Internacional
Indonesia castigará el sexo fuera del matrimonio y las relaciones homosexuales
El Parlamento Indonesio está a punto de aprobar un nuevo Código Penal, que incluye castigos para el sexo fuera del matrimonio, relaciones homosexuales, aborto, blasfemia o ofensas al Presidente y vicepresidente. Varias ONG advierten que los derechos humanos en el país están cada vez más amenazados.
Después de que el borrador final haya recibido luz verde el miércoles, el Parlamento Indonesio se dispone a aprobar el próximo martes el nuevo Código Penal, que incluye castigos para el sexo fuera del matrimonio, relaciones homosexuales, aborto, blasfemia o ofensas al Presidente y vicepresidente.
Según el nuevo Código Penal – que entrará en vigor dentro de dos años – cualquiera que tenga relaciones sexuales fuera del matrimonio puede ser condenado a más de un año de prisión, mientras que las parejas homosexuales pueden correr el riesgo de una pena de prisión de seis meses por «actos obscenos», dice la CNN.
También las parejas que viven juntos pero no están casados pueden ser condenadas a seis meses de cárcel o a una multa, según el nuevo marco legislativo.
En cuanto al aborto, la nueva legislación prevé que sólo los médicos pueden decidir un aborto legal, y que las mujeres pueden pasar cuatro años en prisión si deciden interrumpir el embarazo y las personas que son cómplices también serán castigadas.
Quien insulte al Presidente o al vicepresidente de Indonesia también será objeto de sanciones, lo que aumenta el temor de que la libertad de prensa y de expresión también se vea amenazada.
Varias ONG advierten de la polémica legislación que amenazará los derechos humanos en el país, sobre todo de la comunidad LGBT y de las minorías religiosas. Mientras tanto, cientos de estudiantes universitarios se manifestaron este jueves frente al Parlamento Indonesio contra el nuevo Código Penal que «amenaza los derechos democráticos», informa el periódico The Jakarta Post.
Sin embargo, el ministro de Derecho Indonesio, Yasonna Laoly, garantiza que existen «errores de interpretación» en cuanto a la futura legislación que no amenazará los derechos humanos. «No todo el mundo está de acuerdo con algunos artículos – si escuchamos a todo el mundo nunca terminaríamos este nuevo Código Penal – pero hicimos lo mejor que pudimos. «Hemos escuchado a todos los expertos y partidos políticos y hemos intentado tener reglas que puedan ser aceptadas», defendió el gobernante.