APRA: 99 AÑOS DESPUES
Haya de la Torre, en vida mantuvo un espíritu integrador de todos los pueblos de nuestra América: se entiende que la lucha del aprismo era y es la bandera de un sueño continental: una nación integrada por todos los pueblos de indoamerica, bajo un sólo idioma, una realidad, una historia común, una bandera, el desarrollo de nuestros pueblos.
La noche del 20 de Setiembre de 1930, ocurrió un hito histórico en la política peruana. Un grupo de trabajadores manuales e intelectuales, reunidos en un taller de ebanistería, en el populoso barrio de la Victoria, Lima, decidieron aprobar y suscribir EL ACTA DE INAUGURACION DE LA SECCION PERUANA DEL APRA CONTINENTAL, que es el actual PARTIDO APRISTA PERUANO, cuya vigencia e importancia es reconocida por tirios y troyanos.
Es importante distinguir, primero, la Fundación del APRA Continental, (la Alianza Popular Revolucionaria Americana) simbólicamente, se realizó en México, el 7 de Mayo de 1924, con un mensaje de convocatoria a la juventud del Continente Americano, pronunciado por Víctor Raúl Haya de la Torre, entonces estudiante deportado, como movimiento político continental y la Fundación del Partido Aprista Peruano, el 20 de Setiembre de 1930 ya referido.
Antes, se habían constituidos Partidos Apristas en diversos países, funcionaba la célula aprista de Paris (Francia), desde 1927, con dos secretarías ejecutivas; la Sección del APRA en México, con Ursulo Galván; en Costa Rica, Santo Domingo, Haití, Puerto Rico, Las Antillas, en Bolivia, La Paz, con Rómulo Meneses; en la Argentina, existían dos células activas, en Buenos Aires, con Juan de Dios Merel Dulanto y en la Plata, con Luis E. Heysen y faltaba en el Perú. En el Memorando a las Secciones Apristas de Buenos Aires, México, La Paz y París, suscrito por Víctor Raúl desde Berlín, Alemania, el 25 de Julio de 1929, se dio la consigna de “organizar definitivamente la Sección Aprista Peruana”.
¿99 años después aún sigue vigente el mensaje de Víctor Raúl Haya de la Torre? El gran precursor y visionario peruano, que fue ante todo un luchador sin tregua y gran defensor de los Derechos Humanos, creyente en le Justicia Social, integración y cooperación de los pueblos, estas últimas herramientas ejecutoras y brazos de la democracia social. Fue enemigo de las dictaduras y de dictadores enmascarados que en nombre del pueblo o de un partido someten a sus integrantes. Fue enemigo y condenó a toda opresión y sometimiento, tanto de fuerzas internas como externas.
El 7 de mayo, pasado los obreros manuales e intelectuales, las universidades y el pueblo aprista en general recordaron al maestro y fundador del APRA, Victor Raúl Haya de la Torre, en la defensa de su «pensamiento»: Justicia Social de Pan con Libertad. Que por encima de todo es el mensaje recordatorio para algunos amnésicos y ayayeros «apristas de última hora» xque tergiversan el pensamiento aprista, Haya de la Torre, fue claro de ídeas y firme en la lucha: jamás traicionó a su pueblo, siempre dió muestras de honradez.
Haya, siempre fue solidario con los pueblos y clases oprimidas del mundo, nunca claudicó al llamamiento por la defensa irrestricta de la democracia y menos por la lucha contra los verdugos de ella, ya sea estando en la dirigencia, en el exilio o en la clandestinidad, siempre condenó sin temor las violaciones de los Derechos Humanos.
Ahora en pleno siglo XXI, en la era de la globalización, cuando los conceptos han avanzado y las democracias se han fortalecido, y aún existan gobiernos que se burlan de las leyes, sometan a sus pueblos y violen flagrantemente los DDHH de los que menos tienen con toda impunidad y nadie dice nada, dejando mucho que desear.
99 años despues de la fundación del APRA, los seguidores de Haya de la Torre consideramos al aprismo como la conjunción admirable y simbólica del corazón y el cerebro de los trabajadores manuales e intelectuales. Porque el aprismo, es hijo de la voluntad que encarnó el dolor del pueblo, se engendró con fuerza orgánica y poderosa, como instrumento vital para alcanzar la Justicia Social de Pan con Libertad.
99 años despues de la fundación del APRA y 93 del aprismo en el Perú, con todo el sacrificio y dolor en sus seguidores en sus años aurorales y siguientes; la Lealtad no debe ser sinónimo de complicidad, la Disciplina no debe ser sinónimo de sumisión, la Fraternidad no debe ser sinónimo de Mutismo y la Acción no debe ser sinónima de dar golpe al que piensa distinto.
El buen aprista, jamás se calla ni se corre, el buen aprista hace aprismo hayista. Hoy Todo indica que dentro del partido, está naciendo una generación de cuadros jóvenes que son conscientes que Haya de la Torre y otroras líderes entregaron un partido político en la conciencia y corazón del Pueblo, con un respaldo natural del 35% del electorado: eso se debe recuperar.
En el partido aprista no hay cabida para camaleones hijos de la globalización y del neoliberalismo salvaje, que no saben si el partido es de izquierdas o derechas ni mucho menos saben cantar la marsellesa, solo siguen al que ladra más alto.
Hagamos higiene mental compañeros, releamos a Haya de la Torre. Seasap!