Coronavirus: las muertes en China superan ya las de la neumonía atípica de 2002/2003

El número de muertes por el nuevo coronavirus ha superado hoy el de neumonía atípica en China, donde el Gobierno ha reconocido que existe una necesidad urgente de restablecer las provisiones de máscaras protectoras para contener la epidemia.

Dos semanas después del inicio de la crisis, marcada por el aislamiento de la ciudad de Wuhan, epicentro del nuevo coronavirus, las plazas financieras chinas se hundieron alrededor del 8%, en la reapertura después de dos semanas sin negociar.

Con el país paralizado por los temores de la epidemia, que ya ha infectado a más de 17.000 personas, Pekín, al contrario de lo que es habitual, ha reconocido contar con la ayuda del resto del mundo para responder a la crisis.

«Lo que China necesita urgentemente son máscaras, trajes y gafas de protección», dijo Hua Chunying, portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores.

La portavoz ha revelado que varios países, entre ellos Francia, el Reino Unido, Japón y Corea Del Sur, ya han enviado suministros médicos.

Las fábricas chinas están operando con escasa capacidad, ya que la epidemia se produjo al mismo tiempo que las vacaciones de Año Nuevo Chino, prolongadas por muchas empresas, con el fin de limitar los riesgos de contagio.

El ministerio chino de industria ha reconocido hoy que las fábricas para la fabricación de máscaras solo funcionan con el 70% de su capacidad máxima. El país ha aumentado las importaciones de máscaras de Europa, Japón y Estados Unidos, según la misma fuente.

Solo en el continente chino, que excluye Hong Kong y Macao, el nuevo coronavirus ha matado a más personas que la epidemia de neumonía atípica, o síndrome respiratorio agudo severo (SARS), que mató a 349 personas sólo en la China continental entre 2002 y 2003.

El virus mató el domingo a una persona por primera vez fuera de China, un chino de 44 años, procedente de Wuhan, que murió en Filipinas, anunció la Organización Mundial de la salud.

El número de infecciones ha aumentado a más de 17.200 en general, superando con creces el registro del SARS, que en China ha infectado 5.327 personas.

En todo el mundo, el SARS mató a 774 personas, principalmente en China continental y Hong Kong.

La gran mayoría de las muertes y casos de infección se concentran en la provincia de Hubei, de la cual Wuhan es la capital.

Wuhan fue puesta en cuarentena el 23 de enero, con las salidas y entradas prohibidas por las autoridades durante un período indefinido. Entre tanto, la medida se ha ampliado a quince ciudades más, cerca de Wuhan, afectando a más de 50 millones de personas.

Ante un sistema hospitalario sobrecargado, Wuhan debería comenzar hoy a recibir a los primeros pacientes en un hospital construido en 10 días – un tiempo récord.

Otro hospital, aún más grande, con capacidad para 1.600 camas, está en construcción en la ciudad y debería abrir en unos días.

Como forma de contener la propagación del virus, el Gobierno concedió tres días adicionales de vacaciones con la esperanza de retrasar el regreso a las ciudades de cientos de millones de trabajadores que visitaron sus provincias de origen durante el Año Nuevo Lunar.

Ante la crisis, que paralizó la economía del país, la bolsa de Shanghai se hundió casi un 8%, a pesar de que las autoridades chinas intentaron tranquilizar a los inversores al anunciar el domingo una inyección equivalente a 156 000 millones de euros en el sistema bancario para apoyar la economía.

Preocupados, muchos países han adoptado medidas de protección. Los Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Iraq, Israel y Filipinas han prohibido la entrada a extranjeros que han visitado recientemente China.

La portavoz de la diplomacia china acusó a los Estados Unidos de «sembrar el pánico» con sus restricciones y de dar un «mal ejemplo».

Las líneas de crucero han decidido prohibir la presencia a bordo de pasajeros o tripulantes que han viajado a China durante los últimos 14 días, hoy ha anunciado su federación internacional.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), que la semana pasada declaró una emergencia internacional, ha revelado que está trabajando con los gigantes de Internet para combatir la desinformación.