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Destino del Perú entre amos y siervos de la plumas
Me preguntaba un amigo, por qué algunos periodistas sufren raras mutaciones en plena campaña electoral? Efectivamente, algunos mediocres se cambian de camiseta como calzoncillos, otros, maquillan, cubren a lagartos rojimios y dan con palos a otros, sin interesarles el destino del país, la democracia y la libertad. Lo cojonudo, hacen tabla rasa a la ética, la transparencia en la relación entre opinión, dinero y política, que son los más grandes retos para la democracia. La lucha por la libertad de expresión no se detiene en las puertas de las empresas de los amos de la información.
Hace poco un grupo de periodistas tomaron la decisión de separarse de América Televisión por desacuerdo con la nueva línea informativa que colisionaban con los Principios Rectores de la institución, el derecho a la información y la ética periodística, que defendieron hasta el último momento. Hoy en medio de sus principios expresan su solidaridad con sus compañeros periodistas Carola Miranda y Carlos Fonseca, hasta hoy directora de noticias de América Noticias Edición Central y productor general de Canal N, en la práctica despedidos, sin respeto a la pluralidad periodística en pleno proceso electoral.
Ahora que las náuseas nos sacuden, asqueados por la desfachatez y la impunidad con que exhiben sus canalladas omnipresente los amos y sus siervos “periodísticos”, DESPIDEN A OTRO GRUPO DE PERIODISTAS del Programa periodístico Cuarto Poder, entre ellos Gabriela García, el productor Carlos Mauriola, los periodistas Anuzca Buenaluque, Daniel Yovera, René Gastelumendi, Matilde Soto, Carlos Hidalgo, David Gomez-Fernandini, Cecilia Zuloeta, José Hidalgo y Luis Miranda, por estar comprometidos su función social con los televidentes, que implica que como periodistas contar verdades que incomodan a los propietarios y grupos de poder.
Las empresas han hecho de la información una mercancía caprichosa y desleal con la verdad, el trabajo de los “periodistas” ha sido deformado hasta la ignominia de la esclavitud del pensamiento y la explotación de personas obligadas a traicionar la conciencia (individual y colectiva) sobre la realidad. Se vive diariamente un desfalco informativo en contra de todo sentido común y se humilla la inteligencia de los trabajadores de la información sometiéndolos a principios y fines empresariales cada día más mediocres, corruptos y mafiosos. La Federación de Periodistas del Perú, como el Colegio de Periodistas Perú deben asumir su rol preponderante.
La realidad nos golpea, despliega acometidas feroces en diferentes medios, cada día APARECEN MEDIOCRES, PLUMIFEROS Y GUARIPOLERAS, TURRONEROS MAS SERVILES y ha eso llaman “periodismo” en las empresas mercantilizadoras de “noticias” o “información”. Por eso, constituyen hoy una de las principales herramientas manipuladora e ideológica, más degeneradas. Su degeneración es su fracaso y al mismo tiempo su delación. Se delata su definición a partir de su función distorsiva y lo que debiera servir para orientar a la sociedad es, en realidad, un negocio para desorientar, desinformar y maquillar: No es lo mismo “periodismo” que mercadeo de noticias.
Se ha instalado la idea perversa en nuestra sociedad de que el “periodismo” es el arte mercenario de vender la pluma al mejor postor, aunque impere el criterio peregrino de que un periodista es mercader de confiabilidad y, aunque se machaque con la falacia de que el periodismo es el arte demagógico de la “objetividad”, lo cierto es que lo que llaman y practican como “periodismo” en los medios de comunicación es una mercancía más sometida a las peores leyes del mercantilismo de acuerdo a la línea de los propietarios. Cuando la terea de producir análisis e información periodística además de ser parxis ética cotidiana, debe ser un trabajo comunicacional para la transformación del país.
Los hechos que genera la vida social, económicos, políticos, artísticos, culturales a partir de su motor histórico que es la comunicación, hoy son direccionadas por maniobras comerciales capaces de convertirlos, según sus propios intereses, en “información o noticia”, Los hechos cotidianos (ocurran cuando ocurran) producto de las relaciones sociales, hasta hoy divididas en clases, además de requerir registros y análisis científicos, exigen capacidad de relato clarificante, creativo y emancipador, para contribuir a elevar el nivel de la conciencia colectiva incluso en la resolución de problemas individuales.
Dignificar el trabajo del “periodista” es un reto social enorme que no se resuelve sólo de manera “gremialista”, ni sólo con “educación de excelencia”, ni sólo con “buena voluntad”. Se trata de una profesión, un oficio y una tarea política atascada en el pantano de la guerra por el lucro de propietarios. Por ello, dignificar la definición y la función de periodista comprende factores muy diversos que parten de la base concreta de luchar contra el trabajo alienado y contra la explotación y derechos vulnerados, que bajo la democracia, se desarrolla. Dignificar el trabajo periodístico implica emprender una ardua labor de acción para devolver al “periodismo” sus brújulas y sus responsabilidades con la sociedad.
Es evidente que Pedro Castillo, es hijo putativo de la prensa corrupta-El Comercio, La República, RPP, Canales 2,4,7,8,9 voceros de la élite centroderecha que representa la Clase A peruana- de las mafias mediáticas y su ejército de “guaripoleras, analistas y opinólogos” que bombardean misiles de injurias y mentira, y desdeñan de la prensa independiente. Esta prensa ha demostrado ser una verdadera vergüenza, que sumidos en la comodidad de su alcoba se acuestan con el comunismo, sin importarles un carajo que confisquen la nación que heredaron.