Economía y Negocios
El agua se negociará en Wall Street: el valor de la escasez
Este es un momento histórico, es la primera vez que el agua se negocia en ‘contratos de futuros’ en Wall Street, un final claro del medio de escasez de agua.
Dondequiera que haya un mercado existe la posibilidad de invertir en los activos en transacción y obtener ganancias. Si este mercado es inestable, dada la subida y bajada, tanto mejor para los inversores que tienen en estos grandes movimientos de valor la posibilidad de hacer dinero.
En este ámbito, el de las finanzas, la transacción de acciones es el negocio más común y sirve para entender a los demás. Para beneficiarse de la compra de una acción, el inversor busca comprarla en un año de bajo valor para que pueda venderla más tarde a un precio más alto. Lo mismo ocurre en cualquier otro mercado con las debidas especificidades, como los mercados de contratos de futuros de mercancías, que ahora llegan agora al agua.
¿Qué son los contratos de futuros?
Los mercados de contratos de futuros (future commodities) son un tipo de negociación estandarizada que no implica la transacción del bien negociado sino un contrato-promesa con una cantidad de producto y un día definido en el futuro para su transacción. El ejemplo más popular de este tipo de mercado (y que casi todos los días oímos hablar) es el del crudo, que nos llega a las noticias en forma de precio por barril, un valor basado en el equilibrio y en la demanda de la oferta que se establece en el mercado.
Este tipo de transacción se da ante mercancías de alta importancia-además del crudo, existen mercados para trigo, maíz, oro, plata, gas natural, soja, etc. – y cuya disponibilidad puede variar, haciendo variar altamente el precio. Los mercados de futuros sirven para, en cierto modo, aumentar la transparencia sobre el valor de un producto básico, al tiempo que permite a los inversores anticipar la escasez de ese mismo producto y poder beneficiarse de él.
¿Pero cómo llega el agua aquí?
La llegada del agua al mercado de los productos básicos no ha ocurrido de la noche a la mañana; tampoco estamos hablando de toda el agua del mundo. Aunque existen varios esquemas de transacción de agua, y por ejemplo en Australia el agua también se cotiza en bolsa. Este caso es paradigmático, pero por ahora no es global; el futuro del agua que llega ahora a los mercados se limita al estado estadounidense de California, y la llegada a Wall Street fue precedida por la creación del Nasdaq Veles California Water Index (NQH2O), el índice de valorización del agua al que estará asociada con la negociación de futuros.
Esto ocurre en un estado responsable del 9% del consumo de agua de los Estados Unidos de América, el 2º país más consumidor del mundo, e históricamente conocido por períodos de gran sequía, seguidos de períodos de gran precipitación que hacen que el valor del agua varíe altamente – fenómeno que se relaciona íntimamente con la economía estatal, en la que la agricultura desempeñan un papel muy importante, pero no sólo, también las colectividades compiten en el mercado del agua para garantizar que esta no falta en los grifos de las poblaciones. Según las estimaciones, y para tener una idea, entre 2016 y 2019 las transacciones de agua en California ascendieron a 2,6 mil millones de dólares, según CNN Business.
La idea de la creación del índice de valorización del agua, creado hace apenas dos años, surgió como una forma de que todas las personas del estado, especialmente poseedores de tierras, agricultores, empresarios, e incluso decisores municipales, pudieran acompañar las variaciones del precio de este recurso dando a todo el proceso de transacción una mayor transparencia. La transacción de contratos de futuros promete agregar a esta transparencia una capa de previsibilidad; con este instrumento, los negociadores de agua pueden «acordar» el valor del bien en el futuro, lo que permite hacer frente mejor a su posible escasez.
Por lo tanto, en teoría, la transacción de los futuros de agua no tiene que necesariamente aumentar la especulación en el mercado del agua, aunque esto podría eventualmente suceder en caso de que las variaciones del mercado se vuelvan apetitosas para este tipo de perfil de inversor. La negociación de futuros será gestionada por CME Group, una empresa de gestión de mercados que, por el momento, aún no ha revelado los detalles de este mercado del agua, como, por ejemplo, que a qué participantes se les permitirá entrar en la subasta.
Este es un momento histórico, es la primera vez que el agua se negocia en ‘contratos de futuros’ en Wall Street, una señal clara del miedo a la escasez de agua, no solo en California, estado que recientemente fue azotado por una ola de incendios de grandes proporciones, sino también en todo el mundo, azotado por la crisis climática que hace inestables los ciclos del agua condenando zonas a períodos de sequías extremas o inundaciones severas. Recientemente, hasta marzo de 2019, y desde 2011, California estaba en alerta de sequía, incluso estando en una situación de emergencia durante el mes de julio de 2014, según Bloomberg.
El mercado de contratos de futuros de agua busca, en tesis, añadir transparencia y previsibilidad a la transacción de este recurso, presentándose como una forma de gestión de riesgo de un recurso en escasez. Sin embargo, en la práctica parece menos como una respuesta al problema de la escasez y más como una forma de equilibrar los mercados ante esta posibilidad.
En este caso, por la ubicación específica del mercado y por el hecho de que la disponibilidad del recurso no es globalmente igual, se estima que la negociación en California no afecta a los precios del recurso a nivel mundial, incluso por la dificultad que habría en transportar, de hecho, el agua. Aún así, Simon (Puleston Anterior, de Europe, en la Futures Industry Association), una firma de corretaje estadounidense, después de haber oído el Finantial Times, muestra su escepticismo, al decir que «hay un grado de apelación el que no quiere ver, abierta a la posible manipulación o el aumento de los precios debido a la presión de los mercados financieros, es la fuente de la que toda la Humanidad necesita para su supervivencia», añadido que «tenemos que pensar en el potencial que, directa e indirectamente, a la negativa de tratar el agua como un activo y no como un recurso».