Actualidad

Periodistas unidos daremos lucha por libertad de expresión

Published

on

493 Vistas
¡Clickear Stars!
(Votos: 3 Promedio: 3.7)

Periodista Christopher Acosta no esta sólo.

La Federación de Periodistas del Perú FPP y el Colegio de Periodistas del Perú CPP expresan su profundo rechazo y desacuerdo con el fallo del juez del 30° Juzgado Penal Liquidador de la Corte de Justicia de Lima, que interpuso una condena de dos años de prisión suspendida por un año de reglas de conducta y el pago de una reparación civil de 400 mil soles a favor de Cesar Acuña.

La estrategia de Cesar Acuña seleccionar 55 frases del libro ‘Plata como Cancha’ por considerarlas difamatorias. De acuerdo con el juez, estas frases fueron dolosas al indicar que que no fueron verificadas o no provienen de fuente confiable, por lo que le dio la razón a Acuña Peralta.

Sin embargo el colega Christopher Acosta indicó en su defensa que todas las citas referidas a Acuña son declaraciones que han sido registradas en documentos verificables, ante expedientes fiscales, judiciales y de otros reportes periodísticos, que el juez no consideró.

Entre la libertad de expresión y el honor. Cesar Acuña, en vez de querellar debería COPIAR LA FRASE DE VOLTAIRE: «No estoy de acuerdo con los que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo», y se acabó todo.

En mi opinión la libertad de expresión y la libertad de opinión no requieren permiso de nadie. En un acaso similar el 19 abril 2019 en pysnnoticias, expresé mi solidaridad con la colega Jenny Zuñiga, querellada por Gustavo Gorriti, quien pide 300 mil soles como reparación. Jenny, sin temor sostiene «mientras yo viva seguiré diciendo mi punto de vista divergente, seguiré defendiendo la libertad de expresión y opinión, porque se ejerce en base al precepto constitucional y para expresarla no hay que pedir permiso a nadie. En mi libro «YO CONOCÍ AL MONSTRUO POR DENTRO» no hay nada turbio».

Primero, existe un Informe periodístico de antaño que pone en entredicho absolutamente toda la trayectoria del seudo “héroe” la libertad de prensa, Gustavo Gorriti. Desde ese portal de noticias se pueden quedar sorprendidos al hallar archivos e información muy valiosos de la ‘Revista Gente’ referente al periodista Gustavo Gorriti y su presunto modus operandi en Perú y Panamá. Lean con atención este artículo publicado en dicho medio de comunicación y saque sus propias conclusiones. La única pregunta que nos tenemos que hacer: ¿este es el héroe de la libertad de prensa?

«Si nos quitan la libertad de expresión y opinión, entonces como mudos y silenciosos podemos ser guiados como borregos al despeñadero, esto no puede suceder porque va contra nuestros derechos».

Segundo, los periodistas sabemos que la libertad de expresión y opinión son derechos reconocidos por nuestra Constitución, así como por los principales instrumentos internacionales sobre DDHH, como la Declaración Universal de Derechos Humanos (artículo 19º), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 19º) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 13º), las mismas que fijan un amplio marco de protección y que resultan de obligatorio cumplimiento para el Estado peruano.

Qué en este sentido, diversas instituciones internacionales y organizaciones de derechos humanos vienen promoviendo activamente su vigencia. Una de ellas, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la Federación de Periodistas del Perú, el CPP, vienen precisando todos sus alcances, promoviendo su protección y celebrando acuerdos y declaraciones, el respeto e importancia de la Declaración de Chapultepec, adoptada por la Conferencia Hemisférica sobre Libertad de Expresión realizada en México, D.F. el 11 de marzo de 1994.

Tercero, en el caso del colega Christopher Acosta, sucede algo similar de Zuñiga fácil de deducir, que los políticos intolerantes y guaripoleras no permiten y amenazan con querellas. No soportan la libertad de expresión y opinión de gente que odian y desprecian. Sobre este punto, Human Rights Watch añade: “la libertad de expresión es un referente: cómo una sociedad tolera a aquellos que son minoría, se ven desfavorecidos o incluso tienen posturas ofensivas será a menudo un reflejo de su actuación en cuanto a los derechos humanos en general.”

Tercero el “oenegero” Gustavo Gorriti en octubre 2019, sostenía públicamente que la difamación no debía ser un delito porque eso criminaliza la investigación periodística. Sin embargo, hoy pretende que la periodista de investigación Jenny Zúñiga le pague 300 mil soles por decir que la ONG IDL es cuestionada por sus exoneraciones tributarias respecto a los millones de dólares que maneja. Pone como “fundamento” de su querella sus logros profesionales, como prueba de su supuesta imparcialidad, y que es un hombre de prensa que denuncia a quien sea, sea cercano o no a su línea política. ¡Esto, nadie se lo cree, por una serie de manejos de información privilegiada sobre los casos Lava Jato, que dejan mucho que desear, especialmente cuando se trataba del “lagarto” Vizcarra.

Cuarto, Gorrti recurre a supuestos argumentos como publicaciones en Facebook y el libro “Yo conocí al monstruo por dentro”, donde se informa que IDL no paga impuestos normalmente por estar en un régimen especial de cooperación internacional. Según el periodista, esto es afán difamatorio. Y de difamatorio, no tiene nada, a otro perro con ese hueso.

La libertad de expresión y opinión no tendría ningún valor si sólo la disfrutaran los que opinan aquello que cualquiera considera justo y razonable. Por ser la libertad de opinión el primer fundamento de la persona, para el libre desarrollo de las ideas y para la existencia de un debate democrático, ella sólo tiene sentido cuando hasta las opiniones más absurdas, más chocantes y más ofensivas gozan de libertad. Por la simple razón de que, si no fuera así la proclamación de ese principio de libertad de opinión sería superflua.

Todos los periodistas debemos tener en cuenta que la libertad de expresión y opinión es indivisible, pese a quien le pese; ella cesa de existir apenas se le colocan limites, no importa que móviles persiga, no importa qué identidad posean las víctimas de esa libertad, no importa bajo qué condiciones se ejerza. No hay censura que pueda defenderse intelectualmente y además ninguna es eficaz. No se trata de hacer solidaridad y espíritu de cuerpo

 

Facebook Commentarios

Tendencias

Salir de la versión móvil