Deporte
El fútbol se une a los eSports para no perder aficionados
Los anunciantes prefieren diversificar y los equipos no quieren perder cuota de ingresos
El fútbol ha sido un dominador histórico entre los deportes a nivel de audiencia y publicidad. Su reinado ha durado décadas. Y excepto en algunos lugares, como los Estados Unidos, donde el fútbol americano, el baseball o el boxeo tienen mayor tirada, su posición de dominio ha sido universal. Sin embargo, la competencia le ha acabado llegando de una disciplina nueva y no de uno de los deportes tradicionales. Nos referimos a los eSports, una versión competitiva de los videojuegos en forma de torneos o campeonatos que ha tenido un espectacular aumento de audiencia en la última década.
Los deportes electrónicos se están moviendo, en la actualidad, en cifras cercanas a los 500 millones de espectadores anuales en todo el mundo. De hecho, se espera que para este año en curso, sólo en Latinoamérica se superen los 70 millones. Los equipos de futbol han querido valorar este fenómeno desde una perspectiva constructiva y, lejos de pretender mantener una guerra, han optado por sacar partido de sus activos y participar en este negocio al alza creando equipos para competir, con sus colores, en los eventos de deportes electrónicos.
Por supuesto, la presencia de estos equipos en los campeonatos de eSports no pretende ser anecdótica o simbólica: estos clubes salen a ganar y crearse un prestigio de primer nivel. Algunos lo están consiguiendo de verdad; es el caso del equipo argentino River Plate, cuya división de deportes electrónicos se ha hecho con el trofeo del Unity League Flow de Counter-Strike, uno de los títulos más populares de esta disciplina y que mayor movimiento registra en las webs de apuestas que tienen sección de pronósticos para el CS:GO. El River Plate Gaming ya es bicampeón en estos lares y logra, de esta manera, su clasificación para la Supercopa de América de este juego.
Pero River no es el único de los equipos históricos que ha optado por hacerse un hueco en los deportes electrónicos. Su gran rival, Boca Juniors, también tiene su propio equipo y mantiene sus luchas con su archienemigo, aunque en un contexto digital en esta ocasión.; es el conocido como “Superclásico Virtual”. Otros clubes con gran trayectoria histórica, como el FC Barcelona, compiten en ligas de uno de los más conocidos juegos de esta disciplina, el League of Legends, además del PES Football, entre otros.
Viendo la iniciativa del Barça, el otro gran equipo español, el Real Madrid, también estudia su entrada en estos campeonatos; probablemente será compitiendo en el FIFA, aunque parece que LOL suele ser indispensable para todos los grandes. De momento, todo indica que están valorando la viabilidad económica del proyecto, pues si finalmente se incorporan será para ir a por todas; y eso puede suponer un importante desembolso.
De la liga española existen otros ejemplos destacables, como el del Valencia FC, el del Betis o el del RCD Español. En Francia son conocidas las participaciones de escuadras como las del PSG, con presencia en competiciones de Rocket League, DOTA 2 o FIFA, o del Olimpique de Lyon, que compite en CSGO, FIFA, League of Legends o Fortnite.
Eso sin olvidar a los alemanes del El Schalke 04 o brasileños como el Flamengo, por citar algunos ejemplos. También es notorio el caso de futbolistas que, fuera de su club, han creado su propio equipo para competir en los eSports, como son Gerard Piqué, que junto a Ibai Llanos ha creado un conjunto para League of Legends, o el Kun Agüero, con KRÜ Sports, participando en FIFA, Valorant, LOL y otros tantos.
En definitiva, parece que el fenómeno eSports resulta imparable y el mundo del fútbol no quiere quedarse atrás. Los anunciantes han decidido, viendo el éxito de esta modalidad competitiva, diversificar sus inversiones. Y los deportes clásicos no están dispuestos a perder cuota de ingresos, por lo que participar de los deportes electrónicos sería una decisión lógica.
A fin de cuentas, están bien preparados, ya que cuentan con recursos económicos, una buena infraestructura y experiencia en la participación en competiciones; la gestión deportiva es su fuerte, con lo que parten con ventaja respecto de otros patrocinadores. El resto son detalles de menor importancia: sea un torneo de MOBA o de Battle Royale, lo importante es que se trata de un evento competitivo, con atletas (aunque sea del mundo digital) y repercusión internacional, algo que saben manejar muy bien.