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Ucrania recibe ayuda sin precedentes de EE.UU y Europa
«Necesito municiones, no un viaje», dijo el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, el viernes (25/6), al rechazar una oferta de Estados Unidos para rescatarlo de Ucrania.
En las últimas horas, varios países han anunciado envíos de armamentos para el Ejército ucraniano – Ucrania x Rusia
Su solicitud aparentemente fue escuchada por la comunidad internacional.
A medida que continúa la invasión rusa de Ucrania, que comenzó el 24 de febrero, varios países han prometido apoyo enviando armas al país, un movimiento sin precedentes con un importante cambio de posición por parte de Alemania.
En números
El sábado (26/2), Estados Unidos, Alemania, Australia, Francia y los Países Bajos anunciaron envíos de armas a Ucrania.
El Departamento Estadounidense se comprometió con el equivalente a 350 millones de dólares en armas, incluidos misiles antitanque Javelin, sistemas antiaéreos y chalecos antibalas.
Alemania confirmó que suministraría a Ucrania mil lanzagranadas antitanque y 500 misiles Stinger y, en paralelo, anunció la suspensión del bloqueo para el envío de armas de fabricación alemana a través de otros países.
La decisión marca un cambio importante y podría dejar espacio para un aumento de la ayuda militar a Ucrania proveniente de otros países del continente. Esto se debe a que una parte de las armas fabricadas en Europa se fabrican al menos parcialmente en Alemania, lo que significa que el país puede interferir con la decisión de enviarlas a otras regiones.
Soldado ucraniano en Járkiv, en el este del país: militares recibirán desde chalecos hasta misiles antitanque
Holanda, por su parte, anunció que entregaría 50 cañones antitanque Panzerfaust-3 y 400 cohetes.
Alemania y Holanda estudian enviar un sistema de defensa aérea conjunto Patriot a un grupo de batalla de la Otan (organización del Tratado del Atlántico Norte) en Eslovaquia, que limita con Ucrania.
La alianza militar ha enviado tropas a Europa del Este «para responder rápidamente a cualquier contingencia».
El domingo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, comunicó que la Unión Europea, por primera vez en su historia, compraría armamento para entregarlo a una nación en guerra.
Al anunciar el suministro de armas a Ucrania, Leyen también divulgó una serie de nuevas sanciones contra Rusia, entre ellas el cierre del espacio aéreo europeo para aeronaves del país, y contra la vecina Bielorrusia, considerada cómplice de la invasión rusa.
Horas después, Suecia informó que enviaría 5 mil lanzadores de misiles antitanque, 5 mil chalecos antibalas, 5 mil cascos y 135 mil paquetes de ración militar a los ucranianos.
Según la primera ministra del país, Magdalena Andersson, esta es la primera vez que Suecia envía armas a una región en conflicto desde la invasión soviética de Finlandia en 1939.
Cambio de postura
El anuncio de Alemania de enviar armas a Ucrania marca un cambio histórico en su política de ayuda militar.
Hasta el sábado, el país mantuvo una práctica de larga data de bloquear el envío de armas letales a zonas de conflicto.
El sábado (26/2), sin embargo, el canciller alemán, Olaf Scholz, declaró que la invasión rusa a Ucrania configuraba un punto de inflexión.
«El ataque ruso contra Ucrania marca un cambio de era. Amenaza todo el orden de la posguerra. En esta situación, es nuestra obligación apoyar a Ucrania con lo mejor de nuestra capacidad de defensa contra el ejército invasor de Vladimir Putin», dijo en un comunicado el primer ministro.
La coalición de tres partidos que forma la base del gobierno en Alemania-y que reúne a un grupo heterogéneo de socialistas, liberales y» verdes » – enfrentó dificultades para formular una respuesta coherente a la invasión de Ucrania.
El país tiene una relación compleja con Rusia, con quien tiene vínculos económicos y culturales, explicada en parte por su dependencia del gas natural ruso. En el pasado, Alemania ya se ha mostrado reticente a indisponerse públicamente con uno de sus principales proveedores de materia prima para la producción de energía.
Ante la crisis actual, sin embargo, figuras públicas que expresaban simpatía por Moscú callaron o afirmaron que estaban equivocados.
Los alemanes salieron a las calles de Berlín para protestar contra la invasión – Ucrania x Rusia
La población alemana, por su parte, mostró sorpresa y conmoción ante las acciones del presidente de Putin y exigió que el Gobierno tomara medidas más duras contra el Kremlin.
Este domingo (27/2), más de 100 mil personas, según las cifras publicadas por la policía alemana, salieron a las calles de Berlín en solidaridad con Ucrania y en oposición a la invasión rusa.
«Nuestro mundo es diferente después del ataque de Putin. Aunque estamos atónitos por esta violación del derecho internacional, no somos impotentes», tuiteó la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock.
«Es por eso que vamos a ayudar a los soldados ucranianos que están luchando por su país con armas antitanque y misiles Stinger», agregó.
Alemania es uno de los principales productores y exportadores de armas del mundo. Entre 2016 y 2020, Las Ventas del país en este segmento crecieron un 21%, según el Instituto Internacional de Investigación de la paz de Estocolmo.
Los principales destinos fueron Corea del Sur, Argelia y Egipto, según la agencia de noticias alemana Deutsche.
Ucrania también compra armas de Alemania. Entre 2020 y hasta el primer semestre de 2021, Alemania registró 97 envíos al país por un total de 5,8 millones de dólares (especialmente de pistolas y dispositivos de comunicación), según informes del Gobierno.
Damien McGuinness, corresponsal de la BBC en Berlín, describió los últimos acontecimientos como «el mayor cambio en la política exterior alemana desde el final de la Segunda Guerra Mundial».
Además del envío de armas a Ucrania, cita la liberación de US 11,13 mil millones en recursos para el ejército alemán y el compromiso de elevar el presupuesto de Defensa a los parámetros establecidos por la OTAN, del 2% del Producto Interno Bruto (PIB).
Esos dos últimos puntos, destaca McGuinness, eran demandas antiguas de la OTAN hacia Alemania, que demostraba resistencia por preferir el enfoque diplomático y vía diálogo que el militar en los asuntos de política exterior.