo día, le pregunté a Toledo de dónde venían estos personajes, que ni siquiera habían llegado con un poco de respeto a nosotros, me indicó que eran amigos del dueño de un canal y que venían a sumar, por sus rostros y actitudes reconocí que jamás llegaron a sumar, esta nunca sería su fórmula para esta campaña variopinta y sin dinero.

¿Al comienzo no podía creer que el mismo Toledo permitiera este tipo de maltrato, sentía como que había empeñado la campaña y estos personajes, eran parte de los nuevos dueños?  ¿Habría empeñado la campaña?  ¿Quién o quiénes eran los nuevos dueños? ¿Se puede empeñar una campaña?

Los chalecos ideologicos venian por el poder

Más tarde, Toledo me comentó que venía gente nueva, que cambiaríamos de local, que León Rupp le habría ofrecido su hotel para convertirlo en la nueva sede del partido Perú Posible. Entonces, empezamos a reconocer el verdadero objetivo de los intrusos. ¿Ellos venían por el poder?

Sabían que Toledo era el favorito en las encuestas, que el pueblo peruano había quedado convencido y que volverían a apostar por el cholo sagrado, querían respaldarlo una vez más. Así que el éxito del producto estaba garantizado.

“Los chalecos ideológicos” ya estaban con nosotros  los impuso Toledo, sin mayor explicación alguna y lo primero que hicieron fue maltratar a todos, no solo a los fundadores, también a nosotros, los periodistas de la campaña. Fuimos los primeros trabajando casi sin aliento cada día y logramos el fruto esperado.

Los chalecos llegaron para acabar con la libertad de expresión, de trabajo y la libertad de prensa en la campaña, que desde los comienzos fue democrática, de colores, una fiesta política, libre, respetuosa con todos  los periodistas, a la libertad de prensa, a los militantes, respetuosa a todos.

A pocos días, reiniciamos las labores informativas de la campaña. Toledo decidió darnos las indicaciones directamente, así que se convocó a toda la prensa como siempre antes dijo:

…” Jenny Invita a toda la prensa sin discriminación”.

Casi al finalizar la conferencia, se escuchó algo así como un lío al fondo del salón del elegante hotel; fue todo muy rápido, en pocos minutos me enteré de que el chaleco viejo de barba blanca había golpeado a un reportero de Radio Programas del Perú en esta conferencia de prensa, un acto abusivo que al parecer era su costumbre. El reportero había realizado esa mañana, preguntas al parecer incómodas para el candidato, pero esto para nosotros los periodistas es absolutamente normal.

Su medio había informado inmediatamente y solicitaron conversar conmigo, el hecho estaba consumado, indiqué lo sucedido, pedí disculpas por el incidente a su reportero, un hecho que jamás había sucedido en tres años de campaña.

Lógicamente el decir la verdad, me costó una brabucona llamada de atención por el chaleco verde, le manifesté que en esta campaña  jamás agredíamos a la prensa y que esto no podía repetirse, porque vivimos en un país con campañas políticas democráticas, diversas e interculturales. El chaleco verde nos advirtió después del incidente:

 … “Se impide rotundamente el ingreso de “Periodistas de la mafia” a las conferencias de prensa. Esto me pareció inaudito. Así que reclamé enérgicamente al candidato Toledo.

Toledo manifestó que este no podía ser el trato a los hombres y mujeres de prensa, que él es respetuoso de la libertad de prensa y que en su campaña y futuro gobierno no permitirá jamás la falta de respeto a los periodistas que estaban cumpliendo su labor.

¿Quiénes eran los periodistas de la mafia?

Horna  era un jovencito alto, blanco de elegante vestir como pocos reporteros de su edad, ojos claros, mirada fija al blanco, como lo exigía la época, casi como un cadete de una escuela militar; buena labia con un discurso que le permitía liderar la mañana, dándose el lujo de distraer a los colegas que hacían tiempo con él en los pasillos del Poder Judicial, en donde reporteo por muchos años.

Todo un personaje de la época, siempre alerta para apoderarse de la verdad en sus comisiones periodísticas, alguna vez lo habría encontrado en alguna comisión en la ciudad de Lima, era tal cual. Y después lo volvía ver cuándo entre a uno de los mejores programas de investigación y política de Frecuencia LatinaContra Punto”, él era parte del noticiero.

Todos lo conocían como el reportero incisivo y contestón, contundente, iracundo tal vez para la época, era la estrella de su canal, dicen algunos que lo conocían que un colega de apellido Calderón de RPP lo había formado temerario, brabucón, con inigualable actitud corajuda, lo cual lo hizo destacar entre todos sus colegas contemporáneos.

El reportero Gomez, lo recuerdo elegante, muy educado, lo conocía poco, era más joven, pero también elegantemente audaz. De trato amable, siempre trataba a Toledo con mucho respeto. Un joven atento, bien vestido y lógicamente con la costumbre periodística que nos enseña es ser muy preguntón.

Por mi parte siempre he visto a los reporteros del canal de Frecuencia Latina con afecto ya que alguna vez yo me inicié como reportera de investigación en este canal en su programa político y de investigación.

