Deporte
La lucha interna
Son las 5 am y la alarma empieza sonar una vez mas, como todos los días desde hace un mes.
Esa típica alarma del celular que odias tanto pero que tu cerebro la canta ni bien empieza a sonar.
“Quiero seguir durmiendo”, es lo único que puedo pensar. Me acuesto en mi cama intentando volver a dormir, pero luego de 5 minutos mi cabeza me empieza a traicionar; entre nervios, miedo y ansiedad, no puedo volver a dormir más. Abro los ojos, miro el reloj ; 5:45; ”¡Mierda!, siempre lo mismo conmigo” , sonrío.
No hay tiempo de desayunar, me pongo un par de zapatillas viejas que me han acompañado en toda esta loca travesía, “las warrior” , como me gusta llamarlas.
Antes de salir, saco la balanza y me peso una vez más, faltan 3kg y es momento de tomar una decisión.
Reviso el cajón del escritorio y no encuentro lo que busco, me empiezo a desesperar, me pongo a pensar:“si yo fuera un quemador donde estaría?”, me empiezo a reír y a lo lejos del cajón una luz imaginaria empieza a iluminar una pequeña pastilla amarilla y negro, “bingo”, grité.
La tomé sin asco esta vez. Salgo de casa y noto que el día amaneció nuevamente frio. Empiezo a estirar, al mismo tiempo que un video motivacional me levanta el ánimo, pero no hay mayor motivación que esa foto enviada anoche de mi niña que sonríe con los ojos.
“Ya estoy lista”-grite emocionada.
Pongo mi canción favorita, esa que te llena de energía, la que no te deja parar, esa que te hace gritar mientras tu cuerpo ya no puede correr más.
Me pongo mi bucal, respiro profundamente…Y aquí vamos una vez más.