El Presidente Donald Trump mantendrá los poderes intactos hasta el 20 de enero

Incluso si pierde las elecciones, el Presidente de los Estados Unidos mantiene plenos poderes hasta la posesión del sucesor, y una politóloga escuchada por Lusa admite que Donald Trump se prepara para «usar y abusar de sus poderes al máximo».

De confirmarse la victoria del candidato demócrata, Joe Biden, en las elecciones presidenciales del martes pasado, el actual Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, mantendrá sus poderes hasta las 12: 00 del 20 de enero de 2021, momento en el que el próximo ocupante de la Casa Blanca será juramentado.

La Constitución de los Estados Unidos establece que el mandato presidencial tendrá una duración exacta de cuatro años, y el presidente Trump asumió el cargo el 20 de enero de 2017.

«Tiene exactamente todos los poderes que tenía, nada cambia», le dijo a Lusa la politóloga lusoamericana Daniela Melo, que enseña en la Universidad de Boston.

La experta explicó que en los próximos meses, Donald Trump será lo que en los Estados Unidos se denomina «lame duck President», o» presidente pato cojo», un período en el que no se espera que el jefe de Estado haga algo relevante.

Pero Daniela Melo no cree que eso vaya a suceder: «él pierde la legitimidad, de cierta manera, pero eso no quiere decir que pierda los poderes. De un presidente como Trump podemos esperar que vaya a usar y abusar de sus poderes al máximo».

La politóloga anticipa que Donald Trump tomará medidas para protegerse y otorgar indultos a amigos y aliados.

«Tal vez va a tratar de perdonarse a sí mismo y a la familia», consideró. «Tiene abogados que le han estado diciendo durante cuatro años que puede hacerlo».

Incluso durante la transición al nuevo Presidente, el actual jefe de Estado mantiene sus poderes intactos, pudiendo hacer nombramientos, despidos, Indultos, órdenes ejecutivas, vetar o firmar legislación preparada por el Congreso y todo lo que el cargo le confiere.

El presidente tiene, por ejemplo, el poder de hacer cerca de 4.000 nominaciones para puestos gubernamentales, siendo que solo mil requieren una confirmación en el Senado (como jueces para el Tribunal Supremo).

«Imagino que va a intentar utilizar su posición como Presidente para hacer acuerdos de última hora para beneficiarse financieramente», indicó Melo, refiriéndose que tal puede incluir negociaciones con otros países.

Los despidos y las venganzas personales también pueden suceder. En uno de los últimos mítines preelectorales, Donald Trump dijo a los partidarios que iba a despedir al médico Anthony Fauci, quien lidera la respuesta de la Casa Blanca a la pandemia de covid-19, el día después de las elecciones.

Daniela Melo dijo que esperaba que el Presidente no aceptara el resultado y mantuviera las disputas legales sobre las elecciones «al menos hasta el 14 de diciembre», fecha en que el colegio electoral vota formalmente en el próximo presidente.

«Apuesto a que este será el primer Presidente de Estados Unidos que no da un discurso de concesión, al menos en los tiempos modernos».

Esto también podría significar un proceso fragmentado o inexistente de Transición administrativa, rompiendo una norma importante de la Presidencia en los Estados Unidos.

El acto de transición Presidencial de 1963 estableció los parámetros según los cuales debe transcurrir la pacífica transición de poder entre administraciones, lo que incluye el acceso a información altamente clasificada.

Esta transición se realiza en este período de dos meses y medio hace más de 80 años, desde que la inauguración de nuevos presidentes pasó a enero.

Según el historiador Donald Nieman, rector de la Universidad de Binghamton, la fecha del 20 de enero para la ceremonia de inauguración fue fijada en 1933 por 20.Enmienda Constitucional, después de mucho tiempo pasando el 4 de marzo.

Sin embargo, la distancia temporal entre las elecciones de noviembre y el inicio de una nueva presidencia en marzo – período de Presidencia «pato cojo» – se consideró demasiado larga, por mantener en el poder a un presidente que el electorado potencialmente ya había rechazado, y la nueva fecha entró en vigor en 1937.