En Frecuencia Latina nos formaron con este periodismo incisivo, ya hasta un poco atrevido, era la única forma de tener acceso a la verdad y pocos jóvenes lo asumíamos de esta forma, el rating demandaba creatividad y audacia y es lo que nos tocaba hacer.

Horna ingresa a cubrir la campaña de Toledo, triunfalmente, con una bronca sin igual, en las instalaciones del Aeropuerto Jorge Chávez, al inicio de la campaña. Perseguía presuroso a la turba que seguía a Toledo para embarcarse al avión, para asistir al primer mitin en provincia.

El empresario

En esta misma turba se encontraba un empresario desconocido que apoyaba a Toledo con los viajes, pero Horna sí sabía quién era, así que venía persiguiéndolo y en el camino le realizaba innumerables preguntas, casi sin parar, el personal de seguridad del mismo empresario, lo alejaba en todo momento para evitar las preguntas, pero al insistir en su entrevista al inversionista, fue golpeado por el mismo empresario y lógicamente fue reducido para impedirle su objetivo reporteril.

El audaz reportero no se quedaría ni con los golpes que le habrían propinado, ni con la fuerza que ejercían los de seguridad, para no avanzar. En un momento inesperado retrocedió  para tomar impulso primero, fortalecerse y saltar hacia el trasero del inversionista, con una patada inolvidable. Todo quedó registrado en las cámaras de seguridad del mismo aeropuerto.

El intrépido reportero había logrado olímpicamente “La jugada con su anecdótico penal” o sea la “pepa” de su canal y los titulares se empezaron a leer desde las 11.00 A.M en su canal, así:

…” Reportero de Frecuencia Latina fue golpeado por miembros de seguridad del candidato Toledo y un sospechoso amigo del candidato, en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez”

Habría logrado su objetivo finalmente. Y todos se enteraron a nivel mundial por los medios de comunicación, que Toledo iniciaba su campaña en provincia.

Años más tarde nos enteramos de que este personaje a quién el reportero del canal perseguía para entrevistar o molestar, lo que sea era un personaje que prefería pasar desapercibido porque evadía hasta entonces millonarios impuestos a la SUNAT.

Este misterioso empresario había donado importantes sumas a esta campaña, además prestó dos aviones para movilizar a Toledo y a la prensa a provincia. ¿Cómo lo permitieron en la campaña?

Tal vez el cambio de dueños por líos personales de socios,  y recuperar el canal era el principal objetivo de estas personas, ellos tenían al otro socio fuera del canal y al parecer querían recuperarlo de manos de los otros socios, y esta era una bronca de ellos, no de la campaña, ni de los reporteros.

Una mala percepción como siempre, sus ideologías y otros, los habrán hecho caer en más de una injusticia contra los periodistas durante la campaña.

Impedimento de reporteros a las conferencias de prensa

Jamás habría escuchado de nadie en mis años de reportera que hubiera una supra orden en una campaña política para impedir el ingreso a los reporteros a una conferencia, y llamarlos  “Periodistas de la mafia».  Así que previa venia de Toledo lógicamente, los reporteros fueron invitados a todas las conferencias de prensa en esta campaña democrática, así no les gustara a los chalecos.

Todos los días había espectáculo mediático, gracias a esta injusta orden, empezaron a darse como ciertas guerrillas en todas nuestras conferencias de prensa, lógicamente el equipo de Frecuencia Latina estaba marcado, la orden fue impedirles filmar las conferencias y preguntar, esto convirtió a los reporteros en víctimas.

La mayoría de los reporteros y camarógrafos empezaron a recibir golpes también no solo Horna también, Layaca, Sotelo, Valverde entre otros, como nos lo comentó el mismo Horna, todos jovencitos y llenos de ímpetu, fueron golpeados por los agentes de seguridad durante la campaña, su delito fue ser trabajadores de Frecuencia Latina el canal de la mafia, según los chalecos.

Al parecer esta orden primitiva contra los hombres de prensa provenía de alguien que no fuera periodista, pero que además desconocía que ningún candidato en el Perú había negado jamás la entrada a ningún reportero a su campaña política. Ya que el sólo pensarlo, estarían los candidatos infringiendo la libertad de prensa en el Perú.

En realidad, infringiendo también “La política del respeto” con la que iniciamos esta campaña.

Las campañas políticas en el Perú deben ser llevadas o guiadas por profesionales peruanos honorables con demostrada expertise. Nunca más debemos dejar a su suerte la dirección de una campaña, en manos de seudos comunicadores, seudo asesores, y no sé qué más, menos por dinero.  Hipotecar un proyecto político para llevarlo al poder, sería muy peligroso. Ya lo estamos viendo hace 26 años.

Se aprovechan que los partidos políticos no tengan hasta hoy leyes contundentes  de partidos  y normas que respetar, lo peor es que los aventureros de la política siguen creando partidos políticos, instantáneos, como las sopas chinas, sólo meses antes que se den las elecciones presidenciales. Esto debe acabarse en el Perú.

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