La comunidad científica debe luchar contra la “falta de transparencia” en las vacunas

La credibilidad de las vacunas para covid-19 es “fundamental” para garantizar la eficacia del medicamento, a pesar de que, en algunos casos, la transparencia y la falta de información pueden ponerla en tela de juicio, por lo que la comunidad científica debe estar atenta.

La convicción es común a Álvaro de Vasconcelos, fundador del Instituto de Estudios Estratégicos e internacionales de Lisboa (IEEI), Filipe Vasconcelos Romão, docente en la Universidad Autónoma de Lisboa (UAL), y José Adelino Maltés, profesor de Teoría de las Relaciones Internacionales en la Universidad de Lisboa (ISCSP), que en declaraciones a la agencia Lusa consideraron que la credibilidad está aún por probar.

“Hay una presencia muy fuerte de cuadros técnicos en las agencias encargadas de la regulación de los medicamentos que son lo suficientemente creíbles para darnos, especialmente en Europa, y en Portugal, soluciones que no pongan en peligro nuestra salud”, afirmó Filipe Vasconcelos Romão, recordando que los porcentajes de la tasa de eficacia anunciados por casi todas las investigaciones muestran resultados superiores al 90%.

Sin embargo, el profesor de la UAL, al no ser experto en la materia, afirmó que no tenía grandes dudas de que “tanto China como Rusia están detrás de lo que son las vacunas estadounidenses y europeas” para una pandemia que infectó a unos 61 Millones de personas en todo el mundo y mató a más de millón y medio de ellas.

“Me Parece que la comunicación que se ha hecho nos lo demuestra. Vemos a las empresas norteamericanas y europeas – en el caso de Europa en asociación con la Universidad de Oxford-tener una iniciativa y poder comunicar, antes que los demás países, sus resultados con pruebas ya de Nivel 3, ya muy avanzadas, y me parece evidente que tanto los rusos como los chinos han venido atrás y están aún atrás en la capacidad de colocar sus productos de forma eficiente en los mercados”, argumentó.

Álvaro de Vasconcelos, también señalando que no es experto en el asunto, alinea el mismo diapasón, considerando que la “desconfianza” frente a las vacunas anunciadas por Rusia y por China, sobre todo a la rusa, podrán ser superadas si la eficacia es comprobada por la comunidad científica internacional.

“Si es así, es un instrumento de poder muy importante para [el Presidente ruso, Vladimir] Putin enfrentar un problema gravísimo que tiene. Pero debemos recordar que en los primeros meses de la pandemia, los chinos y los rusos ayudaron a Italia, que también actuaron en otros países de Europa Central, donde fueron muy útiles. Italia no estaba sintiendo el apoyo y la solidaridad que necesitaba la Unión Europea (UE) y hubo una carrera, eficaz, de Rusia y de China”, recordó.

Sin embargo, Felipe Vasconcelos Romão destacó que los contratos firmados por la UEE fueron con empresas de Europa y de Estados Unidos y no con el Estado ruso o con empresas públicas chinas — “esto significa también una señal política que se da”.

Pero Álvaro de Vasconcelos defiende que la actitud de los ciudadanos pasa por “creer en la ciencia”, por lo que “cuanto más transparentes sean los países, más creerán los ciudadanos”.

“La vacuna desarrollada por Alemania y Estados Unidos tiene un control muy grande desde el punto de vista científico, por lo que estoy tranquilo con vacunas que aparezcan en países democráticos, donde haya un control fuerte y que sea transparente el debate sobre la ciencia”, agregó.

“En relación con la falta de transparencia que existe en Rusia, la credibilidad de la vacuna rusa no está probada. Sólo estará comprobada si es la comunidad científica internacional la que indica que tiene el mismo valor que las demás”, refirió Álvaro de Vasconcelos.

Ya sobre China, continuó, la cuestión es “más compleja”, ya que se puede decir que es un país transparente, ya que la medicina china” no está sujeta a los mismos controles y fiscalización de Occidente”, pero ha demostrado internamente que Pekín”tiene una enorme preocupación por el impacto [de la pandemia] en el pueblo chino”.

“Allí, estoy de acuerdo, no sería difícil anunciar una vacuna si no fuera eficaz”, dijo, refiriéndose a que, de haber únicamente las vacunas rusa y China, tomaría la de China por una “convicción” que afirma tener de lo que percibe del funcionamiento interno de China.

“Si hacemos un balance de la lucha contra la pandemia en China y Rusia, claramente ganaría China, que mostró más competencia, autocrática y autoritaria, para combatir la pandemia. En Rusia sucedió lo que sucedió”, agregó.

Por su parte, José Adelino Maltés, asumiendo estar lejos de ser un especialista, optó por recurrir a la cuestión de la logística, que implica la distribución global de la vacuna, señalando que los transportes aéreos o las Fuerzas Aéreas de los países podrán tener un papel decisivo, sobre todo en Portugal “”tiene que haber elementos que permitan al Gobierno [portugués] tener datos sobre ello”.

“Puede ser una oportunidad para el transporte aéreo portugués [y de los otros países, en general], sin duda, pero también puede ser todo controlado por las fuerzas armadas para tener una central de información y comando. Pero Portugal está totalmente desarmado”, sugirió.

Sobre Portugal, Felipe Vasconcelos Romão se mostró convencido de que va a tener acceso a las vacunas producidas en la UE — “es con la Comisión Europea que Portugal tiene contrato y con las empresas norteamericanas que las están desarrollando y éstas son a las que vamos a tener acceso prioritariamente”.

Adelino Maltés es más crítico, subrayando que lo único que Portugal puede hacer ” es gestionar dependencias, navegando un poco en la interdependencia, participando en una cooperativa de soberanías llamada Unión Europea (UE), que ya ha hecho sus tratados con las sociedades farmacéuticas”

“Dependemos de la decisión de la cooperativa Europea y estamos aquí. Nuestro término de soberanía no aguanta sin dependencia respecto a la producción y distribución de las vacunas.

Las multinacionales farmacéuticas que podrán ganar la carrera de la venta dentro de la UE tienen sus secciones portuguesas que no obedecen a la jerarquía estatal, cosa que nos pasa un poco al lado en términos de lo que se llama Gobierno”, concluyó.