Medicina
Los investigadores crean un sistema que permite la administración oral de la insulina
Investigadores del Instituto de Investigación e Innovación en Salud (i3S) de la Universidad de Oporto desarrollan un sistema que, basado en nanopartículas biodegradables, permite que la insulina se administre por vía oral en pacientes con diabetes tipo 1.
En un comunicado, el i3S avanza este viernes que el estudio, publicado en la revista científica Journal of Controlled Release, fue desarrollado en colaboración con el Hospital Universitario de Oslo (Noruega) y validado en modelo de rata transgénica y diabética.
El sistema desarrollado logra «superar los ácidos del estómago y la barrera intestinal y llegar al torrente sanguíneo con eficacia», contribuyendo así a «reemplazar las inyecciones de insulina y mejorar la calidad de vida» de los pacientes con diabetes tipo 1.
Citado en el comunicado, Bruno Sarmento, uno de los autores del artículo, explica que el equipo comenzó encapsulando la insulina en nanopartículas biodegradables para que «el medicamento llegara en las mejores condiciones al torrente sanguíneo».
«Estas nanopartículas están recubiertas con albúmina [proteína soluble en agua] modificada y se dirigen a un receptor específico. Este receptor, el FcRn, transporta albúmina e IgGs [anticuerpos] humanos, y les permite escapar de la degradación natural que ocurre dentro de las células», explica el líder del grupo Naomedicines & Translational Drug Delivery de i3S.
También Claudia Azevedo, la primera autora del artículo, adelanta que, a través de dos diferentes pruebas, el equipo de investigadores verificó que las nanopartículas con albúmina humana lograron «en una hora, reducir en un 40% los niveles de glucosa».
«Este efecto agudo se mantiene durante tres horas,y luego es más bajo hasta las horas. El objetivo es que el fármaco sea liberado de forma controlada y prolongada para disminuir las administraciones de insulina», refiere la investigadora que estuvo algunos meses en Noruega intentando encontrar la mejor solución de transporte de fármacos.
Según el i3S, después de unos meses en Noruega, la investigadora estuvo en Boston (Estados Unidos de América), donde probó la tecnología, «con éxito», en el tejido intestinal eliminado de los cerdos, el modelo animal más similar al humano.
El siguiente objetivo del equipo es «mejorar el efecto y la durabilidad del fármaco en el cuerpo», pero también hacer que estas nanopartículas»sean más inteligentes, hasta el punto de liberar insulina según los niveles de glucosa».
«Esto es posible colocando biosensores en la superficie de las nanopartículas», afirma Cláudia Azevedo.