Aduviri puede apelar a su condena de seis años

Medida ejemplar para quienes buscan protagonismo para lanzarse a la política

Utilizan la violencia y destrucción para llegar a ser autoridades. Y luego lloran.

El gobernador regional de Puno, Walter Aduviri, fue detenido ayer por la policía cuando salía del hostal Civa, en La Victoria. «He sido traicionado por la PNP porque yo me iba a entregar. Por eso estoy en Lima», dijo al salir esposado de la Dirincri (Dirección de Investigación Criminal) en la avenida España.

Como es de conocimiento público Aduviri ha sido sentenciado a una condena de seis años de prisión efectiva como coautor del delito contra la tranquilidad pública, en la modalidad de disturbios, durante el denominado ‘Aymarazo’, en el 2011. Empero, el Gobernador altiplánico aún puede apelar a una segunda instancia.

El pasado 14 de agosto, día que fue dictada la sentencia, el Poder Judicial ordenó también a que pagara dos millones de soles de reparación civil en favor del Estado.

La medida se dicta, además para quienes en forma indirecta, es decir –como autor mediato– dirija, seduzca, aliente o incite a la violencia contra las personas y la propiedad pública y privada.

Y esto trae a nuestro recuerdo casos actuales que están sucediendo, por ejemplo, en Arequipa donde el Gobernador Cáceres busca protagonismo alentando protestas contra el proyecto minero Tía María; y también la acción de otros «dirigentes» quienes tienen intereses subalternos, y que buscan ganar notoriedad para luego lanzarse a la política y ocupar un cargo tal como lo hizo Aduviri.

Por eso, es condenable la actitud de estas personas que valiéndose de la violencia, incitando a las personas a destruir la propiedad pública y privada y , además, a bloquear las vías públicas, después no quieran pagar sus delitos,

Entonces, advertidos están, no es necesario para llegar a ser congresistas, alcaldes, gobernadores y otras autoridades andar por la calle quemando llantas y lanzando piedras a las autoridades. Advertidos están.