Futbol
Copa Libertadores: gobierno argentino quiere a los responsables de los ataques en la final
El gobierno argentino defendió hoy el esclarecimiento de los responsables y una «buena investigación» a los incidentes verificados en las inmediaciones del Estadio Monumental de River Plate, el sábado, antes de la final de la Copa Libertadores en un partido de fútbol frente a Boca Juniors.
«Cuando se lucha contra el crimen organizado, muchas veces se defiende. Hay que trabajar para que tenga menos impacto», remarcó el jefe de gabinete de ministros, Marcos Penã, en Buenos Aires, citado por EFE.
El ataque a la llegada al estadio al autobús de la Boca, que iba a disputar el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores, dejó varios jugadores heridos y llevó al aplazamiento de la partida para la nueva fecha, aún por determinar.
Marcos Peña admitió que tiene «una sensación de impotencia», un evento con repercusión mundial, pero aseguró que el ejecutivo está trabajando para «acabar con la Argentina violenta».
El presidente de la Argentina, Mauricio Macri, atribuyó hoy a los ‘barras bravas’ (los aficionados ultra violentos) del River Plate en la planificación del ataque al autobús del equipo de Boca Juniors, en la llegada al Estadio Monumental.
Un día antes de la partida fueron encontrados en la casa de Héctor ‘Cueva’ Godoy, uno de los líderes de los ‘barras bravas’, siete millones de pesos (cerca de 160.000 millones de euros) y más de 300 entradas para el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores.
Mauricio Macri cuestionó la liberación de Héctor Godoy, después de haber sido filtrada la «falsificación de billetes».
«Él es uno de los principales sospechosos de instrumentar estas agresiones, junto con sus 300 ‘barras'», acusó.
La justicia argentina ha liberado el domingo, con medidas cautelares, por no tener antecedentes penales, de las 30 personas detenidas el sábado por «atentado y resistencia a la autoridad» fuera del estadio.
En el primer partido, en casa de su Boca, se registró un empate a dos bolas, después de la salida de haber sido retrasado un día debido a la lluvia que inunda el césped del estadio La Bombonera.